Los días pasaban rápido y mi impaciencia avanzaba más que flash. Estos días luego de lo sucedido, hice un montón de cosas que tenia pendiente, esto quiere decir manicura, pedicura, cabello, trámites, etcétera. Las redes sociales estaban llenas del suceso ocurrido hace un par de días. Mi teléfono no dejaba de sonar repetidas veces, mensajes de pibes con los que tuve algo diciendo "veo que no estás muy sola" o el típico emoji que tiene la ceja levantada. Demasiado cargosos.Mi demencia era mucho mas grande que sabrá Dios con que puedo relacionar esa palabra, la verdad que no sabía que pensar o que decir respecto a eso. Oía todos los días los "viste que te dije que había tensión" de Felicia, quién ya me tenia harta con sus "ojos que no ven, mi intuición que nunca falla" y un sin fin de palabras más.
Sabia que hoy surgía algo en donde debía volver a verle la cara a Trueno, quién después de lo ocurrido me mando alguno que otro mensaje pero decidí ignorarlo porque mi mente no me dejaba en paz con miles de cosas rondando, miles de advertencias.
No quería sentir nada, bueno ni siquiera sentía algo. Tenia mas que claro que yo no podía estar con alguien como él, pero miles de cosas rondaban por mi cabeza luego de ese momento, no me gustaba, no sentía nada, o al menos eso quería decirme mi cabeza.
De tanto pensar, el tiempo se me pasó demasiado rápido. Hoy debíamos ir a la filmación de un comercial, quedamos en filmar esté para una nueva línea de ropa de la marca Adidas. Decidí bañarme rápido, colocándome unos pantalones cargo de un color crema que llegaban a mi cadera, una camisa blanca algo holgada de mangas largas, unas campus, un lazo en mi cabello y estaba lista. El maquillaje fue sutil, rubor, rímel y labial.
Baje las escaleras y me encontré a Felicia quién me miró y sonrió, dándome pasada hacia la salida de mi casa, para luego entrar al auto. El camino fue de reglas que debía respetar y alguno que otro consejo, lo demás fue escuchar música durante todo el viaje.
Al llegar al lugar en donde seria grabado el comercial, logre ver a Trueno a lo lejos, quién de inmediato posó su mirada en mí, intentando saludarme al alzar su cabeza y sonreír, a lo que simplemente ignoré rápidamente. Oímos atentamente los consejos, halagos y felicitaciones que daban por nuestra "relación" entre muchas comillas.
De lo único que estábamos encargados era de modelar, por lo tanto no era algo difícil.
— Bien, ahora necesito que vayan a sus camerinos, los cuales los dejamos compartidos, debido a que están juntos, ¿no?—preguntó una de las chicas encargadas de nuestros atuendos.
No dije nada y la mirada preocupada de Trueno, quién solo dejo de mirarme y respondió.
— Si.—contestó a lo que la chica asintió y nos dirigieron hacia el camerino.
Estando ahí, el silencio inundó toda la habitación en donde estaban los atuendos. No sabía que decir, ni siquiera me atrevía a mirarlo.
— Están re piola los atuendos, ¿no?—preguntó Trueno para romper el silencio.
— Mjm.—asentiste tomando esté.
Trueno notó inmediatamente las actitudes indiferentes que estaba teniendo Maia hacía él. Una parte de él decía que debía preguntarle que ocurría, pero otra decía que lo mejor era callar y no cagarla.
Maia fue hacia el baño y se colocó su atuendo, el cual era una pollera blanca, una camisa blanca con rayas negras, campus y ese lacito que adornaba su cabello aún.
— Te ves linda.—sonrió Trueno mirándome, agradecí y salí de la habitación.
El de trenzas no entendía absolutamente nada, luego de haberse comido la boca, se ignoraban mutuamente. Tenía todas las intenciones de hablar con ella, pero el hecho de que ella ni siquiera lo mirara, le hacia perder las ganas de hablarle o molestarla como solía hacerlo.
Luego de que Trueno terminara de vestirse, ambos fueron hacia el lugar en donde el comercial seria grabado. El lugar era amplio, cómodo y tenia un montón de cámaras y personas encargadas de absolutamente todo.