𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒄𝒆

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Si había una celebración importante entre la comunidad de estudiantes de Monaco, además del aniversario de la ciudad y el Festival de la primavera, esa era la semana del deporte. Todos los colegios y secundarias del lugar se unían en unas mini Olimpiadas, con deportes que iban desde el fútbol hasta el tenis de mesa.

Es decir, se daba inicio a la guerra.

A Charles le gustaba pensar que todo era sana competencia, pero al ver a sus demás compañeros sabía que se mentía a sí mismo. Los ánimos estaban a flor de piel y nadie quería perder.

Por lo demás, sabía que sería una muy larga semana para él. Al taller de canto se le había asignado abrir las olimpiadas, cantando el Himno nacional, lo que era asombroso... Pero las cosas no iban muy bien.
Primero, Kevin y sus amigos dejaron el club. Claro, a Charles esa idea no le molestaba para nada... En un comienzo. Y es que, con tan pocas semanas para cambiar las posiciones y melodías, habían estado en medio del caos tratando de sobrellevar la falta de integrantes. Y, como guinda de la torta, en el último ensayo, Sebastian se resfrió, quedó afónico y se lastimó la muñeca por resbalarse mientras caminaba. Eso en particular era lo que tenía al Castaño de más mal humor.

Para Charles, la falta de Sebastian era un gran, gran problema. Él era, aunque no oficialmente, el líder del grupo, por lo que su presencia siempre era necesaria. La falta de él era exactamente la peor pesadilla del Castaño, en especial en esta semana en particular. ¿La verdad? No lo estaba disfrutando para nada.

En la nota positiva, a su secundaria le estaba yendo muy bien en las competencias. El lunes y martes tuvieron muy buenos resultados y hoy, miércoles, se definían las finales de rugby, básquetbol, tenis de mesa y arco y flecha. Hoy también se daba inicio a las gimnasias y la natación. Y el viernes comenzaba el plato fuerte de toda la semana, el atletismo.

— Mark no jugó bien, por eso perdimos en básquet —reclamó Daniel.

—Vamos, hombre, si ya perdimos— dijo con resignación Alonso.

—Quizás fue solo mala suerte —trató de excusar Max.

—No, no estaba jugando bien — insistió Daniel — El año pasado ganó sin problemas y este año podría haber sido lo mismo. No sé qué demonios lo tiene tan desconcentrado.

Charles escuchó a sus compañeros discutir desde su puesto y una loca idea se le cruzó por la cabeza. Quizás Mark no había competido bien porque estaba pensando en Sebastian. Claro, eso no tenía mucho sentido, en especial tras la pelea que habían tenido, pero era lindo pensar que esa era la razón del poco rendimiento de Mark en los últimos días. Una romántica fantasía.

El Castaño suspiró. Daba pena ver como una amistad que había sido tan fuerte en su momento ya no existía. Por suerte, Sebastian de a poco lo estaba superando. No solo el perder a su mejor amigo, sino que también luchar contra sus sentimientos. Sin embargo, Charles solo conocía una parte de la historia. Quién sabe lo que esté pasando por la cabeza de Mark. Quizás para él también el asunto era difícil.

—¿Por qué esa cara, Charles?— preguntó Lando cuando se sentó en su puesto.

— Pensaba en dos personas y en la linda pareja que harían. O que pudieron haber hecho, al menos — contestó el Castaño con sinceridad.

— Bueno, gracias a ti Yuki y Pierre están juntos ahora, quizás puedas hacer algo al respecto con esas otras dos personas — comentó su amigo.

Charles hizo una mueca al escuchar eso, volviendo a recordar el día de la pelea.

Por suerte para el Castaño, Pierre no lo quiso matar por haber revelado sus sentimientos a Yuki. No tuvo tiempo para eso. Tras la pelea, el chico solo podía pensar en el dolor y en las explicaciones que tendría que dar a sus padres. Ni siquiera era consciente de que Yuki sabía sobre su enamoramiento. Fue hasta el otro día que se enteró de lo que estaba realmente pasando.

𝓪𝓹𝓹𝓪𝓻𝓮𝓷𝓽𝓵𝔂 𝓱𝓮 𝓵𝓲𝓴𝓮𝓼 𝔂𝓸𝓾 || ᴄʜᴀʀʟᴏꜱ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora