Mala noticia.

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Después de haber roto en llanto y lograr desahogarme un poco tuve que volver a la realidad, yo era el encargado de esta casa ahora y de hacer todos los trámites para el funeral de mis tíos, sin mencionar que aún tenía que decirle a Eli lo ocurrido.

Estaba desecho por dentro y sabía que para ella sería doloroso también, tenía que ser fuerte para poder consolarla pero aún no me sentía preparado.

Samuel y yo ya teníamos todo prácticamente arreglado, él me ayudo bastante a saber que pasos se debían seguir y logramos todo por medio de llamadas y videollamadas, aun teníamos que hacer muchas vueltas ya que los cuerpos serian enviados a nuestro país sin incinerarlos antes, Samuel pensó que era mejor idea ver por ultima vez el cuerpo de nuestros tíos antes de incinerarlos, yo necesitaba verlos una ultima vez pero no sabía si era una buena opción para Eli, aun así decidimos que se entregarían los cuerpos como estaban, no por Eli sino por mí, era mi último deseo egoísta antes de comenzar mi nueva vida como tutor y responsable del hogar.

Ya eran las 8 de la noche, a esta hora normalmente ya habíamos cenado con Eli, ya no podía posponerlo más, salí de la casa tratando de apegarme a nuestra nueva realidad, ya no iría a ver a Eli como el hermano que no quiere que se sienta sola sino más bien como el adulto responsable de ella, alguien en quien a partir de ahora ella debería de confiar y en quien debía de apoyarse incondicionalmente.



*Narra Elizabeth*

Axel: ya es muy tarde deberías entrar a descansar al dormitorio.

Mi amigo era muy platicón y sonriente pero no en estos momentos, había llegado hace 5 minutos corriendo a mi lado, preguntando si ya había llegado mi hermano, supongo que se había animado a saludar a Diego, aunque yo aún no se lo había pedido.

Elizabeth: quizás tuvo algún retraso en el trabajo -me encojo de hombros y cruzo mis brazos- deberías entrar antes de que venga mi hermano, si te encuentra aquí comenzara a interrogarte, no quiero que te asustes y te alejes de mí.

Se quita su chaqueta y se acerca  con cuidado para ponérmela, esta parte caballerosa de él lo hacia ver bastante atractivo a mis ojos, me toma de los hombros, los frota con sus manos y fija su mirada en mis ojos.

Axel: como si eso fuera a pasar.

Elizabeth: lo dices porque aun no conoces a Die...

Axel: me refiero a que nunca me alejaría de ti, eres una chica maravillosa, me siento identificado contigo porque ambos pensamos mucho las cosas y nos imaginamos demasiadas cosas, por eso siento que eres la única persona que me logra entender y la única que logra calmarme. Quiero ser un apoyo para ti.

Sus palabras habían logrado conmoverme, el ambiente se había vuelto cálido gracias a él. Con el resplandor de la luna y los grillos sonando de fondo parecía todo tan perfecto, Axel se comenzó a acercar a mi rostro lentamente al igual que yo al suyo, nuestros labios quedaron a unos cuantos centímetros y nuestras frentes una apoyada con la otra, estaba a nada de experimentar mi primer beso, estaba más nerviosa por el hecho de que se hubiera detenido que por pensar en mi primer beso.

Elizabeth: ¿Qué pasa?

Axel: no puedo, no es el momento adecuado...

Justo cuando comencé a sentir la decepción de quizás no ser suficiente para que me diera un beso escuchamos como alguien venia gritando mi nombre.

Diego: ¡Elizabeth! Perdón por llegar tarde ¿ya cenaste?

Elizabeth: ya es tarde, Axel vino con comida para mi hace un rato, losiento por no esperarte.

Diego: gracias, pero creo que deberías de irte ahora por que...

Axel: lo entiendo, en otro momento me presentare como es debido.

Diego me quita la chaqueta de Axel y me coloca la de él.

Diego: esto debe ser tuyo, llévatelo no lo necesita, me tiene a mí.

