la vida es un asco

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Mis ánimos habían estado bajos desde el ultimo suceso y por si fuera poco Diego había tomado nuevamente la decisión de mudarnos a otra casa, esta vez a una colonia cercana a Paty, pero en una casa aún más pequeña, por lo que tuvimos que vender muchas más cosas.

Diego: losiento por estar en medio de esta mudanza tan cerca de tu fecha de cumpleaños – se baja del carro y me abre la puerta a mi- dime lo que deseas para ese día y te lo daré – sonríe cálidamente-

Elizabeth: quiero que Bollita reviva -salgo del carro y rápidamente entro a la casa- quiero estar sola.

Sabía que lo que había pasado no era culpa de Diego, pero aun así estaba un poco molesta, no me parecía justo todo lo que nos pasaba en la vida. Nuestros padres biológicos nos abandonaron con nuestros tíos, de lo cual no me quejo ya que ellos fueron unos maravillosos padres, pero luego tuve que perderlos y ahora también se fue Bollita.

Diego: losiento -se acuesta a mi lado y me abraza-

Elizabeth: sé que no es tu culpa lo de Bollita.

Diego: Tomas tampoco tuvo la culpa, fue un accidente.

Elizabeth: pensé que habías decidido que nos mudáramos para que se me hiciera más fácil romper lazos con él.

Diego: son cosas diferentes, pero sabes muy bien que lo que paso con Bollita fue un accidente, nadie se imaginó que un ladrón entraría a casa y la apuñalaran.

Elizabeth: Tomas dejo la cochera abierta. Y si hubiera regresado antes a revisar tal vez el veterinario habría logrado salvarla.

Diego: no fue su intención, sabes que la situación familiar de Tomas es complicada en estos momentos.

Elizabeth: claro, como la de nosotros es todo color de rosas. Ni siquiera podemos tener camas separadas por el poco espacio que hay. Solo déjame sola un rato.

Diego: ¿me estas pidiendo que me salga de la casa? Por si se te olvida no tenemos cuartos y la única división es la del baño.

Elizabeth: ash solo vete a otra parte del cuarto – me siento en la cama- ni siquiera le podemos decir que es una casa, que tipo de casa no tiene divisiones, tenemos todo amontonado y ya ni sillones tenemos, solo tenemos un juego de comedor, la cocina, la refri y la lavadora.

Diego: mi hogar es donde tu estés – me da un beso en la frente y se levanta- no necesito nada más, no me importaría no tener nada si te tengo a ti, iniciaría mil veces desde cero para estar contigo.

Diego se fue a cocinar, lo cual quedaba a unos 5 pasos de distancia de la cama, seguía viéndolo, escuchándolo y sintiendo el aroma de su comida, pero me había dado el espacio que necesitaba en estos momentos.

Desde los primeros días de estar en la nueva casa comencé a tener unas horribles pesadillas, la más frecuente era que me atacaba un vampiro, pero no un vampiro guapo y en forma humana como lo suelen representar las películas, estos era monstros, peludos, apestosos, con baba en todo su cuerpo y grandes colmillos.

En el instante me daban muchísimo miedo y me despertaba llorando y gritando. Diego despertaba y me consolaba siempre, abrazándome fuerte, diciendo que todo estaba bien, besando en la coronilla y acariciándome la espalda.

Las dos primeras semanas desde la mudanza no fui a estudiar, Paty y Tere pasaban por nuestro hogar antes de regresar a sus casas del instituto, tampoco quería verlas, por lo que a los 10 minutos de llegar les pedía que se retiraran. Samuel se puso en contacto conmigo inmediatamente después de la mudanza al pequeño cuarto donde estábamos viviendo, Diego le había contado lo sucedido y comenzó a darme apoyo psicológico para salir de la crisis depresiva que tuve, me tranquilizaba mucho el no tener que ver a Tomas, al final si había sido buena decisión mudarnos de casa.

Era sábado por la tarde, Diego no estaba en casa, andaba haciendo las compras para la cena, en eso tocaron la puerta. Permanecí en silencio, si era Tomas no tenía la intención de abrirle al igual que a las chicas, ya no me sentía tan triste, estaba aceptando todo lo que había pasado, pero aun quería aprovechar estos últimos dos días antes de regresar a la escuela con normalidad.

Pero al otro lado de la puerta se escuchó la voz de un hombre desconocido.

Desconocido: ¡buenas tardes! Entrega para la señorita Elizabeth Rivas.

Dudé en salir, pero en cuanto abrí la puerta el hombre se había ido y había dejado un ramo de tulipanes blancos.

Con una nota que decía:

Espero que tu corazón encuentre paz.

Mi primer amor eterno

No pude evitar que pequeñas lagrimas brotaran de mis ojos, esas pocas palabras habían llegado a tocar mi corazón dolido y lo habían abrazado, era tan reconfortante, era justo lo que necesitaba en este preciso momento.

No tenía remitente, pero muy en mi interior creía saber quién las había mandado.

Muchas gracias Axel, a pesar de no estar presente y de no hablar desde hace mucho tiempo, sé que siempre estoy presente en tu mente como tú lo estas en la mía. Espero mis pensamientos y sentimientos lleguen hacia ti. Beso desde la lejanía.

En el momento en que estaba dispuesta a entrar de vuelta a la casa Diego apareció, vio las flores, pero no mostro una expresión de sorpresa sino más bien entre molesto y melancólico.

Diego: lindas rosas -entra a la casa- voy a preparar la cena.

Elizabeth: son tulipanes, tonto.

Ni por cerca deseaba festejar mi cumple años, tal vez era parte de crecer o por todos los acontecimientos tristes que nos habían pasado, pero ya no me ilusionaba la idea de los cumpleaños. Lo único que en verdad deseaba era que nuestra vida ya no empeorara.

Elizabeth: ya pensé en lo que quiero para mi cumpleaños.

Diego: que bueno, ¿qué es lo que deseas?

Elizabeth: quiero que sea un día normal, no quiero nada de fiestas ni de visitas, nada de regalos ni de pastel.

Diego: pero es un día especial.

Elizabeth: ¡mira nos Diego! ¿te parece que es algo especial? No nos ha pasado nada bueno durante mucho tiempo, ya no me importa nada solo quiero un estúpido día tranquilo y normal.

Las emociones que había guardado en mi interior comenzaban a salir y no las podía controlar, sentía enojo, frustración y mucho tristeza.

Elizabeth: la vida es un asco.

La cara de Diego mostraba enojo también, pero nodijo ni una sola palabra, en ese momento recibió una notificación en su celulara lo que él solo tomo su chaqueta y salió de casa sin decir ni una solapalabra.

Dispuestos A Cruzar Los Límites.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora