Después de la muerte de sus padres, Eliza Swan fue acogida por su hermano mayor, Charlie, y desde entonces vive con él en Forks.
A sus 18 años, lo único que Eliza quiere es disfrutar de cada momento de su juventud, y preferiblemente con cierto médic...
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"Tensión"
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La sala de estar de los Swan, que ya parecía pequeña a los ojos de Eliza, de repente se convirtió en un cubículo sofocante. El aire era tan denso que casi podía ver la tensión entre Carlisle y Charlie, estirada en el aire como una cuerda a punto de romperse.
Eliza respiró hondo y su mirada oscilaba entre los dos hombres.
En ese momento, deseó que Bella y Edward estuvieran presentes también. Al menos de esta manera, ella y Carlisle no serían los únicos objetivos de la imprevisibilidad de Charlie Swan.
Tragando saliva con dificultad, Eliza decidió finalmente romper el tortuoso silencio
— Entonces… — la voz de Eliza temblaba levemente mientras intentaba disipar la atmósfera pesada. — No creo que sea necesario presentarlos. — soltó una risa nerviosa, pero su intento de romper el hielo fracasó estrepitosamente.
Las agudas miradas de los hombres se mantuvieron sin cambios.
Carlisle sacudió la cabeza para sí mismo, saliendo de su aturdimiento. Después de todo, él era un vampiro de más de 300 años, ¿a qué le tenía realmente miedo? Él es solo el hermano mayor humano de su novia.
Un policía, del que no dudaba sería capaz de usar esa escopeta en la cocina a la menor vacilación, pero aún humano. En cualquier caso, no le haría daño.
El Cullen enderezó su postura y fijó sus ojos dorados en Eliza.
— Eliza. — llamó en voz baja, y sus ojos verdes inmediatamente se encontraron con los de él. Había una mezcla de expectación y ansiedad en su mirada. — ¿Puedes dejarnos por unos minutos? Creo que Charlie y yo necesitamos tener esta conversación a solas.
— Pero... — Eliza empezó a protestar, pero fue interrumpida por la voz firme de Charlie.
— Estoy de acuerdo. — la palabra salió como una frase definitiva.
Sin alternativa, asintió y salió de la sala, subiendo las escaleras con pasos pesados. Cada paso parecía aumentar su aprensión, pero sabía que Carlisle podía manejar la situación.
Arriba, se apoyó contra la pared del pasillo, aguzando el oído para detectar cualquier sonido proveniente de abajo. Los siguientes minutos parecieron horas.
— ¿Qué haces ahí? — Eliza sintió que su corazón daba un vuelco por un segundo cuando escuchó una voz detrás de ella. Girándose lentamente con la mano en el pecho, miró a Isabella con una mezcla de alivio e indignación.
— Sospecho que realmente estás intentando acelerar mi muerte, niña. — susurró, gesticulando exasperada.
Bella sacudió la cabeza y puso los ojos en blanco ante el drama de Eliza.
