Penélope amaneció sin saber que el día se tornaría mucho más maravilloso para ella, pues en la sala familiar de la casa Featherington le estaría esperando un caballero, algo imprescindible hacía tan solo unas semanas tras su escándalo.
Penélope entra en la sala, Lord Debling gira sobre sus talones al escuchar su dulce voz. Lord Debling se siente privilegiado al ser el único pretendiente de la mujer que le ha robado la capacidad de pensar por sí solo, gracias al ingenio e inteligencia de ella. Antes de conocer a Penélope, él únicamente tenía cabida en su vida la naturaleza y los animales; su investigación. Ahora es todo distinto; su dulcera, su calidez, ha hecho que él tan solo pueda pensar en ella. Por ese mismo motivo se encuentra ahí.
—Le he traído está planta para que sienta la naturaleza más cerca —dice él entregándole una planta de un color verde muy vivo.
—Muchas gracias —responde ella junto con una agradable sonrisa, agarrando la pequeña maceta.
Al otro lado de la puerta Prudence y Philippa corren quejándose a Portia por despertarlas tan temprano. En vez de contestar, Portia tan solo les hace un gesto a sus dos hijas para que espíen junto con ella por la sutil rendija que Penélope se dejó abierta.
—Tiene un pretendiente —comenta Portia, como si esa información fuera la explicación más razonable y obvia para el comportamiento de las tres.
—Seguro que lo ha chantajeado —lanza Prudence riéndose.
—Oh, puede que le haya dado una de las pociones de Barley —suelta Philippa añadiendo más burla al asunto.
—No, esto es claramente gracias a la ayuda recibida del Señor Bridgerton —pronuncia Portia —Tendré que hacerme cargo personalmente del asunto —Suspira hondo antes de empujar la puerta y entrar de sopetón, sorprendiendo así a ambos.
—Lord Debling, mis hijas pasaban por aquí y querían saludarle —no vacila en excusarse por la interrupción, Al tiempo que Prudence y Philippa hacen una torpe reverencia, mientras se lanzan unas miradas cómplices.
—Buenos días señoras —se apremia a decir, un poco contraído.
—Buen día —suelta Penélope contenta de poner ver las caras desencajadas de sus dos hermanas mayores.
En la casa Bridgerton Violet le pide a Colín que baje a conocer el pretendiente que la reina ha escogido para su hermana Franchesca, este sin estar de buen humor, tan solo declina la invitación. Violet que es mucho más lista de lo que Colín está dispuesto a reconocer, intenta retomar la conversación de la noche anterior, aunque sin éxito; pues Colín está reacio a hablar del tema; aun sabiendo que no debe hacerlo, porque eso significaría no luchar por Penélope. Pero, el cree que ella no siente nada por él, aparte de una bonita amistad. Por lo tanto, teme declararse y que Penélope en cambio, se aleje de él; algo que no está dispuesto a consentir. Su madre desiste, respeta el silencio de su hijo, al menos, por el momento.
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Eres todo lo que quiero
Romantik¿En qué momento uno se da cuenta de sus verdaderos sentimientos y obra en consecuencia? Para Colín abrazar lo que siente por su mejor amiga ha sido un viaje mucho más largo, de aquellos que está acostumbrado cuando viaja por el mundo. Para Penélope...