Maia
Las brochas pasaban suavemente por mi rostro, con una notable expresión de felicidad sonreía a la cámara que documentaba cada mínimo movimiento que cometían los maquillistas. Era el día, el día en donde posiblemente sería premiada debido a mi éxito en la música. Mi carrera había comenzado el año 2022, lo cual me ayudo a experimentar nuevas cosas y sobretodo a aprender lo que posiblemente me ayudaría en los próximos años como cantante. Los nervios se notaban a extremidades de mi cuerpo, sentía gotas de sudor caer sobre mi faz.
— Los nervios se apoderan de vos, Maia.—dijo Felicia, mi manager, quién con satisfacción miraba mis nervios.
— ¿Como más voy a estar? Si no gano ese premio, te recomiendo que vayas comprándome el cajón para mi muerte.—dije con desespero
— Estate tranquila, lo ganarás. —dijo Jose a un extremo de la habitación, amigo de Felicia.
Tras horas y horas de maquillaje, finalmente estaba lista, el maquillaje era algo sutil que dejaba resaltar mis ojos celestes, mi vestuario era un vestido celeste que hacía juego con mis ojos, el cual dejaba lucir mi espalda y tenia abierto por delante, unos tacones blancos y una cartera blanca.
— Bien, ¿cómo me veo?—dije saliendo de la habitación, logrando captar todas las miradas de los maquillistas, de Felicia y de los encargados del vestuario.
— Espléndida.—dijo Felicia
— La puta madre, ¡que nervios!—dije mirándome al espejo, sintiéndome satisfecha con el resultado.
Las horas pasaron rápidamente y ya era la hora de ir al evento. Los nervios habían disminuido gracias a todas las palabras que había recibido de mi familia, amigos y equipo.
Todo lo que pedía era que ningún tipo de inconveniente se atravesara ese día, no podía ser este día, el cual sería posiblemente el mejor día de mi vida. Al llegar al evento, los flashes y las luces se aproximaron cuanto antes, dejándome algo ciega, no obstante, sonreía felizmente a estos. Tras flashes y flashes, logré entrar al evento, pasando por una alfombra en donde nuevamente debia modelar.
— ¿Maia viste lo que se está haciendo viral? —preguntaron a lo lejos, haciendo que mi confusión fuera más grande.
"¿Lo que se está haciendo viral?" Pensé.
— Yo que vos no le doy ni de cabida a Trueno. —dijo otro de los que sacaban fotos, provocando que mi ceño se frunciera y posiblemente las fotos se arruinaran.
"mierda Maia, sonríe y después preocúpate de eso"
Luego de que la mayoría de flashes cegaran mis ojos, decidí ir hacía dónde habitaban la mayoría de los artistas. Al llegar la mayoría enfoco su mirada en mí, a lo que me saludaron y felicitaron.
— Felicia, ¿podés explicarme de que están hablando los camarógrafos?—pregunté entre dientes.
— ¿Qué dijeron?—preguntó Felicia.
— Hablaron de algo que se esta haciendo viral, y al parecer, ¡es respecto a mí!—susurré.
— Dejá veo.
Mi desespero era indescriptible, decidí ir hacía el baño antes de escuchar la respuesta salir de los labios de Felicia. Lo perdida que estaba creo que ni Albert Einstein podría descifrarlo.
— Discúlpame, ¿sabés donde están los baños?—dije atravesándome en un lugar el cual seguramente no debía.
— Che rubia, ¿podés salir?—dijo una voz algo masculina.