Traje de baño.

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Mis tan esperados 15 años habían llegado, me daba nostalgia recordar como añoraba está celebración, la cual no sería ni la mitad de lo que había deseado. Tuve que ir a estudiar a la escuela y Diego tuvo que trabajar horas extras.

Alex compro un pastel y lo comimos en su casa, se nos había hecho costumbre que al salir de estudiar íbamos a mi casa a traer a Bollita y luego nos íbamos toda la tarde a casa de él, aunque algunas veces mi amigo prefería no ir a su casa, hasta muy entrada la noche, ya que un primo de él había comenzado a vivir con ellos, aunque casi no pasaba en casa por su trabajo de medio tiempo que tenía después de la escuela.

Aun así, salíamos todas las tardes a pasear a Bollita ya que tenía que gastar sus energías o hacia muchas travesuras por toda la casa.

Alex: ¿ya pensaste a que Instituto te gustaría ir el otro año?

Elizabeth: aun no lo decido, tampoco he tenido tiempo de hablarlo con Diego, se la pasa ocupado con el trabajo, solo llega a dormir.

Axel: ¿y que opción escogerás?

Elizabeth: no me digas que estás pensando en tomar tu decisión basado en lo que yo elija.

Axel: claro, será más divertido si estamos juntos.

Elizabeth: no lo hagas.

Axel: ¿Por qué no?

Elizabeth: porque no, porque debes escoger algo que te guste porque luego lo seguirás estudiando en la universidad y tendrás que trabajar eso el resto de tu vida.

Axel: da igual -frunce el ceño y voltea a ver hacia otro lado- tengo que dirigir la empresa de mis padres en algún momento, a ellos no les importa la carrera que elija, puedo hacer lo que quiera, pero de la empresa no me salvo.

A mi amigo parecía no gustarle la idea de estar a cargo de la empresa de sus padres, no sabía si era porque en realidad no le gustaba la idea o era solo por llevarle la contraria a ellos.

Dejamos de hablar del tema porque mi amigo parecía arisco a hablar de eso.

Al llegar a mi casa nos encontramos con un Diego completamente agotado, estaba dormido de lado en el sofá con su ropa de trabajo aun, Axel llevo al patio trasera a Bollita para darle de comer y yo me dirigí a despertar a Diego para que fuera a descansar a su cuarto.

Me acerqué en silencio, me puse de rodillas para quedar frente a su rostro, tenía las ojeras muy marcadas debido al desvelo del trabajo que traía a casa y las madrugadas, su piel se veía un poco pálida, supongo que no había estado comiendo bien.

Le quite un mechón de cabello que caía sobre sus ojos, mi dedo recorrió desde su frente hasta sus mejillas, donde pose mi mano, Diego era muy guapo.

Alto ¿Por qué estoy pensando que mi hermano es guapo? Por lo general las hermanas no suelen decir eso, pero no tiene que ser tan malo tampoco ¿verdad? Que me parezca guapo es porque realmente lo es, debería de ser un cumplido para mí también ya que somos hermanos, si él es guapo quiere decir que yo también llegare a ser guapa...

En un instante mis pensamientos fueron cortados pues Diego me había tomado de la muñeca y jalado de ella, haciendo que quedara a centímetros de su rostro, sus ojos estaban abiertos, pero aun adormitados, podía sentir su respiración y como mi corazón latía con fuerza, pasaron unos segundos, pero se sintieron eternos, hasta que mi hermano reacciono, me soltó y se sentó.

Diego: losiento, creo que aún estaba un poco dormido. Qué bueno que llegas quería hablar contigo.

Elizabeth: ¿enserio? ¿Paso algo en tu trabajo?

Dispuestos A Cruzar Los Límites.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora