Recordatorio: No olvidéis dejarme vuestra estrellita y comentario (dirigido cariñosamente a los lectores fantasma). Vuestro apoyo ayuda a llegar a más personas.Capítulo dedicado a @nerosi6
-¿Con que reclutando más miembros?
Con las manos unidas detrás de mí continué caminando por el lujoso salón del nuevo asentamiento de la orden de los Santos Amos.
-Creo que ya es hora. He estado posponiendo tareas durante mucho tiempo. Y dos no damos a basto.
Apoyado sobre su bastón y vestido con un elegante traje color violeta oscuro Angelo me observaba intrigado.
Me detuve junto a la pared de la derecha, embelesada por la gigantesca piedra amatista la cual ejercía de estantería a su vez. Acaricié con mi mano derecha algunos de sus puntiagudos picos mientras mis ojos leían algunos de los títulos expuestos. Grimorios y libros sobre varios tipos de control humano me distrajeron unos breves segundos en los que Angelo procedió a sentarse en uno de los sillones de roca de volcán situados alrededor de una delicada mesa de cristal en el centro de la sala.
Fue entonces cuando aproveché su distracción para sacar la pluma por debajo de mi manga e introducirla dentro de un libro cualquiera en el estante más alto. Todo aquello lo hice sin apartar mi vista de Angelo quien arreglando los bajos de su pantalón no tenía ni idea de mi intención al visitarle esa noche. La pluma de Deimos necesitaba un escondite más seguro y el castillo donde residíamos lamentablemente no me convencía.
-Que suerte la tuya. Al menos tienes tareas...
Mi voz sonó apagada cuando me dirigí hacia el fondo de la estancia donde había numerosos cajones y estantes con cientos de cristales brillando con la intensidad de los colores del arcoíris.
-Deberías de estar disfrutando esta calma, mi querida princesa.
-Ya no soy una princesa.
-¿Por qué?
-Porque tal vez ya no exista ni castillo al que volver. -cerré los ojos, dándole la espalda.
-¿Crees que es lo que convierte a una dama en princesa? ¿Un castillo? -se burló con las manos apoyadas sobre su bastón.
Tensé la mandíbula.
-No, pero ayuda bastante el tener uno. -le miré de soslayo con una media sonrisa la cual correspondió al instante.
Se relamió los labios y me señaló el sillón vacío frente a él.
Suspirando acaricié inconscientemente mi brazo vendado y acomodé el corset color café para después arremangar un poco las mangas de la ceñida camiseta negra que llevaba debajo.
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AMOS© |TRILOGÍA AMOS 3|
Romance[TERCER LIBRO TRILOGÍA AMOS] Dios ama a toda su creación , incluyendo a los demonios. Pero... ¿Amará suficientemente a su hijo caído y a la primera Lilim en pisar tierras mortales como para salvarlos? Descúbrelo en la tercera y última entrega de es...