-Y-yo, lo siento... no sé en qué estaba pensando, yo...- Dice Izuku con la mirada clavada en el suelo, sentado acurrucado por Bakugo, sus ojos son verdes cascadas.
-No tienes que explicarme nada- Dice Bakugo, nunca antes había estado tan tranquilo, nunca antes había transmitido tanta paz
-Pero yo quiero!- Grita Izuku haciendo puchero.
Bakugo no pudo evitar formar una leve sonrisa ante el puchero, ese era un gesto que hacía el viejo Izuku, demostraba su felicidad en ese momento, su comodidad.
-Yo, no amo a Uraraka, es mi mejor amiga, pero no la veo de otra forma...- Izuku pausa un momento para aclarar su garganta. -Ese día... acepte su confesión porque todos miraban, luego me llevó a un salón, y me robó el beso, que tú viste... ayer en la mañana intenté dejar las cosas claras, pero hoy...todos me evitaban- A pesar que seco sus lágrimas, era un chico sensible, eso lo hacía especial.
-Yo no debí haberte tratado así, no puedo obligarte a amarme, yo estoy enamorado de ti, por lo que me basta que tú seas feliz- Volvió a decirlo con una suma tranquilidad, su tono de voz era tan suave que no sonaba ronco, su leve sonrisa permanecía en su rostro, y sus ojos clavados en las manos de Izuku, cuales acariciaba.
-Kacchan tú sabes que no te obligo a tratarme así...- Dice Izuku con una mirada entre asustada, sorprendida y disgustada, aunque ese no fuera un sentimiento que tuviera en ese momento, hacía referencia al trato tan amable por parte de Bakugo.
-NO ARRUINES EL MALDITO MOMENTO- Gritó Bakugo volviendo en sí, con su voz ronca y tirándole baba al peliverde inconscientemente.
La risa contagiosa de Izuku, desató un tierno momento en el cual, en medio de un abrazo, ambos héroes se reían.
-Ustedes siempre dándome problemas- Dice Aizawa quien acababa de llegar, uniéndose al abrazo.
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•Problemas del corazón• ~BakuDeku~
Fanfiction*Evil Uraraka AU* Luego de que Izuku perdiera sus poderes, pudo entrar improvisadamente a estudiar a la UA de nuevo, causando un gran remordimiento y tristeza por sus sueños frustrados, sumando que pudo ver la cara verdadera de ciertas personas.