𝟎𝟐

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Tras ese recuerdo lo único que se le cruzo en la cabeza, era salir a respirar un poco de aire, decidió salir al balcón del hotel a fumarse un cigarro, se sentía estúpido de solo pensar en lo que estaba sintiendo, no era para tanto según el, pero ese momento que le hizo pasar Enzo, sin si quiera hablarse durante meses, le confundía y molestaba, digo ¿Quién se ponía nervioso por un toque de dedos en la espalda?.

El sabia que no era solo eso, pero cuando Enzo le dirigió la mirada, sintió como el estomago se le revolvía en todo su interior y lo succionaba por dentro.

El sabia que era así porque se trataba de Enzo.

Recordaba bien cuando sus miradas conectaron, recordaba bien cada detalle de la situación.

Y eso lo volvió loco.

 Enzo estaba con una toalla en su hombro derecho, tenia la mano alzada hacia el por el toque hacia su espalda, estaba agitado y podía ver como su pecho subía y bajaba por el cambio rápido de las escenas, tenia los pantalones un poco desabrochados, ni si quiera llegaba a notarse, tenia los brazos marcado de venas, su mano izquierda sostenía su ropa para su escena y su rostro era lo que mas llegaba a tensarlo, sus ojos no dejaban de mirarlo a el y solo a el.

Por lo menos así fue en la mente de Matías. 

- Matías, estas bien?- Enzo le pregunto.

- A-ah, que?-

-Si estas bien.-

-Ah si si no te preocupes, eh yo lo siento es solo que ando un poquito distraído, ya sabes las grabaciones y escenas me tienen un poco pensativo.- le dijo Matías mientras se apresuraba en cambiarse.

-Claro.- le exclamo Enzo, con duda por el nerviosismo obvio que transmitía el otro chico.

- Y pues todo bien?- pregunto Matías -para que me llamabas?- 

 -Solo te decía que nos llamaban en el set para que te apresuraras en cambiarte.-contesto Enzo, observando los movimientos del menor, cambiándose apresuradamente haciendo que su pelo quede alborotado.

-Claro, claro ya casi quedo listo, adelántate si deseas yo voy en un segundo- dijo sentándose mientras se ponías unos zapatos marrones.

Enzo rio leve, pero auditivamente para Matías, levanto la vista hacia Enzo, queriendo preguntar por la risa, pero Enzo hablo primero que el.

- Tranquilo chiquito, disimula un poquito los nervios, no muerdo- le dijo mientras se acercaba a su rostro, inclinándose hacia el menor, acarrándolo un poco con la pared y su cuerpo.

No pudo negar que el "chiquito" le hizo contener la respiración.

Matías rio leve con nerviosismo. -Que decís Enzo, ¿Yo nervioso?, ¿Por vos?, deja de decir pelotudeces.- dijo bajando la mirada a sus cordones, la situación le estaba ganando a su mente.

-Por quien me crees Matías?, ¿Qué pensas?, ¿Qué soy un boludo?- exclamo Enzo, cambiando totalmente su semblante a uno serio, levantando el mentón de Matías para que lo mirase, Matías se estaba derritiendo por dentro.

-Enzo no es divertido, para si?- dijo intentado apartar la mirada a otro lado, su cuerpo era incapaz de moverse, su cabeza se sentía caliente al igual que su rostro.

-Tu crees que yo no me doy cuenta en como me miras Mati?- Exclamo acercándose aun mas al rostro de Matías con sus mejillas notablemente coloradas, había dejado de lado lo que estaba haciendo, odiándose por dentro por no poder hacer su cuerpo reaccionar, sus narices estaban a punto de querer rosarse.

-A que queres jugar Enzo?- preguntó en un susurro, su voz se notaba levemente afligida, camuflando una emoción y desesperación en saber que haría el mayor. 

Los días de la montaña. -𝐌𝐚𝐭𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora