Princesa de Gales

2. Vivir en la realeza

12 de febrero 1992
Palacio de Kensington

—Lory —Llamo mamá.  Corrí hasta ella y detrás de mi iba Louise mi niñera. —aqui estás. —dijo sonriendo y levantandome para cargarme.
Mire su sonrisa, era la más hermosa que había visto, era perfecta.
—¿Qué estás haciendo?
—Jugando mis muñecas.
—¿Quieres ir al cine, o al parque?
Casi nunca salía del palacio
—Si— dije emocionada.
—Ven, vamos a ponerte zapatos— tomó mi mano y me llevo a mi habitación. Me sentó y me puso los zapatos. Louise le entrego una pequeña mochila con mis cosas. — Listo.
—¿Necesita algo más su majestad?— pregunto Louise.
—No Louise, gracias. Podrías avisar que hoy yo recogeré a Harry y a William de la escuela.
—Si majestad.

Mamá me cargo y fuimos a dónde tenía su auto. Me sentó en la silla de seguridad en el asiento de atrás. Ella subió adelante y salimos del palacio. Afuera estaba lleno de paparazzi tomando fotos.
Mamá puso la radio y comenzó a cantar una canción de Queen.

—I want to break free
I want to break free
I want to break free from your lies
You're so self satisfied I don't need you
I've got to break free
God knows, God knows I want to break free.

[...]

Después de ir al cine, fuimos a un parque al que solíamos ir con Harry y William.
—¿Quieres subirte a esa resbaladilla?— pregunto mamá cuando llegamos.
—Si
—Ten cuidado.
Subí a la resbaladilla y cuando estube
Irarriba me deslize, cuando llegué a abajo me levanté y mamá aplaudio como si hubiera hecho algo extraordinario.
—¿Quieres ir a los columpios? —pregungo mamá.
—Si
Tome la mano de mi mamá y fuimos a los columpios, me senté en uno y mamá me empujaba suavemente.
—¿Te diviertes,Lory?—pregunto mamá después de un rato de estar jugando en el parque. Yo asentí pues estaba muy divertida y más que feliz de estar con mamá. —Tenemos que ir por tus hermanos.
Subimos al auto y fuimos a Wetherby, la escuela a la que iban Harry y William en Notting Hill.

[...]

William y Harry subieron al auto, los dos se alegraron al vernos a mamá y a mi.

—¿Cómo estuvo su día niños?
—Bien—respondieron los dos al mismo tiempo.
—Mamá, habrá una competencia de deportes y me inscribí— anuncio William.
—¿Cuando será?
—En dos semanas.
—¿Qué son las competencias de deportes?—   pregunte a medias lenguas.
—Es cuando practicamos un juego y el que lo haga mejor es el que gana. —me explico mi hermano mayor.
—Es como cuando papá juega polo.— dijo Harry.
Cuando llegamos a McDonald's, nos sentamos en una mesa que no estuviera cerca de las ventanas.
—Yo quiero una hamburguesa y papas—pidio Harry.Todos pedimos lo mismo.
—Mira esto Lory —dijo Harry, poniendo dos papas en su boca como foca y haciendome reír.
—Eso es asqueroso Harry— dijo William riéndose.— Es mejor hacer esto.
Metió el dedo en la catsup y embarró a Harry y después a mi provocando que los tres nos ríeramos.

Más tarde después de comer, regresamos al palacio. William y Harry hicieron su tarea, así que yo estuve sola un rato y después fui al jardín con mamá, pero estamos en Londres así que comenzó a hacer frío y nos metimos.

—Hola cariño— me dijo papá cuando me vió.
—Papá— dije corriendo para ir con el, cuando llegue a el, me cargo.
—¿Qué hiciste hoy?
—Jugue con mis muñecas y con mamá, fuimos al cine y comimos hamburguesas.
—¿Salieron?— pregunto papá mirando a mi mamá.
—Si— respondió está— tengo derecho a salir con mis hijos, ¿o me prohibiras eso también?
Dijo dedicándole una mirada fría. Los dos se miraron disgustados, eso no era novedad.
—Lory, diles a tus hermanos que iremos a ver a su abuela y ve por tu abrigo.
Me bajo y yo corrí a decirle a mis hermanos lo que papá me pidió.
—Su majestad— dijo alguien cuando entre en la habitación.
—¿Qué pasa Lory?— me preguntó William.
—Papá me dijo que iremos a ver a la abuela.

Desde la  habitación en la que estaban mis padres se escuchó su discusión.
William le dedicó una significaba mirada a Harry y este se la devolvió.

—Por que no vamos por tu abrigo— Sugirió Harry.

Mis dos hermanos me llevaron a mi habitación, Harry cerro la puerta, eso hizo que los gritos disminuyeran, pero aún había un poco de ruido.

—Harry prende la televisión— dijo William.

Harry prendio la televisión y puso caricaturas, los ruidos de afuera ya no se oían y William me puso el abrigo y mis dos hermanos comenzaron a distraerme, para que yo no escuchará lo que pasaba.

—Vamonos niños— nos dijo papá después de un largo rato.
Salimos del palacio y nos dirigimos al palacio de buckingham.

En la entrada del palacio como era de costumbre una multitud de personas se encontraban afuera.
Entramos y los guardias nos recibieron, al entrar en el castillo, las personas que estaban cerca y la servidumbre hacían reverencias cuando pasábamos.

—Vine a ver a la reina—le dijo papá a un guardia que estaba en la puesta de la oficina de la abuela, para que anunciará su llegada.

El guardiá anuncio nuestra llegada y después nos dejó entrar. En la oficina estaba mis abuelos y Kenneth el secretario particular de la abuela.
Kenneth, era un chico castaño bien parecido, tenía unos  treinta años y por lo que había escuchado decir de la abuela, era eficiente.

—Sus majestades—dijo haciado una reverencia—la veré después, su majestad.

Le dijo esta vez a mi abuela, volvió a hacer una reverencia y salió de la habitación para dejarnos a solas.

—Vangan a saludar a sus abuelos niños.
Los tres nos acercamos a la abuela y la saludamos, cariñosamente, pero cuando saludamos al  abuelo fuimos aún más cariñosos.

—Mamá, papá.
—Carlos— fue el saludo de los dos.
—¿Me llamaste?
—Si, lo hice —afirmo la reina— quería saludarlos y además quería decirte algunas cosas.
—¿Cosas?
—Si, Felipe, lleva a los niños a jugar con los perros.
El abuelo acato la orden de su esposa y nos llevó, con los perros.
—¿Quieren helado?— nos pregunto cuando ibamos hacia el jardín.
—Si— dijimos los tres.
Antes de ir al jardín fuimos a la cocina por helado, y salimos al jardín en dónde se encontraban los perros de la abuela.
—Debes dejar de consentirlos.
Papá había llegado a dondo estábamos, y estaba parado cerca observandonos.
—Son mis nietos, ese es mi trabajo.
—Los volverás unos malcriados— le dijo
—No creo que haya alguien más que tú.
Le dijo el abuelo riendo.
—Niños, está haciendo algo de frío, vallan adentro.
—Pero papá—dijimos los tres.
—Adentros. Además ya tenemos que irnos.
Nos metimos al palacio y fuimos a despedirnos de la abuela.

Esto era mi vida, estaba con mamá, después llegaba papá habían discusiones y después íbamos a ver a la abuela. ¿Saben que es lo más extraño? Verme en televisión, en ocaciones mi familia aparecía en las noticias o en el periódico.
Pero a mí corta edad, estaba aprendiendo que yo era una princesa y ese era mi trabajo