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Voten 😾😾
Kenma Kozume nunca había sido un chico que se destacara por sus emociones. Desde que era pequeño, prefería perderse en la soledad de sus videojuegos, donde podía controlar el ritmo de su mundo sin interrupciones. La vida real, con sus complejidades y demandas emocionales, siempre le había parecido un territorio incierto. Incluso ahora, como universitario con un canal de YouTube exitoso y un reciente contrato con Twitch, la realidad seguía siendo algo que prefería mantener a distancia.
Era una tarde tranquila, como cualquier otra, cuando Kenma se conectó para hacer un stream con sus viejos amigos del equipo de voleibol de Nekoma. El juego del día era uno de esos battle royales donde la estrategia y la cooperación eran clave, justo en su zona de confort. Las risas y bromas entre los miembros del antiguo equipo resonaban en sus auriculares, creando una atmósfera relajada y familiar. Todo iba como de costumbre, hasta que apareció una donación con una pregunta que lo tomó por sorpresa:
@sunnyspicy ha donado 500 bits: "¿Kenma, extrañas a alguien que ya no forma parte de tu vida?"
El clic del ratón en la mano de Kenma se detuvo brevemente. No era común que una pregunta así lo sacudiera, pero esta vez, la incomodidad se deslizó por su pecho. Aunque su rostro permaneció inexpresivo, una oleada de pensamientos lo invadió, llevando su mente a un lugar que había intentado evitar durante mucho tiempo.
- ¿Kenma? ¿Sigues ahí? - La voz de Kuroo, su mejor amigo y antiguo capitán del equipo, lo trajo de vuelta al presente. Kenma parpadeó, ajustándose rápidamente a su asiento nuevamente.
- Sí, aquí estoy. - respondió, esforzándose por mantener su tono habitual.
Los demás no insistieron más y trataron de olvidar aquella pregunta, siendo obvio que no lo harían frente a cámaras, aunque Kenma sabía que Kuroo lo observaba con una mezcla de curiosidad y preocupación. Continuaron jugando, pero su mente ya no estaba totalmente en el juego. Había algo que no podía dejar de rondar en su cabeza: un nombre, un rostro, una voz que había decidido enterrar en lo más profundo de su memoria.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, tu observabas el stream de Kenma con la misma regularidad con la que lo había hecho desde que él comenzó su carrera como streamer. Aunque el paso del tiempo había calmado el dolor de la separación, los recuerdos aún latían dentro de ti, especialmente cuando lo veías en directo. La pregunta en la donación y la reacción de Kenma no pasaron desapercibidas para ti. Tu corazón dio un vuelco al ver la fugaz sombra de incomodidad cruzar el rostro del chico que una vez habías amado. ¿Sería posible... Que pensará en ti cuando escuchó esa pregunta?
Te quedaste mirando la pantalla, preguntándote si esa reacción había sido por ti o pensaba en alguien más. Después de todo, Kenma nunca había explicado realmente por qué decidió terminar la relación. Las palabras quedaron en el aire, y con ellas, un montón de preguntas sin respuesta que tú habías aprendido a silenciar con el tiempo. Pero ahora, ese silencio parecía más pesado que nunca.
