𝐇𝐚𝐧𝐊𝐧𝐨𝐰 | A HanKnow Adaptation
- El destino sabe a caramelo -
Juzgar a un libro por su portada lleva a MinHo directo al desastre, cuando descubre que posiblemente su "bully" personal es literalmente lo opuesto a aquello que le muestra. El chi...
MinHo mantenía un permanente ceño fruncido mientras comía su almuerzo junto a Christopher en la cafetería. Ni siquiera el helado aire que se colaba por las ventanas superiores del lugar conseguían templar la sangre hirviendo en furia del azabache.
¿Y JiSung? Había faltado dos días a clases. Ni siquiera sabía por qué se sentía tan molesto con el peliazul. Si creía que esos días no contaban dentro de la apuesta estaba equivocado, a él le importaba una mierda eso. Y lo que más le enfadaba, el proyecto de literatura.
Era un irresponsable, tenían que hacer el proyecto y decidía simplemente no aparecerse.
¡Que oportuno nos salió el arándano andante!
Resopló, enfadado.
ㅡLlevas veinte minutos bufando como toro enjaulado, ¿qué te pasa MinHo? ㅡel rubio estaba confundido, la molestia de su amigo le causaba cierta ansiedad.
ㅡEs el idiota de JiSung, lo de siempreㅡmurmuró, como si fuese obvio.
ㅡÉl ni siquiera vino a claseㅡacotó, aunque claramente eso no cambió la furia del azabache.
ㅡ¡Exacto! ¿Por qué no vino? Es un maldito irresponsable, no hemos avanzando en el proyecto y...
ㅡHey, tranquilo. Hasta donde me contaste, aun tienen una semana. Relájateㅡlo interrumpió antes de que iniciara a quejarse, aquello sólo consiguió hacerlo rabiar más.
MinHo resopló. Prefirió no agregar nada, siguió apuñalando su almuerzo con el tenedor, sin llegar a comer realmente.
ㅡNo, JiSung no puedes faltar hasta año nuevoㅡHyunJin pasó por su lado, bastante enfadado mientras hablaba por teléfono. Salió de la cafetería.
Ambos amigos escucharon lo mismo, pero antes de que el rubio pudiera detenerlo, MinHo ya estaba yendo detrás para poder espiar a HyunJin.
ㅡNo me importa lo que haya pasado, tienes que ser responsable y...ㅡel pelirrosa avanzaba de un lado a otro en el pasillo, con el móvil pegado a la mejillaㅡ ¿Qué? ¡No! Dudo mucho que tu abuela se sienta orgullosa de esto... Sí, te estoy chantajeando imbécil... JiSung estamos a mitad de semestre... ㅡpresionó el puente de su nariz, suspirando. MinHo le veía entornar los ojos mientras escuchaba el otro lado de la líneaㅡ No, no te harán justificante por una "crisis depresiva"... Sí, aunque te mates... Es estúpido... Yo sólo decía que... Pero... ¿Y el proyecto que hacías con MinHo?... ¿Qué no te importa?...¿Cómo que MinHo se las arreglará?...ㅡel menor estaba a nada de salir del escondite y arrebatarle el teléfono para gritarle exactamente lo que HyunJin le dijo segundos despuésㅡ Que poca madre tienes, JiSung... ¿Te estás dando por vencido?... ¿Qué no es lo que parece? A mí en serio eso me parece.... pero... Agh~ sí, adiosㅡy colgó.
El azabache, quien había estado escuchando la conversación detrás de una columna, gruñó con molestia. Su cerebro no alcanzaba a entender todo lo que había escuchado. No supo cómo o por qué, pero también se sintió preocupado.
JiSung era realmente un idiota si creía que él iba a terminar todo el trabajo.
A paso decidido recorrió cada pasillo que lo llevaría fuera del instituto, sin dudar saltó la reja que finalmente lo liberaría a mitad de jornada escolar. Su rumbo fue claro, la casa del peliazul no estaba lejos. Ahora mismo lo iba a escuchar.
La furia mal contenida llevó al azabache hasta la elegante residencia Han, todo lo amable se fue por el desagüe cuando casi tira la puerta, sin dignarse a tocar con sutileza.
"¡Ya voy, maldita sea!" exclamó una conocida voz tras las costosas paredes.
MinHo escuchó sus pasos desde el interior, tenía un discurso muy bien preparado para regañarlo por su irresponsabilidad. Sin embargo, todas sus palabras se fueron a la mierda apenas lo vió.
Unas enormes ojeras sombreaban la parte inferior de sus orbes miel, mientras estos lucían irritados por la falta de sueño y totalmente opacos. Incluso le hizo extrañar el brillo de burla en ellos. Su ropa lucía desalineada y su cabello desastroso.
ㅡLuces terribleㅡfue lo primero que sus labios formularon.
ㅡ¿Viniste hasta mi casa para decirme eso? Sí es así, es mejor que te vayas ahoraㅡsu voz sonaba monótona y fastidiada. Ligeramente más ronca de lo normal, MinHo sintió su piel erizarse.
El menor entró a la casa sin siquiera preguntarle, dejó su mochila en algún rincón y lo encaró.
ㅡ¿Qué demonios sucede contigo? Faltaste dos días al colegio y debemos hacer el proyectoㅡle regañó, colocándose en posición defensiva.
JiSung suspiró pesado, le daba jaqueca todo el alboroto que armaba de repente.
ㅡLo siento, ¿okey?ㅡno se molestó en redirigir sus pasos hacia su habitación ㅡ No estoy de humor para estupidecesㅡbufó.
ㅡ¿Estupideces? Mira, no somos amigos y no sé qué te sucede pero vamos a terminar ese proyecto ahora y después puedes aventarte de tu ventana si quieresㅡel azabache sonaba decidido, cogió su mochila y fue directo a su habitación.
JiSung lo siguió sin rechistar, sinceramente verlo le daba paz interior. Cuando el menor entró a su habitación comenzó a sacar sus notas y demás; no tuvo más remedio que ayudarle.
Durante varias horas se limitaron a estudiar y hablar únicamente del proyecto, hasta que sus mentes no dieron más y necesitaron un merecido descanso. El peliazul estaba sobre su silla de escritorio mirando su bolígrafo con la mente pérdida, mientras MinHo lo examinaba con preocupación.
Claramente algo le afectaba.
¿Qué?
ㅡ¿Te sientes bien?ㅡcuestionó, se suponía que no debería preocuparle. Sin embargo, su corazón era blando y su curiosidad delgada.
ㅡMe he sentido mejorㅡaseguró.
ㅡPero...
ㅡMe has dejado claro que no quieres ser mi amigo y que me crees un idiota que sólo sirve para hacerte la vida imposibleㅡlo interrumpió, fatigadoㅡ¿En serio te preocupa lo que me pase o sólo soy producto de tu curiosidad?
MinHo se sintió indignado ante ese análisis, él realmente... estaba preocupado.
ㅡEres un imbécil, en serio ㅡbufó, desviando la mirada.
ㅡEso ya lo has dicho ㅡentornó los ojos.
ㅡComenzaba a creer que no eras tan idiota, pero creo que me he precipitado ㅡmurmuró con cierta decepción.
JiSung sonrió con cierta amargura.
ㅡ¿Sabes lo que es esperar un tren dentro del aeropuerto? ¿Crees que es estúpido e imposible? ㅡcuestionó de forma metafórica, analizando el mecanismo del bolígrafo entre sus manos.
ㅡ¿Eh? ㅡle miró confundido, pero el peliazul seguía esperando una respuestaㅡClaro que es estúpido e imposible, ¿quién esperaría en el lugar incorrecto?
ㅡCreo que ese es mi problema ㅡmurmuró ㅡEspero cosas imposibles que son incorrectas, creo que me estoy rindiendo.
ㅡ¿De qué hablas ahora? Te estás comportando extraño ㅡla sinceridad de sus palabras le causaba un revuelo al corazón, como si entendiese a que se refería y no quisiera darle la razón.
ㅡNo te preocupes, voy a dejarlo ir ㅡsonrió por lo bajo.
Minutos después volvieron a la labor del proyecto, pero aquellas palabras aun desconcertaban al menor.
¿Qué iba a dejar ir?
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