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Era una noche oscura y fría, la clase de noche que evocaba historias de fantasmas y leyendas urbanas. Las hojas caían de los árboles, arrastradas por el viento, mientras las sombras se alargaban y bailaban en la luz de la luna. Era Halloween, y Kenma Kozume, con su característico cabello rubio y su mirada tranquila, había decidido hacer algo especial para sus seguidores en Twitch.
Te encontrabas en su departamento, preparando todo para el stream de esa noche. Habías estado emocionada por días, esperando que finalmente pudieran compartir un momento tan íntimo y divertido frente a la cámara. La idea de disfrazarse juntos y llevar la temática de Halloween a su audiencia te llenaba de energía. Kenma, aunque siempre parecía distante, había accedido a hacer algo especial solo para ti.
— ¿Estás lista? — te preguntó Kenma, con su voz suave, mientras ajustaba la cámara para que ambos aparecieran en el marco.
— ¡Claro que sí! Aunque creo que tu disfraz de vampiro es un poco... sutil — respondiste, sonriendo mientras mirabas su atuendo. Su camiseta negra y la capa de vampiro eran simples, pero lo hacían lucir encantador.
— Es Halloween, no tengo que exagerar — replicó, encogiéndose de hombros, pero un leve sonrojo se asomó en sus mejillas. Era una de esas pequeñas reacciones que te hacían quererlo aún más.
Mientras tanto, tú te habías esforzado un poco más con tu disfraz. Llevabas un vestido negro que combinaba con una capa de bruja que te había prestado tu mejor amiga. Habías decorado tu rostro con un maquillaje que acentuaba tus ojos, haciéndolos parecer más intensos y misteriosos. Al mirarte en el espejo, pensaste que, al menos, habías logrado el efecto deseado.
— Solo asegúrate de no usar tu varita mágica para maldecirme durante el stream — bromeó Kenma, mirándote con esa chispa juguetona en sus ojos.
— Prometo no hacerte nada, por ahora — respondiste, cruzando los brazos sobre el pecho de manera desafiante, pero en el fondo, te gustaba ese pequeño juego entre ustedes.
Finalmente, el stream comenzó. Kenma saludó a sus seguidores, su tono habitual, calmado y sereno, resonando en el chat. La pantalla mostraba un fondo de Halloween con calabazas iluminadas y telarañas, y las interacciones de los espectadores comenzaban a llenarse de comentarios alegres y divertidos.
— Esta noche vamos a jugar a un juego de terror — anunció Kenma, mientras tú te acomodabas a su lado, sintiendo un ligero nerviosismo en el aire. — No prometo que no me asuste.
La primera partida comenzó, y mientras jugaban, la tensión en el ambiente crecía. Las risas y los gritos llenaban la habitación, especialmente cuando una escena repentina en el juego hizo que ambos saltaran de sus asientos. La cercanía física entre ustedes se hacía palpable. Cuando un susto apareció en la pantalla, Kenma se inclinó hacia ti, su mano rozando la tuya, y te sorprendió lo bien que se sentía.
