Maratón 2/3
Capítulo 30
Fue tan extraña la sensación que sintió al pisar ese lunes el instituto que parecía que algo le soplaba la cara a cada segundo, a pesar de que los árboles no se movían o caminara sola por el estacionamiento. Pero estaba feliz. Parecía como si todo lo vivido durante el fin de semana nunca la hubiese dejado y cada vez que se abrazaba podía sentir los brazos de Becky como el viernes a la noche en su cama. Reprimió una sonrisa e ingresó al Instituto.
Le llamó la atención que Rhee estuviera en el centro de un pequeño grupo de estudiantes reclamándoles comportamiento y señalándolos mientras intentaba controlar el tono de su voz. Frunció el ceño y se acercó a ellos.
-¿Qué sucede?- le preguntó al profesor del club de canto que observaba todo negando la cabeza y con los brazos cruzados.
-Lo mismo de siempre. Alumnos que quieren llamar la atención... Tus alumnos.- le respondió el hombre señalando velozmente con su dedo a uno de los estudiantes. Freen movió rápidamente los ojos buscando a Becky o a Kirk, el que las últimas semanas ambos hayan sido alumnos ejemplares no significaba que ese día continuaran con la momentánea rutina.
-¿Mis alumnos?- murmuró al no encontrarlos. En cambio, Heidi, respaldada por dos porristas más, se retiró con enojo en su rostro y una salida que llamó su atención por la agresividad de golpear el hombro de sus compañeros. Parpadeó varias veces viéndolas partir y luego se acercó al director- ¿Qué pasó?
-Oh, señorita Sarocha qué bueno que lo pregunta. Esas alumnas aprovechan el baño para escribir cosas que no deberían y jugarles bromas a los alumnos de menor grado... Encárguese que Jensen y sus amigas reciban una hora de castigo.
-¿Qué me encargue?... ¿A qué se refiere con eso?
-Pues a que sean parte de su salón de castigo o esa hora extra que usted da. Pero que aprendan su lección.
-Pero esa hora solo es para...
-Para aquellos alumnos indisciplinados... Y esas porristas forman parte de ese grupo.- Aseguró Rhee antes de alejarse hacia su oficina. Freen infló su pecho algo molesta, ella solo se había ofrecido a darle la clase de disciplina al salón 8, como realmente se llamaba, o el de la lejanía, como a ella le gustaba decirle. Para el resto de alumnos estaba el verdadero salón de castigo. Además, no podía dar los miércoles una hora más de clase para esas alumnas y viajar tarde por lo que, rápidamente, pensó en incluirlas en el grupo de los lunes o viernes. La idea no le agradaba mucho.
Finalmente, antes de llegar al salón que menos alumnos poseía, pasó por el de Heidi y les indicó que se dirigieran al salón de la actividad extra al final de día.
-Buenos días, clase.- saludó alegremente al ingresar a su salón. Les sonrió a todos cuando le devolvieron el gesto alegremente- Tomen sus cuadernos que hoy retomaremos el tema de la escritura y oralidad.
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Lenguaje del amor Freenbecky
RomanceFreen Sarocha es la nueva profesora del instituto, Rebecca Armstrong su alumna menos aplicada. Está historia es una adaptación todos los créditos a su autora original a Mrs Michele