Era la hora del almuerzo en la base de las fuerzas anti-kaiju cuando el vice capitán Soshiro hizo su anuncio. Todos los miembros del equipo se encontraban reunidos en el comedor cuando Soshiro se puso de pie y llamó la atención de Kafka, uno de los soldados menos destacados del equipo, si de poder de pelea hablamos.
A pesar de no ser un luchador particularmente fuerte, Kafka se había ganado un lugar en las fuerzas especiales gracias a su amplio conocimiento sobre los kaijus y su habilidad para anticipar las debilidades de esas bestias. Su capacidad analítica y deductiva habían sido fundamentales en esa misionen, lo que finalmente le había valido el reconocimiento de sus superiores.
Ante la mirada atenta de todos sus compañeros, el vice capitán Soshiro anunció oficialmente que Kafka había sido aceptado en la élite anti-kaiju. Un murmullo de sorpresa y emoción recorrió el comedor, pues muchos conocían las limitaciones físicas de Kafka, pero al mismo tiempo admiraban su dedicación y su invaluable aporte en la planificación de estrategias.
"¡Felicidades, Kafka!" exclamó Shinomiya Kikoru, una de las miembros de la División Número Tres, mientras se abalanzaba sobre Kafka para envolverlo en un cálido y efusivo abrazo.
La reacción de Kikoru tomó por sorpresa a Kafka, pues usualmente ella se dedicaba a provocarlo y molestarlo con sus bromas. Sin embargo, en este momento, la chica parecía genuinamente feliz y emocionada por el logro de Kafka.
La sonrisa radiante en el rostro de Kikoru no pasó desapercibida por nadie en el comedor. Muchos miembros del equipo sabían que en los últimos meses, Kikoru había desarrollado una cercanía inusual con Kafka, aunque nadie conocía realmente la razón detrás de este cambio.
En ese momento, el vice capitán Soshiro se puso de pie y llamó la atención de todos. "Como situación especial por este logro, hoy comeremos pizzas y hamburguesas. ¡Así que disfruten, porque mañana comenzará su intenso entrenamiento!" anunció con una sonrisa.
En cuestión de minutos, varias pizzas humeantes y jugosas hamburguesas fueron servidas en el comedor. Muchos de los soldados se alegraron, pues la comida que solían recibir en la base estaba diseñada para ser balanceada y nutritiva, por lo que este tipo de banquete especial era todo un lujo.
Entre bocados y animadas conversaciones, la celebración se extendió, reflejando el orgullo y el aprecio que todo el equipo sentía por Kafka y su reciente nombramiento a la élite anti-kaiju.
Como la situación era especial, el vicecapitán Soshiro también permitió que sirvieran bebidas alcohólicas en aquella ocasión. Todos los soldados bebieron alegremente, y pronto el ambiente se tornó cálido y animado a pesar de la cantidad de personas ebrias que había.
A medida que pasaba el tiempo, cada soldado se fue retirando a su habitación para descansar. Incluso el propio vicecapitán Soshiro se retiró, pues su estado era bastante deplorable; apenas podía mantener una conversación sin sentir náuseas, todo gracias a la cerveza que había bebido.
En algún momento, solo Reno se quedó junto a Kafka y Kikoru, pero él también sentía que ya era hora de irse a dormir.
"Senpai, Shinomiya, creo que es mejor que nos vayamos a descansar... ya es bastante tarde", dijo Reno.
"¡Me niego!" exclamó Kikoru, tanto ella como Kafka estaban claramente ebrios. "¡El viejo por fin ascendió y festejaremos toda la noche, ¿no es así?"
"¡Sí!" gritó Kafka con entusiasmo, también negándose a irse a dormir.
Reno suspiró, sabiendo que era inútil intentar razonar con ellos en ese estado. "De acuerdo, supongo que los dejaré aquí un poco más. Pero no se duerman aquí, ¿entendido? Tengan cuidado."
ESTÁS LEYENDO
un hermoso accidente [KAIJU NUMERO 8]
DiversosTodo sucedió en aquella noche donde Kafka fue oficialmente aceptado en las fuerzas anti kaiju, con un par de bebidas de más, Kafka y kikoru pasaran una situación que los pondrá a prueba en todos los aspectos posibles. "kafka... Estoy embarazada" Aqu...