Maratón 3/3
Capitulo 53
Flashback
Fue el 12 de julio de cuatro años atrás que Faye hizo las cosas demasiado fáciles para ella. La rubia solo abrazó a su novia, tomó su mano como si de dos niñas se tratase y luego giró a Yoko regresándola frente a ella en un habitual acto: y Freen observó la felicidad y el brillo que sus rostros demostraba.
Esa noche ella fue la única testigo de la prueba más grande que Faye le entregó a Yoko. A pesar de que la envoltura fuese inexistente y el regalo pequeño, era algo que compartirían por el resto de sus vidas sin temor a romper.
Freen las observó meses después a ambas vestidas de blanco y a Faye llorar de emoción por tercera vez: la primera había sido a los 12, cuando tuvo su primera vez con Noey. A los 15 fue la otra cuando Yoko le dijo que "si", si quería ser su novia. Y la tercera era nuevamente con la bailarina, diciéndole que si en otro tipo de entrega.
Freen giró apenas su rostro esa mañana y observó a Becky, a su lado, con una mirada soñadora sobre ella. Del otro lado estaba Kara sosteniendo la mano y también le sonrió cuando ella lo hizo para Becky.
Freen volvió su mirada al frente y el "si, acepto" de Yoko y el "sí, si no no estuviese aquí" de Faye le lanzaron distintas emociones a su cuerpo: ella quería estar en esa misma circunstancia con Becky.
Cuando en el salón de fiesta Kara estaba en brazos de su padre dormida, ella y Becky bailaron cada canción romántica que Faye obligaba a poner y supo que el tiempo se escurría entre sus manos, como la mano de Becky que se separaba por momentos de ella y hasta que volvía parecía eternidad.
Entendió la sonrisa de Yoko de felicidad a lo lejos y mucho más la de Faye. Cuando dos personas se aman un papel firmado por ambas, una ceremonia dentro de una iglesia y una fiesta cara no eran suficientes para demostrar realmente cuando se amaban.
-No es necesario.- fue lo que murmuró Becky al recostarse contra su pecho y continuar bailando. Ella apenas apretó los labios y se recostó contra su cabello.
Para ella sí lo era.
Fin del Flashback
Freen estacionó en el mismo lugar que solía hacerlo cuando iba con Becky al parque junto a sus hijas. Divisó a Faye a lo lejos embobada por el escote de Yoko mientras tomaba algo y Sara jugaba en una de las hamacas.
Freen resopló con gracias, como si ella no hiciera lo mismo con las piernas de Becky.
-¡Tía Yoko!- escuchó ella el grito de Kara mientras ya corría hacia la bailarina. Freen alzó la ceja, ella ni siquiera se había quitado el cinturón de seguridad.
-Bien, Mon ¿vamos a lo juegos?- dijo volteando para tomar a su pequeña hija y quitarla del auto- ¿y usted no baja?- bromeó en el mismo asiento pero al lado del que había ocupado Mon.
-¿Puedo quedarme aquí?
-¿Aquí? ¿En el auto? ¿Solo?- preguntó Freen sorprendida y juntó las cejas al ver al niño asentir- Will, cariño debes salir a jugar un momento, tomar aire y luego te compraré un helado si quieres.
-¿Qué es un helado?- preguntó el niño hundiéndose más contra el asiento.
-¿Un helado? ¿No sabes que... Un helado es algo muy rico que vas a comer. Asi que ven y lo probamos juntos ¿te parece?
-¿Se come?- preguntó el niño ilusionado y Freen sonrió con ganas de reír. En cambio, se inclinó sobre el asiento y lo tiró hacia adelante para que Will saliera. Movió su cabeza llamando al niño y el comenzó a salir con lentitud- Y... ah ¿Qué hago?- preguntó con timidez deteniéndose frente a la profesora y observando detrás de ella a Kara correr desaforada con otra niña detrás que intentaba alcanzarla. Y la pequeña Mon estaba con una mujer jugando en la arena e intentado armar un castillo, tal vez. O solo jugando.
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Lenguaje del amor Freenbecky
RomanceFreen Sarocha es la nueva profesora del instituto, Rebecca Armstrong su alumna menos aplicada. Está historia es una adaptación todos los créditos a su autora original a Mrs Michele