Freen Sarocha es la nueva profesora del instituto, Rebecca Armstrong su alumna menos aplicada.
Está historia es una adaptación todos los créditos a su autora original a Mrs Michele
Habían pasado dos semanas de aquella primera "clase" para que la castaña aprendiera a conducir. Catorce días en que Becky mentalmente había perfeccionado cada una de las indicaciones de Freen pero en la práctica mostraba todo lo contrario solo para volver a ordenarle que cambiaran asientos y luego compartir el mismo.Raramente una vez más sobre Freen lograba manejar a la perfección y sin accidentes.
-Estás haciendo trampa.- la sorprendió la profesora una tarde mientras la retenía por la cintura y continuaba dándole indicaciones; pero a Becky no le importó y volvió a frenar con brusquedad haciendo que todo volviera a comenzar y ella a disfrutar de esos momentos.
Hacer suspirar a Freen y observarla de reojo morderse el labio estaban volviéndose su pasatiempo favorito.
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Cuando ese lunes la campana dio por finalizado el día escolar y veía a Freen desconectar el equipo de música de la última clase apretó los labios y se despidió de todos mientras subía las escaleras. Al llegar a la puerta volteó inevitablemente y descubrió a la profesora observándola confusa, ella le hizo una seña con sus dedos y Freen entendió a la perfección: comenzaba otra vez con sus prácticas de atletismo.
Becky quitó el equipo de su casillero y escondió un minuto su rostro dentro de el para sonreír sin que nadie la viera. Cerró con lentitud y se sintió observada; giró con rapidez y en unos casilleros más lejanos una de las porristas la observaba sin discreción alguna. Se alejó del pasillo y cuando estaba cruzando la puerta Kitty golpeó su hombro con brusquedad y la obligó a retroceder unos pasos. Su mochila cayó ruidosamente al piso y ella solo se le quedó observando: la chica se alejaba con ambas manos en la cadera y ni siquiera le preguntó cómo estaba. Fue Kirk quien llegó hasta ella y le tendió la mano para ayudar a levantarse y acomodar sus cosas:
-¿Qué pasa con esa loca?- preguntó él sin importarle la manera en que la llamo o sin alguien más los escuchaba.
-No tengo ni la menor idea.- murmuró ella aún observando el lugar por dónde Kitty había desaparecido y realmente no entendiendo nada- Voy a entrenar.
-Ok ¿te veo a la noche? Los chicos vendrán a casa a tomar algo y pasar el rato.
-Está bien. Hasta luego, Kirk. - se despidió antes de caminar a los vestuarios y luego finalmente sumarse a la cancha. Sue comenzó a dar las órdenes y ella intentó prestarle atención; nunca había sido buena socializando con el resto de sus compañeras por lo que estaba realizando sus ejercicios de calentamientos sola pero apenas unos metros a su derecha estaba el escuadrón de porristas y eso la ponía algo nerviosa. Cuando Sue gritó que corrieran diez vueltas alrededor se alejó rápidamente y comenzó a hacerlo. Sus brazos flexionados moviéndose de atrás hacia delante, su vista en el suelo y la gota de sudor fueron seguramente las acciones que no le dejaron ver que chocaba con alguien.
