Capitulo 18

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La desesperación de Bakugo lo llevó a buscar más allá, sabía que le causó daño a Izuku, siempre cargó con esa culpa, o más bien desde que las consecuencias de sus actos empezaron a hacer efecto.
Corrió por pasillos, subió escaleras, la adrenalina de no encontrar a su profesor a tiempo era lo que lo mantenía en movimiento.
Ya era tarde en la noche, y Aizawa estaba en el salón de conferencias revisando unos papeles.

-Aizawa Sensei, Izuku no está!- Grita Bakugo agitado después de abrir la puerta de un manotazo.

Ambos salieron en la noche después de revisar las cámaras de la ciudad, en tan poco tiempo no pudo haber ido tan lejos, menos sin un don.

...

La vista de la ciudad iluminada era enceguecedora, parecían estrellas en el suelo, en especial desde la azotea de un edificio.
Pensaba en acabar con su vida? Lo iba a hacer después de todo? Eran los pensamientos que mantuvieron vivo a Izuku hasta que por fin fue descubierto.

-Idiota...-

Al darse vuelta divisó al rubio de pelo revoltoso empapado, puesto que estaba lloviendo.

-Tu odias la lluvia- Dice Izuku con los ojos bien abiertos, la humedad en ellos no es por las gotas cayendo del cielo.

-Porque...?- Pregunta Bakugo cansado, asta a punto de caer al suelo pero intenta levantarse con todas sus fuerzas.

-No es lo que siempre quiciste?- Dice Izuku con una mirada cínica, sus ojos están clavados en Bakugo.

-Desde pequeños...- Comienza a hablar mientras se pone de pie en una baranda. -Siempre ha sido así, te gusta burlarte de los débiles, de personas que no son suficientes, por lo menos para ti.
Porque ahora me quieres salvar?

Esas palabras carcomían a Bakugo, no quería recordar el peor error que cometió en su vida, pero en el fondo sabe que esas palabras salieron de peliverde debido q su estado mental.

-Porque te amo, mierda- Dice Bakugo con un tono calmado, mientras mira con una mirada tranquila al chico que tenía en frente, una mirada de amor.

Los ojos de Izuku se abren lentamente, pero no alcanza a reaccionar cuando se resbala y cae, la baranda estaba húmeda, resbaladiza, por lo que sus intentos de agarrarla también fallaron.

Era un muchacho cayendo de un edificio, arrepintiéndose de todo el daño causado, de todo el daño que le causó a la persona que amaba.


-Kacchan yo...-

-Ahórratelo- Dice el rubio de ojos rubí, quien alcanzó a sujetarlo.

Bajo la luz de la luna, y los llantos del cielo, mirada verde esmeralda y rojo rubí se unen, para perdonarse, comprenderse y amarse.

•Problemas del corazón• ~BakuDeku~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora