Después de la muerte de sus padres, Eliza Swan fue acogida por su hermano mayor, Charlie, y desde entonces vive con él en Forks.
A sus 18 años, lo único que Eliza quiere es disfrutar de cada momento de su juventud, y preferiblemente con cierto médic...
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"Accidente"
La semana comenzó de nuevo y Eliza tuvo que afrontar otro lunes aburrido en Forks High School, al menos a los ojos de Swan. La lluvia había cesado, pero tal como sospechaba, eso sólo significaba una cosa: nieve.
— Oh, no te atrevas, Tessa. — Señaló Eliza con seriedad, mirando a la morena a su lado.
Ver la emoción en los ojos de la chica desvanecerse y la bola de nieve en sus manos caer al suelo donde pertenecía.
— No recuerdo que fueras tan amargada. — Se quejó Gutiérrez caminando junto a la chica Swan.
— Con la suerte que he tenido últimamente, puede que me resfríe si sigues tirándome bolas de nieve. — Murmuró la chica, dramáticamente, sin embargo, con una pizca de verdad.
Tessa reflexionó unos segundos antes de estar de acuerdo con su amiga. Las dos continuaron su camino hacia la cafetería.
Tan pronto como entró al lugar, Liza recorrió la cafetería con la mirada buscando a Isabella, localizándola rápidamente, sentada en la mesa de siempre con Jéssica y Ángela.
Bella le sonríe a la chica cuando la ve, saludando tímidamente. Lo cual llamó la atención de Stanley quien hizo lo mismo, pero con más energía, invitándolos a unirse a ellos
Eliza mira a su mejor amiga buscando una respuesta. La niña simplemente se encoge de hombros, como diciendo: "Tú eres la que sabe". Luego ambas toman su almuerzo y se sientan a la mesa con las otras tres chicas.
— Bella, ¿qué estás mirando? — cuestionó Jessica, siguiendo la mirada de la joven Swan.
Sólo entonces Eliza nota la mirada de Isabella en una dirección específica. Ella lo sigue hasta la mesa de los Cullen.
Edmundo Cullen finalmente decidió presentarse nuevamente en la escuela. Piensa Eliza. Pero aparta la mirada tan pronto como se da cuenta de que Cullen la mira directamente. Sin saber cómo reaccionar cuando la pillan en el acto, Eliza simplemente toma un sorbo de su jugo, fingiendo ser natural.
Tessa resopla a tu lado, riéndose de la escena.
Eliza vuelve a levantar la vista, mirando a Isabella, quien ahora tiene los hombros encogidos y parte de su cabello cubre su rostro, ciertamente avergonzada por haber sido sorprendida también.
— Edward Cullen te está mirando. — Le dijo Jessica a Bella, riendo.
Afortunadamente, era Bella a quien estaba mirando.
— No parece enojado, ¿verdad? — Preguntó con miedo.
Eliza miró hacia el chico una vez más. No, no había ningún signo de enojo ni nada por el estilo en sus rasgos. Porque, en su opinión, era Bella quien debería estar enojada con el chico, y no al revés.
