Capítulo - 9

7.3K 364 143
                                    

6 años atrás.

Thiago.

Contemplo a la hermosa rubia que duerme aferrada a mi cuerpo, con la cabeza en el centro de mi pecho, sobre mi corazón.

Se ha quedado dormida después de vaciarme por completo y casi provocarme un paro cardíaco.

Cualquiera que la mira en la calle no creería que uno de sus pasatiempos favoritos es arrodillarse frente a mí, chuparme la polla y tragarse todo lo que puedo ofrecerle.

La pone caliente el hecho de que me derrame en el fondo de su garganta, incluso más, eso la hace gotear a chorros sobre mi alfombra.

Lo bien que sabe tomar mi polla me hace delirar, es como si toda mi vida hubiese estado destinado a caer por ella.

Ma blonde es capaz de reducirme a nada con una sola mirada de esos profundo ojos ámbar claros.

Espabilo cuando el móvil empieza a sonar, obligándome a despertarla para poder estirarme y tomar el aparato.

Me paralizo cuando veo el nombre de Rafaella en la pantalla.

Ella nunca llama cuando sale de compras.

-¿Qué pasa, Amore?-pregunto apenas deslizo el dedo por la pantalla.

Al otro lado se escucha desorden y estruendos.

-¡Un imbécil me está persiguiendo con una maldita bazuca!-grita para que la escuche, pero no lo hace por preocupación.

Lo dice en un tono divertido.

Me levanto de inmediato. Lauren me observa alarmada.

A veces siento que Rafaella camina por la vida esperando a que alguien le meta una puta bala en la cabeza.

Es como si le diese igual vivir o morir.

-¡Mierda, Rafaella! ¡Te dije que no salieras!-me altero.

-¡Es mi día de espacio personal, no me jodas con eso! ¡El imbécil ha reventado el auto con toda mi seguridad adentro, solo me queda el auto de Mattia al frente!

-¡Si te matan tendremos un gran problema!-terminó con la llamada vuelto mierda por esa maldita inconsciente.

Quiero imaginarme que ella piensa que su vida es un juego, porque me resisto a pensar que después del secuestro desea morir.

-¿A dónde vas?-pregunta Lauren.

-Rafaella me necesita, tengo que ir por ella.

No me detengo a darle más explicaciones.

Llamó a Sebastián y le ordenó que se adelante a brindarle seguridad a Rafaella, mientras me pongo un camuflado negro con agarre para las armas.

-Pero se fue de compras...-su voz sale nerviosa.-Solo tenemos que esperarla...

-No puedo esperar aquí a que me la traigan muerta.

Camino a grandes zancadas y muevo el enorme cuadro negro del caballo rampante que tengo en la habitación, dejando al descubierto todas mis armas.

Colecciono las mejores.

-¿Q-que es...? ¿Por qué tienes esas armas?-me mira asustada.

-Luego te lo explicaré.-trato de tranquilizarla.

-¡¿Por qué tienes esas armas, Thiago?!-grita fuera de sí.

-Cuando regrese lo hablaremos con calma.

-¡Explícamelo ahora mismo!-se descontrolada, atravesándose en mi camino impidiéndome tomar más armas.

-¡Muévete!-grito molesto.

PRESAGIO DEL DESTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora