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Jimin se despertó cuando su teléfono sonó. 

- Hola, dijo Jimin con voz soñolienta, sentándose lentamente. 

-¡¿Dónde andas?! - gritó Taehyung al otro lado del teléfono. 

- Quiero decir, ¿Dónde estás? 

- Estoy en casa, respondió Jimin incomprensiblemente. 

- ¡Las lecciones ya llevan como 10 minutos! - gritó, dejando el cubículo en el baño. 

- ¡¿Qué?! ¡Estoy en camino! - gritó Jimin saltando de la cama, tirando el teléfono, comenzó a correr por la habitación buscando su ropa. 

- Maldita sea, maldita sea, susurró. 

- ¡¿Dónde está mi sudadera?! Jimin buscó por toda la habitación su sudadera con capucha y su máscara y, curiosamente, no había ni una sola sudadera con capucha. Era como si se hubieran evaporado. 

"Está bien, me vestiré como ayer". - Pensó Jimin, sacando una camiseta del armario, rápidamente se vistió, tomó su mochila y salió corriendo de la casa. Subió corriendo las escaleras de la escuela, entró corriendo al aula, abrió la puerta y todas las miradas se dirigieron a él. Jimin, inclinándose y poniendo las manos en las rodillas, comenzó a respirar de forma intermitente. 

- Perdón por llegar tarde, dijo Jimin, recuperando un poco el aliento, levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Jungkook. 

- Adelante, Park Jimin, dijo la maestra y miró el teléfono nuevamente. Park se sentó en su escritorio, apoyó los codos en la silla y suspiró. Mientras Jimin estaba sentado se escuchó un susurro que decía algo como "Es tan guapo, espero que no tenga novia" y todo lo demás con el mismo significado. 

Decidió escribirle a Tete.

- Ya vine. 

- Te vi corriendo por la ventana. 

- Estoy tan cansado de que estas chicas susurren. 

- Ten paciencia : D 

- Espero que Jungkook me preste atención. 

- Espero. 

-¡Taehyung! 

- BIEN BIEN.

Jimin levantó la cabeza y miró a Jungkook, estaba hablando con alguien y sonriendo. La sonrisa de ese conejo también le hizo sonreír. Jungkook sintió sus ojos sobre él, aunque estaba acostumbrado a que alguien lo mirara fijamente sin quitarle los ojos de encima, pero esta mirada era especial. 

Se giró y se encontró con la mirada de Jimin, estaba sonriendo, y cuando se encontró con la mirada de enfrente, avergonzado bajó los ojos hacia la pantalla del teléfono. Jungkook sonrió involuntariamente al recordar su sonrisa. 

- Entonces espera, ¿Qué me pasa?. Estos ojos le parecían familiares, los había visto recientemente en algún lugar, pero no podía entender dónde... La voz de un amigo lo distrajo de estos pensamientos, decidió no insistir en ello y continuó la conversación.

- Maldita sea, Taehyung, acabo de encontrar la mirada de Jungkook. 

- ¿Debería comprar tus flores favoritas y ponerlas en la tumba? 

-¡Taehyung! 

- Está bien, no lo volveré a hacer. Llamaremos pronto y luego hablaremos.

Adrenalina en la sangre (Jikookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora