Después de la muerte de sus padres, Eliza Swan fue acogida por su hermano mayor, Charlie, y desde entonces vive con él en Forks.
A sus 18 años, lo único que Eliza quiere es disfrutar de cada momento de su juventud, y preferiblemente con cierto médic...
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"Un buen día"
El miércoles por la mañana, Eliza no necesitó que nadie la despertara. Al parecer, su ansiedad era tal que fue la primera en la casa en despertar. Mientras se acercaba a la ventana, Swan notó que todavía estaba un poco oscuro afuera y el reloj en la mesa al lado de su cama marcaba poco más de las cuatro y media de la mañana.
Sabía que despertarse a esa hora la cansaría en cierto momento del día, pero en ese momento se sentía bastante bien, para ser honesta.
Eliza decidió bajar las escaleras e ir a la cocina a buscar un vaso de agua para tomar su medicina antes de regresar a su habitación y elegir algo que ponerse esa mañana, ya que hoy sería un día importante.
Sería el día en que decidiría su relación con Carlisle de una vez por todas. Además de tener finalmente los resultados de sus exámenes.
Pareció una eternidad hasta que la joven escuchó pasos en el pasillo y finalmente la luz del día apareció por la ventana de su dormitorio. Una vez más, Eliza se acercó a la ventana y contempló lo que para ella era un hermoso día afuera.
Cuando volvió a bajar a la cocina, su hermano ya estaba allí preparando café.
— Eliza, hola. — la saludó Charlie apenas la vio cruzar la puerta. — ¿Cómo has pasado la noche?
Ella se encogió de hombros.
— Muy bien, en realidad. — respondió con sinceridad.
Charlie sonrió, complacido.
— ¿Café? — ofreció el mayor.
— Sabes que no puedo prescindir de una buena bebida con cafeína por la mañana. — la chica sonrió, yendo a buscar su taza favorita.
— No en ningún otro momento del día. — escuchó la voz de su sobrina y se giró para ver a la más joven entrar a la habitación luciendo tan bien como ella. — Buen día.
— Buenos días, Bells.
— Buenos dias cariño. — murmuró Charlie, mirando con más atención sus chicas. — Parece que hoy estan de buen humor. — observó el hombre.
Liza y Bella intercambiaron miradas antes de volver a mirarlo.
— Siento que va a ser un buen día. — Dijo Eliza en tono despreocupado, encogiéndose de hombros.
