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Durante esta época de actividad frenética en 1994, Selena y yoencontramos el único verdadero escollo en nuestro matrimonio

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Durante esta época de actividad frenética en 1994, Selena y yo
encontramos el único verdadero escollo en nuestro matrimonio. Imagino
que, al igual que la mayoría de las parejas jóvenes, estábamos pasando
de la novedad de la experiencia de vivir juntos a la realidad de tener que
manejar las presiones de la vida diaria por largo plazo. En nuestro caso,
esas presiones eran mucho más fuertes, tal vez, debido a nuestro intenso
trabajo y a la programación de giras -sobre todo para Selena. Puesto
que ella ahora tenía a Yolanda para que la acompañara en sus giras,.

veces yo podía quedarme en casa, como lo hice cuando Selena tuvo que
ir a Los Ángeles a hacer el video musical de "Bidi Bidi Bom Bom"
, o
cuando Selena y Yolanda tenían que atender negocios para las
boutiques. Selena no tuvo la misma suerte. Nunca tuvo un momento de
descanso.

A veces todos en la banda estábamos tan cansados y teníamos que
actuar en piloto automático sólo para enfrentar el día a día. El video
musical de "No me queda más" fue filmado en San Antonio,
afortunadamente, por lo que nadie tuvo que viajar muy lejos. Las tomas
de la banda eran con todos nosotros tocando en una estación de tren,
donde Selena cantaba parada en una escalera luciendo un vestido blanco.
Antes había hecho tomas durante todo el día, en Riverwalk, por lo que
ahora estaba agotada.

Al terminar de grabar el video en la estación de tren, todos debíamos
regresar a Corpus. Abraham tenía allí el autobús de las giras. Yo podría
haberme quedado donde mi madre, pero la atracción de mi propia cama
en Corpus me hizo decidir viajar en mi camioneta detrás del autobús.

-Ve tú en el autobús y descansa un poco en el camarote -le dije a
Selena, porque se veía realmente cansada-. No tienes que ir conmigo
en la camioneta.
-¿De veras? -respondió-. ¿Estás seguro?
-Sí, estaré bien. Tengo el radio.
-Gracias, Chris -me dijo con un suspiro y me dio un beso de
buenas noches.

Todo el camino a casa seguí el autobús en la carretera imaginando a
Selena profundamente dormida en su camarote, con su mano guardada
en la funda de la almohada. Jamás me había sentido tan cansado. Una
parte de mí, en ese momento, añoraba las épocas más tranquilas.
Este tipo de viajes agotadores llevó a la peor pelea que tuvimos en
nuestro matrimonio. A Selena le gustaba llegar a casa y dormirse de
nuevo tan pronto como el autobús nos llevaba a nuestro hogar después
de la presentación, dejándome lo que hubiera que hacer, como meter
nuestro pesado equipaje a la casa y ver cómo estaban los animales.
Una noche, al venir a casa de uno de esos viajes, estábamos ambos de
mal humor. A Selena le gustaba que la despertaran suavemente, pero en
esta ocasión en particular, yo estaba impaciente con todos y con todo,
por lo que sólo le sacudí el hombro y le dije:


-Oye. Ya llegamos, hay que bajar del autobús.
Selena se despertó disgustada. Se puso de pie y dijo:
-Quítate de mi camino, Chris. Voy a la casa.
Yo intentaba alcanzarle algo que se le había quedado en el camarote.
Selena avanzaba rápido por el pasillo, probablemente pensando en llegar
a casa y meterse a la cama, y se estrelló contra mí.
-Oye, ¿qué te pasa? -le pregunté bloqueándole el paso a propósito
-. ¡Faltó poco para que me hicieras caer! Espera un minuto, déjame
sacar mis cosas.
-No -respondió-. Quiero irme ya.

TO SELENA WITH LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora