Capitulo 3

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-Huele a mierda- Dijo Bakugo mientras se acercaba a donde marcaba la mirada de izuku, y empezó a tocar el moho.
-Si pero bueno...- Dijo mientras se dirigía a su celular a ver si habían subido algo sobre él a las redes.
-Porque llorabas?- le preguntó Bakugo, sentándose en la cama con el, apartándole el teléfono de sus ojos cristalizados por llorar. -Sabes... antes yo era la razón por la que llorabas, pero quiero remediarlo y ser la razón por la que dejes de llorar, así que quiero que me cuentes, todo lo que...has sentido desde que llegaste.-

Ni siquiera en el hospital había escuchado decir a Bakugo estas palabras, pero sabía que necesitaba escucharlas, por lo que se largó a llorar, mientras le contaba lo que sucedía en lo más oscuro de su mente.

-...entonces Uraraka ya no me habla, de hecho nadie me dirige la palabra o se digna a mirarme, y... Tenko...- Dijo mientras se secaba las lágrimas como un pequeño niño.

Bakugo se quedó un pequeño rato mirándolo, para poder conseguir las mejores palabras.
-.... y sobre lo de estos malditos extras, quizás es su manera de decirte que no te tienes que preocupar por ellos, no quieren seguir poniendo sus problemas en tu espalda, dejarte tranquilo... haz pasado por demasiado y solo quieren alivianarte los problemas o yo que se, y sobre lo de tenko... se lo merecía-
-Kacchan!- Gritó izuku encabronado, mientras Bakugo se reía.
-A lo que me refiero, es que, ya pagó por todo lo que hizo, tú ya lo salvaste del mal camino, y eso es más que suficiente, dejaste su alma descansar- terminó el sermón de Bakugo, y le regaló una delicada sonrisa, la cual fue correspondida con una de izuku, pero prontamente interrumpida por sonidos en el armario que alarmaron a katsuki.

-Puedo no tener un brazo pero me queda otro lleno de fuerza!- gritó en posición de pelea hacia el armario, del cual salió el pequeño gato de midoriya.

-Y eso?- Dijo apuntando con una cara confundida.
-Es mi gata, kacchan, se llama midnigth, le falta una patita eso sí.- Dijo izuku mientras la tomaba y te mostraba la patita faltante a Bakugo.
-Desde cuando te gustan los gatos? Siempre fuiste de perros-
-Me dio pena dejarla sola y resultó ser una compañía excelente- Dijo mientras le besaba el estómago.
-Es linda, puedo..?- preguntó katsuki quien se volvía a sentar en la cama.
-Hola pequeña...- le dijo mientras la tomaba y la acercaba a su cara, le hacía mimos por todos lados.
-Tu me vas a cuidar a Izuku verdad- Le dijo a la gatita delicadamente, mientras apoyaba su cabecita en la suya, sonriéndole con los ojos cerrados.

Esa escena, Izuku nunca la pudo borrar, lo hizo sentir, protegido y amado...

•Problemas del corazón• ~BakuDeku~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora