Recordatorio: No olvidéis dejarme vuestra estrellita y comentario (dirigido cariñosamente a los lectores fantasma). Vuestro apoyo ayuda a llegar a más personas.Capítulo dedicado a todas las almas pacientes, comprensivas, que apoyan esta trilogía y oran por su grandeza. Os adoro⛥
-¡Estoy bien! ¡No mires atrás!
Escuché la maldición de Deimos quien intentando obedecer mi orden continuó corriendo por el subterráneo corredor, con nuestra hija abrazada fuertemente contra su desnudo pecho.
Las serpientes que antes me rendían devoción y respeto ahora me atacaban, oliendo la traición y desconociendo a la princesa del infierno por completo. Varias se enredaron en mi pierna derecha y lograron que tropezara antes de que siguiera a Deimos hacia la salida. El crujido del acantilado me dio la señal de que era momento de salir y no de seguir perdiendo el tiempo allí abajo así que volviendo a ponerme en pie giré abruptamente para estrellar mi pie contra el cuello de una serpiente.
Aplastándola en su totalidad me percaté de cómo las finas venas de mi brazo derecho replandecieron con una luz que alumbró por unos segundos todo a nuestro alrededor, logrando así aplacar la valentía de las demás serpientes quienes intentaron refugiarse en la oscuridad con violentos silbidos.
Las interminables escaleras de caracol alumbradas con llamas negras y rojas llegaron a su fin y cuando llegué al exterior tuve que taparme los ojos con el brazo unos segundos para no cegarme por el replandor de las gigantescas alas de Áurea las cuales poseían la potencia de cientos de focos unidos.
-¡Rápido, apártate de ahí! -rugió casi en mi cara, rodeando mi muñeca izquierda con su mano y tirando con fuerza de mí para que me alejara de la entrada del Sitra Ahra.
Realizó aquello a tiempo ya que con un batir excesivamente fuerte de alas el acantilado volvió a unirse y a cerrarse, cortándole los dedos a uno de los seres que casi logró atravesar la entrada. Mi respiración entrecortada empeoró al mirar a mi alrededor, ignorando la leve quemadura que la piel de Áurea había dejado en mi muñeca.
El desierto que nos rodeaba había manifestado miles o quizá millones de siluetas con forma humana que nos encaraban desde todo eje posible. De pura materia arenosa.
-¿Qué rayos habéis hecho?
El susurro de la hermana de Deimos provocó que él, con la respiración agitada y aún abrazando con fuerza a Alaida, la mirara con lágrimas en los ojos.
-La primera lilim en caminar entre humanos a aceptado a nuestro padre, hermana. -exhaló sin poder evitar sonreír un poco.
La mirada de Áurea mostró tal perplejidad que por primera vez noté cierta inseguridad en ella, mirando sobre nuestra cabeza en busca de alguna amenaza más.
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AMOS© |TRILOGÍA AMOS 3|
Romance[TERCER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Dios ama a toda su creación , incluyendo a los demonios. Pero... ¿Amará suficientemente a su hijo caído y a la primera Lilim en pisar tierras mortales como para salvarlos? Descúbrelo en la tercera y última entrega de es...