Cuerpo

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Capítulo 24

Apretó sus ojos fuertemente para que esa imagen saliera de su mente.

Estrujó sobre su pecho la sábana de color celeste hasta escuchar el ruido de sus uñas chocar entre sí.

Mordió su labio inferior para que la sangre que veía en ese sueño se sintiera real.

Se quejó pero volvió a hacerlo.

-¿Sabes que las niñas lindas como tú deben complacer a los hombres como yo?- la pregunta era siempre la misma a pesar de los años pasados y a pesar de las altas horas de sesiones con psicólogos para tratar de olvidarla.

Aquellas palabras le daban vergüenza, asco y en aquel entonces no sabía a lo que se referían.

Hasta que sintió que la tomaron del brazo, la tiraron sobre el colchón que compartía con su madre y alguien aplastó el peso de su cuerpo sobre su espalda.

Tembló, porque no veía más allá de la mano de Tom sobre su boca y solo sentía la respiración de él sobre su cuello.

El sonido de un cinturón desabrocharse, un cierre abrirse y su pelo ser tirado con brusquedad hacia atrás la humillaron a temprana edad y la marcaron para el resto de su vida.

Lloró pidiendo en silencio por su madre.

-¡Papá!- gritó a todo pulmón con la voz seca, adormilada y temblorosa. En un segundo la puerta de su cuarto se abrió y Maik apareció tras ella.

-Tranquila, cariño...- se sentó el hombre a su lado y la tomó entre sus brazos arropándola contra su pecho- Respira, Bec... tranquila, tu madre y yo estamos aquí.

-Él está aquí.- sollozó Becky inmóvil mientras sentía las caricias de su padre en su espalda. Caricias que a veces la incomodaban, como en ese momento- Aún está aquí, papá.

-No, cariño. Él ya no te hará daño, ya no mi amor.- murmuró Maik contra su cabello dejándole cientos de besos en su cabeza.

-¿Estás bien, hija?- ingresó Jesse e inmediatamente se recostó al lado de la castaña- Toma.- le tendió un vaso con agua y una aspirina cuando ella negó con la cabeza- Debes tomarla, cariño. Ven.- la tomó ella cuidadosamente por debajo de los brazos y la recostó contra su pecho ayudando a que Becky tomara, en realidad, un calmante y así poder dormir mejor.

-No quiero volver a soñar con él.- susurró Becky entre lágrimas y ambos padres se miraron fugazmente- Ya no, mamá.

-Lo sé, cariño. Lo sé.- le dijo Jesse acariciando cuidadosamente su rostro y cantándole algo por lo bajo hasta escuchar la respiración de su hija calmarse y sintiéndola dormida entre sus brazos- Me quedaré aquí esta noche.- le susurró a su esposo.

-Igual yo. Me acomodaré en el sillón.- dijo Maik antes de besar una vez más la cabeza de su hija y recostarse en el mueble.

Ninguno de los dos volvió a dormir en toda la noche.

Ninguno de los dos volvió a dormir en toda la noche

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Lenguaje del amor Freenbecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora