Capítulo 32

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Lauren.

Generalmente las horas previas a cualquier evento resultan cruciales para que todo salga perfecto y es mucho más complicado cuando se trata de una boda porque tenemos distintas locaciones.

El castillo ha sido dividido en dos partes principales, el espacio al aire libre donde se realizara la boda y el espacio trasero donde se desarrollara la fiesta. Ambos deben estar impecables.

Incluso las partes interiores del castillo. Los pasillos por donde caminara Rafaella. La escalera. El camino de flores. El arco de tulipanes blancos por donde pasara para llegar al altar. El altar. Los platos que se servirán. Los postres. Tragos.

Inspecciono que todo esté en su lugar. Lo vengo haciendo desde hace dos días. En los que me he convertido en una persona obsesiva con lo que hace.

Tengo a algunos trabajadores colocando flores en las sillas de los invitados y a otros terminando de armar el arco. Eso lo hemos dejado para el final porque deben realizarse con flores naturales y frescas.

Mi equipo de trabajo ha llegado el día de ayer desde Madrid y también van por la propiedad ultimando detalles del salón.

No he tenido tiempo ni para respirar desde que he pisado Moscú.

Regreso al castillo andando deprisa.

Mi teléfono suela y pulso el botón de contestar cuando veo que es Lucia.

-¿Qué paso?-contesto.

-Las luces del arco no encienden. Envía a alguien, todos están en el salón de fiesta.

-Ok. Ahora mismo consigo a alguien.

Dios santo. Nada puede fallar.

Veo a un hombre a la distancia y me acerco con rapidez.

-Hola, ¿Puedes ayudarme, por favor?-le pido al chico del staff.

-Claro, señorita.

-Por aquí, por favor.-le señalo en camino que debemos seguir.

Se alinea a mi lado caminando con prisa por el pasillo.

Giramos en una esquina y veo al Costa a la distancia, caminando en nuestra dirección.

Viene vestido con unos jeans simples y una camiseta gris que le queda como a los dioses.

Supe que ayer había llegado al castillo para instalarse con comodidad, pero no nos habíamos cursado hasta ahora.

Regreso a mirar al hombre que camina a mi lado.

-Lo que pasa es que las luces inferiores del arco de flores por donde pasará la novia no encienden.

-Debe ser un problema con algún cable. Encontrare la falla y lo arreglare. No se preocupe.

Thiago se detiene casi frente a nosotros esperando que también me detenga pero continuo por mi camino.

-Seguro que sí, pero tenemos que solucionarlo con urgencia. No falta nada para la ceremonia.

De la nada tiran de mi brazo con fuerza haciéndome girar.

Mi mirada se encuentra con unos ojos verdes furiosos, ardiendo en llamas.

-Déjame a solas con la señorita.-sus palabras van dirigidas al hombre pero su vista está sobre mí.

El hombre le responde con un asentimiento que estoy segura que no ve, mientras se retira.

No nos hemos visto desde que le deje el documento en la oficina de su casa.

PRESAGIO DEL DESTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora