Capitulo 4: Intercambio de Miradas

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Narra Erick

-Srta. Miller-dije y ella tenía sus ojos cerrados. Rápidamente abrí la puerta y salí con ella en brazos.

-¡Adara!-dijo Michelle alarmada. Me dirigí a la oficina de Adrián y Michelle Abrió la puerta y puse a Adara en el sofá y Adrián camino hacia mi.

-Tienes alcohol-dije y Michelle fue corriendo a buscarlo.

-Adara-dijo Adrián observando a Adara, él acaricia la mejilla de ella de una manera cariñosa.

-¿Qué fue lo que pasó?-preguntó Adrián.

-No lo sé, le di unas órdenes y se desmayó-dije y Michelle abrió la puerta y rápidamente me entregó el alcohol y lo frote por la nariz de Adara y ella comenzó a reaccionar poco a poco, sus ojos azules se abrieron y rápidamente hizo contacto visual conmigo.

-¿Qué me pasó?-susurro sentándose bruscamente y sostuvo su cabeza. Sus manos estaban temblando.

-¿Haz comido algo?-preguntó Michelle.

-Esta mañana no alcancé a comer nada, me levanté tarde. Solo me tomé un poco de jugo de naranja-dijo Adara.

-Muy mal, sabes que no puedes pasar horas sin comer porque eres diabética y NECECITAS comer y la insulina-dijo Michelle regañando a Adara.

-Michelle ve a la cafetería y trae algo de comer para tu compañera-dije dándole dinero a Michelle.

-No es necesario, yo puedo hacerlo-dijo ella levantándose pero sus piernas volvieron a fallar y ella cayó sobre mi regazo y ambos nos miramos fijamente.

-Lo siento-susurró y rápidamente miró hacia otro lugar.

-Ve Michelle-dijo Adrián.

-Bonita, debes comer. No vuelvas a hacer eso-dijo Adrián acariciando la mejilla de Adara.

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-Aquí tiene lo que me pidió Sr. Wilson-dijo Adara extendiendo su mano para entregarme la carpeta. Tome la carpeta y su mano tocó la mía y ambos nos volvimos a mirar.

-Muchas gracias Adara-dije tomando los documentos y ella se alejó un poco de mí.

-¿Nececita algo de mi?-preguntó ella.

-Por ahora no, gracias-dije y ella salió. Me quedé como un idiota mirando en donde hace rato ella estaba parada.

Narra Adara

Abrí la puerta ya era muy tarde, estaba demasiado de agotada.

-Buenas noches-dijo Ares.

-Buenas noches-dije quitándome los tacones.

-Mamá te dejo cena-dijo Ares y lo miré.

-Estoy muy agotada-dije caminando hacia el sofá y sentándome allí.

-No está bien que trabajes tanto y ese nuevo jefe tuyo te explote tanto-dijo Ares un poco molesto. El sueño me fue venciendo y sin darme cuenta me quedé dormida en el sofá.

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Ring, Ring...

-Ya voy-dije levantándome. Lo primero que hice fue meterme debajo de la ducha y dejar que el agua cayera por todo mi cuerpo. Recosté mi cabeza de la pared y respire profundo.

Hoy no me sentía feliz, me sentía un poco deprimida. Quería quedarme y no ir a trabajar.

Me salí de duchar y ni ganas de maquillarme me dieron. Me vestí, me arreglé un poco el cabello, me desayuné un cereal y salí de la casa.

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