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De alguna forma pude soportar el juicio ese mes de octubre

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De alguna forma pude soportar el juicio ese mes de octubre. El jurado
deliberó por sólo dos horas antes de declarar a Yolanda culpable de
asesinato y sentenciarla a prisión perpetua por el asesinato con arma de
fuego mortal. El juez que presidió el juicio ordenó que la pistola.38
utilizada por Yolanda para dispararle a Selena se rompiera en cincuenta
pedazos que serían diseminados por la bahía en Corpus Christi.

Desde su celda en la unidad Mountain View de Gatesville, Yolanda
siguió insistiendo en que era inocente, argumentando que el disparo
había sido por accidente. Intentó además difundir rumores acerca de
Selena y su familia en relación con todo lo imaginable -y sobre cosas
que nunca ocurrieron. Nadie nunca descubrió alguna evidencia que
pudiera respaldar sus horrendos rumores.

Yo no presté atención. Seguía aturdido y nada de eso me importaba.
Tenía escasa conciencia de sentir alivio de que Yolanda hubiera sido
sentenciada a prisión perpetua. La muerte habría sido algo demasiado
fácil para ella y merecía estar viva con conciencia de lo que había
hecho. El sistema de justicia había hecho lo que había podido. Ningún
veredicto podía cambiar el hecho de que Selena se había ido. Mientras
tanto, yo seguía vivo, aunque muchos no habrían dicho que era así.

Me quedé por un tiempo en nuestra casa de Corpus. Quería estar
rodeado de la familia de Selena, de sus pertenencias y de nuestros
perros, con cualquier cosa que me ayudara a mantener a Selena cerca a
mí. Lo más difícil era irme a la cama en las noches. Selena y yo
teníamos una cama tamaño king; era tan grande que a veces me
despertaba y bromeaba cuando la veía del otro lado haciéndole señas
como si estuviéramos cada uno al lado de un río. Selena me respondía
también con señas. Ahora, al despertarme estaba solo en una orilla del
río. Ella lo había cruzado y yo ya no podía verla.

Me alejé de todo. No quería ir a ninguna parte, no quería hacer nada
ni ver a nadie. Sólo trataba de ser. Hubo períodos en los que dormí
mucho y otros en los que permanecí levantado por tres días continuos.
Comencé a beber en exceso.

Los meses pasaban lentamente. Todos trataban de sacarme de mi pozo
de dolor. Nada daba resultado. Dormía con fotos de Selena, retratos de
Selena haciendo lo que hacía todos los días, como limpiar el polvo o
jugar con los perros, porque así era como yo la veía. Incluso llevaba
conmigo pilas de fotografías para poder tenerla conmigo en todas partes
adonde fuera. Si tal vez iba a la casa de un amigo y estaba rodeado de
personas que querían lo mejor para mí, seguía siendo ese tipo extraño
sentado sólo en un rincón con mis fotografías de Selena. Mi dolor por su
pérdida me atormentaba día tras día.

veces, Abraham insistía en que fuera a Q Productions. Él, A.B. y
Suzette volvieron todos a trabajar, aceptando el asesinato de su adorada
hija y hermana, a su propio modo. Trataban de mantener vivo el
recuerdo de Selena y esperaban poder llevarme con ellos a un futuro en
el que ya no sentía que hubiera un lugar para mí. ¿Para qué querría vivir
en un mundo en el que no estaba Selena?
Cada vez que iba a Q Productions, lo que no era frecuente, entraba y

TO SELENA WITH LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora