Te Odio y Te Amo [Inazuma Eleven Go]

Capitulo 4

Era un día nuevo, y con nuevo me refiero a... nuevo. Iba caminando a la escuela como si fuera un zombie, ¿por que?, porque ayer no pude dormir porque había un maldito gato aullando.

-Reza-chan.

-Mizaki.

-Reza-chan porque no... ¿¡que te paso!?

-no pude dormir y ahora parezco zombie.

-¿por qué?

-un maldito gato no me dejo dormir.

-ya veo.

-mejor vamos a la escuela Misaki.

Cuando llegamos nos dirigimos al salón nos sentamos en nuestros lugares para esperar a que la maestra llegara. Cuando las clases finalizaron y era hora de salir al recreo estábamos reunidos y Misaki me dijo algo.

-Reza-chan, ¿después del entrenamiento puedes venir a mi casa?

-claro, pero, ¿para qué?

-mi mama es doctora y le comenté sobre tu lesión y me dijo que le gustaría revisarte para ver que tan grave era.

-esta bien Misaki

Cuando la campana toco nos fuimos de nuevo al salón para seguir con las clases. Cuando las clases finalizaron nos fuimos al edificio del club para que los chicos pudieran entrenar.

Cuando el entrenamiento término me fui con Mizaki a su casa. Su casa es realmente grande, muy grande.

-pasa Reza-chan.

Cuando pase su casa tenía buen decorado y era bastante amplia. Por lo visto no había personal para limpieza a menos de que ya se haya ido. En la sala apareció una mujer de pelo naranja y ojos del mismo color.

-Mizaki, bienvenida.

-hola mama, ella es Reza-chan, de la que te hable.

-así que tu eres la famosa Reza-chan de la que tanto habla Mizaki.

-s-supongo que si señora Yamamoto.

-por favor Reza, llámame Layla.

-esta bien Layla.

-perfecto, ahora, pasemos a una habitación para el chequeo.

Las señora Layla nos dirigió a una de las habitaciones que estaban ahí cerca. Me pidió que me sentara y me quitara el zapato donde tenía la lesión. Agarro mi pie y lo examino.

-es grave, pero no tan grave, puedes volver a jugar si te haces una operación aunque debes esperar dos meses para volver a jugar. Una semana debes estar en cama, lo que quede del primer mes en muletas y el último mes no traerás muletas, pero para evitar que la herida se habrá es mejor esperar un mes.

-¡solo una operación basta para que vuelva a jugar!

-así es.

-pero, no se sí podré pagar la operación.

-no te preocupes, solo necesito hablar con tus padres.

-mis padres están de viaje de negocios, siempre viajan pero esta mi hermana y es mayor de edad.

-bien, entonces le puedes decir que mañana puedo hablar con ella.

-por supuesto Layla, bueno me tengo que ir, gracias.

-gracias a ti Reza, vuelve pronto.

Salí de la casa de Mizaki y me dirigí a la mía. Cuando llegue vi que mi hermana ya había llegado

-ya llegue

-bienvenida, ¿dónde estabas?

-en casa de Misaki, hable con su mama que es doctora y me dijo que la lesión tenía cura.

-¿en serio?, genial y ¿cuál es la cura?

-una operación, también dice que si mañana bienes a hablar con ella.

-bien, entonces mañana pasó por ti después del entrenamiento.

-bien, me voy a mi habitación.

Subí las escalera casi corriendo, cuando llegue salte a mi cama y me puse a pensar como se sentiría jugar de nuevo fútbol. Estaba fantaseando que ni siquiera me di cuenta cuando me quede dormida.

Sueño de Reza.

Sentía que mis manos estaban atadas a algo. No quería abrir los ojos porque tenía miedo con encontrarme lo que me estaba amarrando. Mi curiosidad me gano y abrí los ojos.

No era mi cama ni mi casa, estaba en un lugar vagamente y terroríficamente familiar para mi. Trate de ver que era lo que me agarraba y eran unos grilletes que me estaban atando a la cama blanca en la que estaba.

Por alguna extraña razón algo me libero y me pude levantar. Observe la habitación, era completamente blanca, observe mi vestimenta y traía una de esas cosas que les dan a los enfermos también blanca.

Me decidí por pararme y caminar a la salida. Abro la puerta y veo que estoy en un pasillo donde hay más habitaciones. Al final del pasillo hay una habitación que me llama mucho la atención si saber el porque.

Cuando estoy apunto de abrir la puerta algo me detiene, una voz familiar.

-aún no es tiempo Reza, todavía no.

Después de eso siento como la blancura se convierte en oscuridad y como poco a poco me voy consumiendo.

Fin del sueño.