Veo como Axel a pesar de ser menor que mi hermano se enfrenta en una mirada con él, se nota el enojo en sus verdes ojos que parecen cambiar a un tono celeste, y cuando veo como aprieta el puño y estoy lista para detener un enfrentamiento Axel solo niega con la cabeza, agarra la chaqueta y me da un abrazo y un papelito.

Axel: estaré para apoyarte, sabes que cuentas conmigo -se dirige a mi hermano- lo dejare pasar esta vez por la situación, pero no creas que me alejare de Eli.



Diego: necesito que hablemos.

Elizabeth: no quiero regaños, solo es un amigo, además sabes que no tengo amigos casi, ni amigas, podrías por favor no tratarlo de asus...

Diego: no es sobre eso.

El silencio de mi hermano me asustaba, nunca lo había visto tan serio como ahora y mientras más lo observaba más raro lo veía, traía el cabello revuelto y los ojos rojos. Se sienta en la grada donde siempre nos sentamos y me indica con la mano que haga lo mismo.

Elizabeth: ¿no vamos a hablar con papá y mamá? ya es muy noche. ¿Te pasa algo?

Diego: ... sabes que te amo, debes de asegurarme de que pase lo que pase vas a confiar en mi y te apoyaras en mi...

Solo alcanzo a asentir con la cabeza lentamente, lo que mi hermano debía decirme al parecer no era fácil para él tampoco. Nos quedamos en silencio nuevamente, los segundos me parecían infinitos, mis nervios incrementaban cada vez más.

Diego: comenzaremos un nuevo estilo de vida, te puedo asegurar que todo lo que está pasando ahorita será muy doloroso, pero me tienes a mí, nunca te dejare. Paso algo en el viaje de nuestros padres, ellos tuvieron un accidente muy fuerte... y lamentablemente... ellos ya no podrán estar con nosotros... murieron.

No podía dejar de ver a Diego, esperaba que me dijera algo más, pero ya no pudo decir nada, se limito a abrazarme hasta que mis ojos se llenaron de lágrimas, me conto todo con detalles para que la idea se fuera analizando en mi mente, podía ver el dolor de mi hermano al contar todo, pero también veía como los ojos se le ponían llorosos, pero lo retenía.

Pase llorando una hora mas hasta que llego Axel nuevamente.

Axel: la directora quiere hablar contigo Diego.

Diego: iré en otro momento.

Axel: NO, debes de ir ahora, yo me quedare con Eli.

Diego: quédate aquí Eli, regresare por ti lo más rápido que pueda. – besa mi frente y se va-

Axel: ven aquí.

Axel se sienta junto a mi y me abraza, mientras acaricia mi cabeza con su mano. Debía de explicarle que estaba pasando, de seguro estaba preocupado por verme llorar tanto, pero las palabras no lograban salir.

Elizabeth: ...yo... es que... mis papás, mis tíos...

Axel: lose, no debes de decirme nada si aun no estas lista, todo a su tiempo, debe de ser muy duro por lo que están pasando.

Elizabeth: ¿ya lo sabias? -limpio mis ojos y Axel me brinda un pañuelo de tela mientras asiente- ¿Cómo?

Axel: cuando iba para el comedor a cenar pase cerca de la oficina de la directora, me llamo para preguntar por ti y me conto lo que había pasado, Diego llamo antes de venir para explicar la situación y pedir que se te dejara salir antes del campamento. Tus cosas ya están listas, le pedí a una de tus compañeras de cuarto que las guardara. No debes de preocuparte por nada y antes de que se te ocurra pensar en más cosas debo aclararte que solo le dije a tu compañera que guardara tus cosas porque saldrías antes de aquí, no le dije nada más.

Elizabeth: gracias por todo, espero que nos volvamos a ver, eres un chico increíble.

Apoyo mi cabeza sobre su hombro y nos quedamos en silencio, Axel acariciaba mis manos que estaban heladas, no sé si era por la noticia o por el clima, pero me estaba regalando su calidez.

Llego mi hermano con mis cosas listas para irnos, me despedí de Axel con un beso en la mejilla y muchas lágrimas, subimos al auto y todo el viaje fue silencioso, ambos teníamos que procesar la mala noticia.

Dispuestos A Cruzar Los Límites.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora