Palabras para borrar

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Maratón 1/3

Capitulo 15

Había visto al hombre, que ahora tenía frente a ella, aquel miércoles que dejó a Becky en la puerta de su casa y él salió dispuesto a arreglar algún desorden, seguramente, que ocasionaron en su jardín.

Apenas le había visto la cara y gran parte de su espalda pero le pareció agradable. Inclusive cuando Becky le dijo su nombre la oyó hablar con ilusión y orgullo en su voz.

Parecía un hombre que apenas superaba los cuarenta, casi tan alto como ella y de piel clara pero con una sonrisa encantadora; Becky tenía la misma. No, sonrió como si nadie la observara, la sonrisa de Becky le fascinaba y no necesitaba ser comparada con la de alguien. Ni siquiera con la de su propio padre.

-Señorita.- el llamado del hombre la quitó bruscamente de sus pensamientos y la mano que el estiraba en su dirección la obligó a moverse en un correspondido saludo.

-Sarocha, Freen Sarocha.- se presentó agitando la unión de sus manos y separándolas luego.

-Maik Armstrong, soy el papá de Becky.- "Papá", sonrió ella, hasta casi hablaba con el mismo tono infantil que Becky solía utilizar.

-Así me dijo el director, venga pase.- le dijo invitándolo a sentarse en el primer banco que solía utilizar Rose pero él negó con la cabeza cortésmente acompañada de una seña.

-Seré breve.- dijo aún en la puerta. Freen asintió y volvió frente a él- Mire, Becky me comentó de su estadía momentánea y difícil que tiene en Fang ya que reside en Bangkok; me dijo también que el día miércoles la acompañó a hacer unos trámites con respecto a ello...

-Sí, Becky me acompañó de muy buena manera y se lo agradecí sinceramente.

-El punto, señorita Sarocha, es que no estoy muy seguro de que la situación haya sido la correcta,- dijo Maik con una mirada tranquilizadora pero contundencia en sus palabras- entiendo,- alzo ambas manos interrumpiendo a Freen cuando apenas abrió la boca- entiendo que no conozca la ciudad, y toda las excusas que quiera, pero mi hija se retiró ese día del establecimiento escolar antes de las dos de la tarde y llegó a su casa casi a las seis... ¿Entiende mi punto?

-Absolutamente, señor Armstrong y...

-Y me gustaría que eso no se volviera a repetir. Jamás, desde que Becky estudia aquí, jamás había ocurrido semejante situación similar. Por eso, mis disculpas si estoy en tono grosero pero no puedo actuar de otra manera.

-No lo está, señor, estoy de acuerdo con usted. Y mis disculpas también por haberlo preocupado por la ausencia de su hija... Pero realmente necesitaba su ayuda.

-Pues ¿le doy un consejo?... Si usted va a la gasolinera, allí también pueden ayudarla a llegar a cualquier lado... Y no tiene que pagar un almuerzo...

-Sí, sí, gracias por el consejo.- dijo Freen sonrojada. Lo primero que pasó por su mente, ese martes a la noche cuando recibió la llamada para la firma de papeles, fue Becky. Además de ella, no "conocía" a alguien que pudiera ayudarla a recorrer el pueblo sin problema. Pero, ahora que Maik la enfrentaba con la mirada, descubrió que el pensamiento se le fue de las manos y que ayudó a su cuerpo a manejarse a su antojo.

Maik se aclaró la garganta antes de volver a hablar.

-Por otro lado, la felicito por lograr llamar la atención de mi hija.- aseguró él ganando una rápida mirada de Freen.

-¿Cómo?

-Eso. Becky odia esta materia y que haya hablado de la misma durante todas las cenas de la última semana es algo ¿no le parece?

Lenguaje del amor Freenbecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora