Lenguaje del amor Freenbecky

De poemas y rosas

Capitulo 12

Cuando Freen pasó lista ese lunes en el salón de la "lejanía", como lo llamaba internamente, se sorprendió gratamente que uno de sus alumnos, Chandler, el que poco conocía, se levantó de su asiento y caminó hasta ella de manera coqueta. Cuando estuvo frente a su escritorio, el chico apenas se enderezó y le entregó una rosa.

Él le sonrió y le guiñó un ojo.

Ella sonrió confusa y ladeó apenas la cabeza intentado entender que sucedía.
Hasta que Becky hizo acto de presencia. Entró como un huracán y golpeaba con la palma de su mano los bancos que dejaba atrás; su pelo revuelto volaba por el aire que ingresaba a través de las ventanas junto con los extremos de su camisa y, cuando se sentó, les dedicó una mirada de molestia al resto.

-¿Qué te pasó?- escuchó ella a Nop preguntarle. Becky no contestó, a cambio, quitó una gorra deportiva de su mochila y su celular con los auriculares.

Cuando acomodó cada cosa en su lugar, Freen se puso de pie y llegó hasta su banco.

-Quítate eso.- le dijo acompañada de una seña para que la entendiera. Podía oír la música mucho antes de llegar a ella.

Becky recostó la cabeza sobre su banco y la tapó con sus brazos. Si no fuera porque acababa de llegar, cualquiera que la viera podía pensar que estaba durmiendo.

-Rebecca.- le tocó Freen el brazo izquierdo. Becky ni se movió.

Freen suspiró molesta, volvió a la pizarra, tomó aquella regla enorme de madera y la golpeó contra la superficie en la que debía escribir.

Becky alzó la vista.

-Quítate eso.- repitió con los ojos sobre ella- Ahora.

Apenas habían transcurrido quince minutos de su clase cuando Chandler Riggs le levantaba la mano y la llamaba con una seña.

Ese día, algunos ya no le prestaron la atención de la semana pasada ni mucho menos la registraba. Nop, Kirk y Rosé, habían formado un pequeño círculo y hablaban de cualquier tema ajeno al que ella había dado para realizar una tarea.
Non, Jennie y Jisso hablaban de moda en el banco que compartían y, Heng, a su lado, los escuchaba.

Becky aún mantenía la misma posición y parecía no querer cambiarla.

-¿Hay que ponerles títulos a los poemas? ¿O solo los escribo?- le preguntó Chandler cuando llegó a él.

-Como tú quieras, Chandler. Pero sí, generalmente hay que darles un nombre.- respondió ella de manera amable. El chico le sonrió y volvió a su hoja.

Antes de volver a su escritorio le dio otra mirada a Becky; la chica movía su pie al son de una música pero aun tenía sus manos extendidas a lo largo de su pupitre y la cabeza encerrada en ellos.

Infló su pecho con valentía y apenas pudo dar un paso hacia Becky cuando Nop llegaba a la chica y se sentaba a su lado.

Entrecerró los ojos observando la interacción. Nop llevó su brazo izquierdo a los hombros de la castaña e intentó pegarla a su pecho mientras le decía algo.

Freen se dio la vuelta y sonrió. Becky había puesto resistencia.

Freen recordó rápidamente la charla que había tenido con Faye el día anterior; como todos los domingos, las tres, junto a Yoko, se reunían en su casa para almorzar y pasar horas de la tarde juntas. Mientras su amiga le contaba el viaje de regreso con el resto de sus alumnos y Freen comentó el de ella con Becky.

Sin darse, terminó hablando de su alumna por casi dos horas seguidas.

Y Yoko le decía que Becky era demasiado agradable. Y Faye solo la miraba con una ceja levantada a punto de soltar alguna barbaridad que solo la rubia podía armar.