Lauren.
Durante la mañana me comunicaron que Rafaella había solicitado mi presencia en su oficina, así que acudí sin pensarlo dos veces.
Hemos podido tomar decisiones y ha escuchado algunas de mis recomendaciones. Por ahora, tenemos decididas las flores, con este dato ya me hice una idea de cómo será el bouquet de novia que llevara, obviamente tendrá tulipanes blancos pero también el toque de unas rosas negras.
-Ya le dije a Thiago que estás aquí.-la escucho dirigirse a mí y una electricidad extrema me recorre el cuerpo dejándome al borde del colapso.
Dejo mis apuntes a un lado para mirarla.
A pesar del miedo, en el fondo me muero por saber cómo ha reaccionado.
-¿Qué te dijo?-temo a la respuesta que me dará.
-Que le daba igual, pero no quiere verte.
Exhalo el aire que mantenían mis pulmones a punto de reventar.
-Lo supuse, pero en el matrimonio nos veremos, tengo que estar observando que todo se haga bien y que las cosas salgan perfectas.
-Él no dejará de ir, ¿Lo sabes, verdad?
Sé que estará presente, es su mejor amigo, eso es un hecho. Por mucho que me odie, no puede perderse este momento.
Él la quiere con toda su alma.
-Eviten encontrarse. No quiero que me arruinen la boda.
Asiento sin objetar nada. No tengo derecho a eso.
Seguimos con la conversación hasta que tenemos que ir a probar los platos que se servirán en el matrimonio.
Estacionamos detrás de otro auto y procedemos a bajarnos.
Un hombre aterrorizante, de rasgos duros y hermosos se acerca a nosotras como alma que lleva el diablo.
-Estoy aquí desde hace una hora.-brama furioso.
«Este es el novio».
Me tenso por el tono de voz que usa, si a mí me hablaran así ya estaría llorando, pero ella no ya que tiene un carácter y temperamento bastante similar.
-Si. Me hice tarde.-le explica Raff intentando pasar por su lado sin darle importancia pero la detiene y le come la boca, devorándola.
Cuando se separan ella lo mira mal.
He quedado traumada con esta demostración de afecto.
Entramos en el restaurante y el mesero la reconoce al instante en que la ve. Se acerca a informarle que dará aviso al dueño para que pronto este con nosotros.
Al parecer es cliente recurrente.
Se gira para mirarnos a mí y a su marido.
-Lauren. Te presento a Máximo Kuznetsov.-asiento en su dirección.-Máximo, te presento a Lauren Dreux.-me ignora y toma asiento de mala gana.
Poco a poco voy descubriendo que es un cavernícola.
El dueño se acerca a la mesa y empieza a charlar con Rafaella quien pide le sirvan toda la carta.
Después de un cierto tiempo nos traen la comida y empezamos a degustar plato por plato.
-Si no vas a comer te puedes ir.-le habla Rafaella con dureza al hombre con el que se casara ya que no se ha llevado ni un bocado a la boca.-No sé para qué has venido.
-Quiero probar la comida.-la mira con detenimiento.-Los postres para el final, preciosa.
Mientras degusto los platos me pregunto porque carajos no he probado comida peruana antes, me arrepiento totalmente. Es absolutamente deliciosa.
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PRESAGIO DEL DESTINO
Teen FictionUn pasado doloroso los persigue. Ambos tomaron decisiones que marcaron el curso de sus vidas, cambiando todo de un momento a otro, sin saber que a veces ya no hay forma de retroceder sobre nuestros pasos dados. Pero eso no lo sabía aquella mujer qu...