છTWENTY...꒱

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Hyunjin, quien ahora de tanto reflexionar sobre aquello de un hijo en espera, estaba en camino nuevamente al departamento, debía hablar nuevamente también con Seungmin y arreglar las cosas, decir sobre lo que piensa.

Ya al llegar a la puerta, abrió la puerta gracias por la llave que Seungmin le dio ya que había sacado una copia, entró a la departamento y seguido cerró la puerta, todas las luces estaban apagadas, tal vez estaba en su habitación, así que caminó lentamente prendiendo la luz de la sala ya que siempre esa se mantenía prendida, y se dio con la sorpresa de que había alguien ahí durmiendo en el sillón, era Seungmin, estaba acostado en el sillón durmiendo plácidamente, se veía tan adorable y lindo.

Este se acercó lentamente al contrario y se colocó de cuclillas mirándolo así de cerca, admiró sus facciones, debía admitir que tenía algo parecido a las de una mujer. Aunque aquello le hacía único, aparte sus ojos estaban hinchados y rojos a los alrededores, su nariz también estaba roja, como si hubiera cogido algún resfriado, pero aún así, se veía adorable.

El menor se removió un poco.

- Seungmin - Llamó Hyunjin con voz suave - Seungmin, despierta, debes ir a dormir a tu cama, el sillón es muy duro, te hará mal -.

Seungmin apenas abrió sus ojos y negó con la cabeza dándole la espalda al mayor.

A muchos les molestaría que les despierten cuando ya se quedan dormidos y aún si es un lugar en donde no deberías estar durmiendo.

- Vamos, debes ir a dormir - La mano del alto se colocó en la cintura del adverso palmeándola y acariciándola por inercia.

Seungmin se encogió por la acción.

Al tener aquella respuesta por parte de Seungmin, este sonrió, sus grandes manos tomaron su cintura y obligaron a Seungmin volverse a voltear a la vista de este, como pudo Hyunjin cargo a Seungmin en sus brazos quien este rápidamente abrazó su cuello para que no se cayera, se paró con algo de dificultad por el peso de el menor. No era porque estaba obeso ni nada de eso, era porque Hyunjin también estaba algo somnoliento y sentía tanto su cuerpo como el de Seungmin pesar, ya parado y con Seungmin en brazos, este enredó sus piernas en la cintura del alto acurrucándose.

Hyunjin se quedó atónito, ¿Qué estaba haciendo?, antes cuando mostraba los afectos cariñosos hacia Seungmin eran solo amistad y un poco de juego. Ambos obtenían risas de ellos mismo y así es como el ambiente se volvía alegre.

Pero ahora el ambiente era algo incómodo para Hyunjin, pero no para Seungmin, en sí él lo estaba disfrutando.

- Debes dormir en tú cama Seungmin - Comentó nuevamente el alto mientras se encaminaba ya con el menor en brazos hacia la habitación del pequeño.

Cuando ya estaban adentro gracias a que la puerta de la habitación estaba abierta, se inclinó hacia adelante acostando a Seungmin con sumo cuidado de que no lo tirara, los brazos de este aún abrazaban el cuello de el contrario. Ya Seungmin en la cama, tomó una almohada y pasó su brazo por la nuca alzándola solo un poco, colocó la almohada ahí debajo y luego sacó su mano con cuidado de igual manera.

Su rostro con el de Seungmin estaban cerca, demasiado, la respiración caliente de Seungmin golpeaba su mejilla y oído, llevó sus manos a una manta que por suerte logro tomar y la alzó cubriendo de la cintura hacia abajo de el adverso.

- Seungmin, necesito que me sueltes - Susurró Hyunjin esperando a que el mencionado accediera, pero no, no le estaba obedeciendo.

Hyunjin deslizó sus manos hasta donde se encontraban las de Seungmin las tomó quien seguidamente el castaño los entrelazó, así con sigilesa colocó las manos en su vientre y las soltó, miró a Seungmin por última vez.

No sabía cuanto pero ya había pasado algunos minutos, juraría que estaba horas mirándole en como dormía. Parecía como esos vídeos graciosos de animales, como el panda que estornuda, porque eran muy adictivos.

- Hasta mañana a los dos - Se despidió Hyunjin, no sabe cómo ni a qué hora, pero sus labios estaban besando la frente de su compañero de departamento. Luego se separó y se paró.

Miró a Seungmin por última vez, y se marchó de la habitación hacia la suya. Como siempre se escabulló entre el armario del castaño hasta que llegó a su habitación, cualquiera diría que era como la dichosa película Narnia, el ropero mágico donde si entrabas a el ropero de madera te topabas con otro mundo fuera de lo común, un mundo irreal, pero en este caso, era solamente la habitación de Hyunjin, nada más.

Dentro de la habitación, suspiró pesadamente, este también estaba algo cansado, caminar por más de dos horas era totalmente molesto.

No tenía ganas ni de cambiarse el pijama, así que de frente se echó en su cama tapando solo de la cintura hacia abajo con su colcha, la almohada sobre su cabeza y sus manos tras su nuca mirando hacia el techo, tal vez tener un bebé no sería malo después de todo. Además agradecía que ses con Seungmin porque durante todo el trayecto que tuvo la oportunidad para poder conocerlo, realmente era como decía una adoración, era por decirlo de una manera perfecta, aunque la perfección no existía.

Sus pensamientos se fueron profundizando hasta llegar al punto en que tal vez, solo tal vez le podría llegar a gustar Seungmin, con el tiempo puede ser, debía darle una oportunidad, cono se la dio a Jeongin, si, tiempo pasado, porque ahora debía de pensar en su futura familia, a veces solamente se sentía amarrado, porque lo único que les unía era el hijo que llevaba Seungmin, porque si en caso no hubiera sido así, de seguro Hyunjin seguiría atrás de Jeongin como perro faldero, pero no fue así, por el reciente embarazo ahora debía estar unido a Seungmin, porque si, el también tuvo la culpa o no era de agrado en que el bebé nazca sin conocer a su padre, o sólo uno, quien era el embarazado, que este solo cuidé del bebé y dependa de él mientras tanto Hyunjin disfrutara de la vida desconociendo a su propio hijo.

Aún no pisaba tierra como para que se le haga la realidad de que tenía un hijo en espera, ¿Qué le dirían sus padres? ¿Qué le diría los padres de Seungmin? ¿Sus amigos? ¿Su carrera?

Por suerte aunque tampoco era tanta suerte, el castaño ya estaba apunto de terminar la universidad y poder graduarse, solo le faltaba dos siglos y medio, mientas que a Hyunjin tres.

Poco a poco Hyunjin de tanto pensarlo, su sueño le venció y así quedándose dormido. Mañana era un día bueno y debía empezarlo con el pie derecho, con el autoestima alto y con una actitud positiva.

ಎ ̼ Virginidad &॒ HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora