Corriendo hacía vos.

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Maia

Era la vuelta a Buenos Aires, pero algo en mí había cambiado. El viaje a Mar del Plata había sido un respiro que me devolvió un poco de paz, pero también me dejó con una mezcla de sentimientos que no lograba descifrar. Las olas del mar ya no estaban para calmarme, y el abrazo de Mateo que una vez me reconfortó, ahora solo me causaba un vacío que no podía ignorar. Volver a la ciudad era como despertar de un sueño que no sabía si quería recordar.

La convivencia con Mateo después de aquel momento mágico en la playa se había esfumado como si nunca hubiese ocurrido. Esteban en cambio, era como si hubiera sido un personaje extra de mi vida. Los mensajes quedaron sin responder, las llamadas sin contestar. Yo lo había ignorado completamente. Había decidido enfocarme en mi proyecto, sumergirme en él como si eso fuera suficiente para acallar las voces en mi cabeza, pero cada vez que intentaba concentrarme, el recuerdo de la voz de Mateo, de su sonrisa, de cómo me había mirado bajo las estrellas, me asaltaba sin piedad.

Estaba en el estudio, trabajando en una nueva canción. Las notas fluían de mis dedos, pero mis pensamientos estaban en otro lado. No podía evitar preguntarme si había hecho lo correcto al alejarme de Mateo. Lo extrañaba, aunque no quería admitirlo. Extrañaba la forma en que me miraba, como si fuera la única persona en el mundo, y me dolía haber cortado ese lazo tan bruscamente. Pero, ¿cómo podía confiar en él después de todo lo que había pasado?

Había pasado días preguntándome si realmente había hecho bien en distanciarme. La incertidumbre me comía por dentro, y la presión de mi propio juicio me estaba llevando al límite. ¿Y si había malinterpretado todo? ¿Y si lo que había pasado con Nicki no era como yo pensaba? Pero cada vez que esas dudas se asomaban, las imágenes de las fotos, de ellos juntos, volvían a mi mente como una película que no quería ver.

Entonces, todo cambió esa mañana. Felicia llegó al estudio sin previo aviso, con una expresión que no había visto en ella antes. Sabía que algo andaba mal. Dejé la guitarra a un lado y me acerqué a ella, pero antes de que pudiera preguntar, soltó la bomba.

— Maia, hay algo que tenés que saber —dijo, su voz temblando ligeramente—. Lo de Mateo... lo de las fotos con Nicki... no fue como pensás.

La miré, confusa. ¿De qué estaba hablando?

— ¿Cómo que no fue como pienso? —pregunté, con la garganta seca, el corazón latiendo con fuerza.

Felicia tomó aire, como si necesitara reunir fuerzas para decirme lo que estaba a punto de revelar.

— Nicki lo drogó, Maia. Fue todo un plan de ella. Mateo no tuvo la culpa, ni siquiera estaba consciente de lo que pasaba. No fue más que una víctima de su manipulación.

El mundo se detuvo. Las palabras de Felicia resonaron en mi mente una y otra vez, pero me costaba asimilarlas. ¿Nicki lo había drogado? ¿Mateo no era culpable? ¿Había hecho mal al alejarme de él?

Sentí como si el aire me faltara. De repente, todas esas dudas que había tratado de enterrar salieron a la superficie con una fuerza abrumadora. ¿Cómo pude haber dudado de él? ¿Cómo pude haber creído que él podría haberme traicionado de esa manera? Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, y antes de darme cuenta, ya estaba llorando.

Felicia intentó consolarme, pero las palabras no salían. Todo lo que podía pensar era en Mateo, en cómo lo había ignorado, en cómo había permitido que el miedo y la inseguridad me dominaran. Y ahora, sabiendo la verdad, el dolor era aún más intenso. Había dejado que Nicki ganara, que destruyera lo que Mateo y yo habíamos construido.

— Tengo que verlo —dije finalmente, mi voz rota por el llanto.

Felicia asintió, sin hacer preguntas. Sabía que esto era algo que tenía que resolver por mi cuenta.

Salí del estudio casi corriendo, mis pensamientos hechos un caos. Cada paso que daba me acercaba más a su casa, pero también me llenaba de miedo. ¿Y si él ya no quería verme? ¿Y si había decidido que yo no valía la pena después de cómo lo traté? Pero no podía detenerme ahora. Necesitaba verlo, necesitaba pedirle disculpas, necesitaba que supiera que estaba equivocada.

Cuando llegué a su puerta, lo vi allí, asomado, con una expresión preocupada. Mi corazón se aceleró al verlo. Mateo estaba allí, esperándome, como si supiera que vendría.

— Maia, ¿qué pasa? —preguntó con una mezcla de preocupación y confusión en su voz.

No le di tiempo a decir nada más. Me lancé hacia él, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello y aferrándome a él como si fuera mi única salvación. Las lágrimas comenzaron a fluir de nuevo, mojando su camiseta, pero no me importaba. Solo quería estar cerca de él, sentir su calor, su presencia.

— Lo siento, Mateo... lo siento tanto —sollozé, mis palabras apenas audibles entre los llantos—. Fui una tarada... una estúpida. Te necesito, no puedo estar sin vos.

Él me abrazó con fuerza, sus manos acariciando mi espalda mientras intentaba calmarme.

— No entiendo, ¿qué ocurre?—inquirió tomando mi rostro entre sus manos.

— Ya sé todo, Mateo. Perdóname, no sabía la verdad y...no dejé que me explicaras.—sollocé

— Hey, tranquila. Me dejé llevar por el orgullo y no hice nada para explicarte. Perdóname vos, Maia.

Pero sus palabras no hacían más que aumentar mi dolor. No quería que me perdonara tan fácilmente, quería que entendiera cuánto me arrepentía, cuánto lo necesitaba. Mis lágrimas no cesaban, y cuanto más intentaba calmarme, más me daba cuenta de lo mucho que había arruinado.

Me quedé allí, en sus brazos, dejando que todo el dolor, la culpa y la angustia salieran. No sabía qué pasaría después, no sabía si esto sería suficiente para arreglar lo que había roto, pero por ahora, solo quería estar con él, sentir que todavía había una posibilidad para nosotros.

Ahí estábamos nosotros dos, en la puerta de su casa, abrazándonos como si el mundo se fuera a acabar. No había respuestas, no había promesas. Solo nosotros, tratando de encontrar un camino de regreso el uno hacia el otro, sin saber si lo lograríamos.












Jo's note!

Hola amoooores, acá vengo a aparecer luego de esfumarme como si fuera mi papá ahreeee (mis traumas mis chistes)

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Hola amoooores, acá vengo a aparecer luego de esfumarme como si fuera mi papá ahreeee (mis traumas mis chistes)

Yo se q querían reconciliación, veamos si dura la felicidad🥰🥰🥰 me dicen la mata ilusiones

Que les pareció? Algún comentario q hacer? Ustedes solo digan que las leo.

Les mando un besito<3333

Meddle About, TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora