32. Los regalos

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Harry y William habían vuelto a Gran Bretaña días después de su visita, nosotros haríamos una parada a Australia antes de volver a sandringham para pasar navidad con todos 

-Papá- llame- ¿Podemos ir a comprar los regalos de navidad? quiero elegir lo que les voy a dar a mis hermanos y a los abuelos. 

-Oh, cierto Lory, creo que hoy podemos ir a algunas tiendas, pediré que preparen una camioneta 

Papá se levanto a hablar con Benedict su secretario para pedir la camioneta, mientras yo espere en la sala con Camila.

-Lory- me llamo- ¿Que te gustaría de regalo para navidad?

-Lo que sea esta bien- respondi tajante 

—Seguro que hay algo que te gustaría recibir —dijo ella

—Me gusta leer, la música y el ballet, puedes preguntarle a mi padre si necesitas opciones—contesté.

Antes de que pudiera responder, papá regresó a la sala.

—La camioneta estará lista en unos minutos. ¿Estás lista, Lory? —preguntó él.

—Sí, papá. Estoy lista —respondí, levantándome del sofá.Bajamos a donde estaban las camionetas que nos llevaron a un centro comercial donde casi no había gente. Supongo que Benedict había arreglado eso para que pudiéramos ir sin problemas.

—¿Qué crees que le guste a la abuela? —le pregunté a mi papá mientras explorábamos una tienda elegante

—. Al final es la reina de Inglaterra. ¿Qué le puede hacer falta?Papá sonrió, contemplando la pregunta.

—Es cierto, Lory, la abuela tiene prácticamente todo lo que podría desear. Pero los mejores regalos no siempre son los más caros o extravagantes. Lo que realmente importa es el sentimiento detrás de ellos.

Me detuve frente a una estantería llena de artículos delicados. Había joyería, marcos de fotos ornamentados, y juegos de té antiguos. Nada parecía adecuado para una reina.

—Quizás algo personal —continuó papá, observando mi expresión

—. No te olvides de sus tarjetas decoradas, a tu abuela le encantan De repente, vi algo que llamó mi atención: un hermoso álbum de fotos encuadernado en cuero con adornos dorados en la portada.

—¿Qué te parece esto? —pregunté, levantando el álbum para que papá lo viera—. Podríamos llenarlo con fotos de todos nosotros.

—Yo creo que a la abuela le encantará.—Iré a buscar un libro para el abuelo —dije, buscando el pasillo de la librería.

El suave murmullo de las páginas pasando y el aroma a papel antiguo me envolvieron mientras recorría la sección de libros. Sabía que al abuelo le encantaban las historias sobre historia y navegación. Me dirigí hacia la sección de historia y exploré los estantes repletos de volúmenes cuidadosamente organizados. Después de un rato, un libro en particular captó mi atención: una edición especial de "La Historia Naval de Gran Bretaña", con ilustraciones detalladas y relatos fascinantes sobre las grandes batallas navales y los exploradores británicos. La encuadernación era de cuero y los bordes de las páginas estaban decorados con detalles dorados

.Tomé el libro con cuidado y lo examiné. Era perfecto. Sabía que el abuelo pasaría horas sumergido en sus páginas, disfrutando cada relato y apreciando las ilustraciones.Mientras Camila y papá buscaban sus regalos fui a buscar lo que les compraría a William y a Harry, también queria comprarle algo a Leah, a Beatriz, Eugenie a Peter y a Zara.

Mientras Camila y papá buscaban sus regalos, me dirigí hacia otras secciones del centro comercial para encontrar los regalos perfectos para William, Harry, Leah, Beatriz, Eugenie, Peter y Zara.

Primero busque el regalo de Zara, me dirigí a una tienda de equitación, sabiendo que su amor por los caballos era insuperable y encontré un hermoso par de guantes de montar de cuero que serían tanto prácticos como elegantes para sus sesiones de equitación.

Mis primas Beatriz y Eugenia eran bastante vanidosas, así que sería algo fácil buscar sus regalos. Me dirigí a una tienda de cosméticos de alta gama donde encontré unos sets de maquillaje exclusivos y fragancias exquisitas que seguro disfrutarían. Elegí dos conjuntos de maquillaje completos, uno para cada una, con sombras de ojos, labiales y rubores en tonos que sabía que les encantarían. Además, opté por dos perfumes delicados y elegantes que complementaban su estilo.

-¿Ya lo tienes todo?- me pregunto papá cuándo nos cruzamos 

-No aun me faltan muchos- dije cuando me dirigía a buscar el regalo de Leah. 

Me detuve en la sección de ropa juvenil y busqué un vestido azul, ya que los vestidos eran la cosa favorita de Leah y el azul era su color favorito. Después de revisar varias opciones, encontré uno que era perfecto: un vestido de gasa con tonos degradados de azul con detalles de encaje y un lazo en la cintura. Era elegante pero juvenil, exactamente lo que imaginaba que le gustaría.

Para mis hermanos, quería un regalo especial además de un suéter, algo que realmente les gustara y que fuera significativo. Sabía que un suéter podía ser práctico y cálido, pero quería añadir algo más personal y especial. A papá le había comprado un perfume que sabía que le gustaría, además de una bufanda de lana para mantenerlo abrigado durante el invierno.

Primero, para William, además de un libro, pensé en algo relacionado con su afición por la música de los Beatles. Me dirigí a una tienda de música y encontré una edición especial en vinilo de sus canciones favoritas, con una portada artística y un folleto detallado sobre las canciones. Sabía que le encantaría tener algo tan único en su colección.

Para Harry, sabía que si le regalaba una botella de Escocés sería feliz, pero no era el mejor regalo, así que decidí buscar algo que fuera más significativo y duradero. Después de darle vueltas a la idea, me dirigí a una tienda de artículos deportivos y encontré un reloj inteligente de última generación, perfecto para un entusiasta del deporte como Harry. Este reloj no solo medía su rendimiento en diferentes actividades físicas, sino que también tenía funciones avanzadas como seguimiento de salud, GPS, y notificaciones inteligentes. Sabía que Harry lo encontraría muy útil tanto en sus entrenamientos como en su vida diaria.

-¡Ya lo tengo todo! -dije, mostrándole a papá todas las bolsas que tenía.

-Nosotros también -respondió papá con una sonrisa, cargando también varias bolsas llenas de regalos.- Entonces es hora de irnos 

-Estoy deseando ver las caras de todos cuando los abran -dije , con una sonrisa de satisfacción.

Durante el trayecto de vuelta a casa, conte a papá sobre cómo habíamos elegido cada regalo excepto el suyo claro y cómo imaginábamos las reacciones de nuestros seres queridos al abrirlos.

Princesa de GalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora