Narra Erick
-Debes comer algo-dije dándole un café un un sandwich a Adara. Ella lo tomó y me miró.
-Muchas gracias, no tenías porque hacerlo-susurró ella y me senté a su lado, ella comenzó a comer.
-Comételo todo-dije y ella asiente. La miré y quería abrazarla, decirle que la amaba con mi vida.
Si, me enamoré de ti.
Mi bella y dulce Adara.
-¿Para cuando nececitas los votos?-susurró ella y la miré.
-La boda es en una semana-dije y ella sólo asiente.
\\\\
Adara se había quedado dormida, y su cabeza descansaba sobre mi pecho y yo acariciaba su cabello.
-Mi hermosa Adara-susurré y siento la mirada de Ares sobre mi.
-Gracias por estar aquí-dijo Ares y solo asentí. Ares se fue a preguntar por alguna noticia y veo que llegaron papá, mamá y Harley al hospital.
-¡Mi amor!-dijo Harley levantando a Adara. Ella se abalanzó contra mí y me besó.
Narra Adara
-¡Mi amor!-escuche un chillido que me hizo levantarme. Harley se abalanzó contra Erick y lo besó. Por mi parte yo me levanté.
-Adara, ¿cómo estás?-dijo Cecilia.
-Bien-dije.
-Me alegro, me quedé preocupada el día de la inauguración del restaurante-dijo Cecilia.
-Iré a ver si hay noticias de Monserrat-dije y rápidamente caminé hasta donde Ares.
-¿Alguna novedad?-pregunté y Ares me miró.
-Nada aún-dijo Ares y yo lo abracé.
-Todo va a salir bien-dije y Ares acaricia mi cabello.
-Gracias por estar aquí-dijo Ares.
-Eres mi hermano y Monserrat para mí es como una hermana. Además, también está de por medio mi sobrina hermosa-susurré y el doctor salió.
-Ya ambas están fuera de peligro, solo fue un pequeño susto-dijo el doctor y los dos respiramos aliviados.
-Si quieres entra y le doy la noticia a los demás-dije y Ares asiente. El entró a ver a su esposa y yo me dirigí a donde estaban los demás.
-Monserrat y Celeste están fuera de peligro. Ares está con ellas en este momento-dije y todos se ven aliviados con la noticia que acababa de dar.
-Gracias al cielo-dijo Gabriel.
-Al fin logré llegar, ¿algo de Celeste y Monserrat?-dijo Adrián mirándome.
-Si, de echo, acabo de decir que ambas están fuera de peligro-dije y Adrián se acercó y me abrazó.
-Gracias al cielo-dijo él y nos separamos.
-Iré con Ares-dije y me alejé.
Esto es horrible...
Días después...
-La habitación a quedado hermosa-dijo Ares.
-De verdad que si, me encanta-dijo Monserrat y yo le regalé una sonrisa.
-Celeste va a estar rodeada de mucho amor, será la más consentida de todas-dije y llevé mi mano al vientre de Monserrat que se notaba bastante.
-De eso no me cabe la más mínima duda-dijo Monserrat.
-Voy a comprar pizza-dijo Ares yéndose y Monserrat y yo nos quedamos solas.
-Te ves mucho mejor-dijo Monserrat y la miré.
-Debo continuar, no puedo quedarme estancada-dije y Monserrat agarró mi mano.
-No sabes lo feliz que me pone saber que tú serás la madrina de Celeste-dijo Monserrat y sonreí.
-¿Cuando vas a hacerte una sección fotográfica?-pregunté y ella sonríe.
-Pues sobre eso, una marca quiere que sea la imagen principal para una colección que van a lanzar para embarazadas y claro que voy a aceptar esa oferta-dijo Monserrat.
-No sabes cuánto me alegra-dije y ella me miró.
-Por cierto, me enteré que ibas a dejar el trabajo en la oficina y me tomé el atrevimiento de conseguirte una cita con unos diseñadores que están interesados en que tú seas la imagen principal-dijo Monserrat.
-Oh... pero yo nunca e modelado en mi vida-dije y Monserrat me miró.
-Para esto tienes a la mejor maestra-dijo ella y solté una carcajada.
-No sabes cuánto te agradezco esto que estás haciendo por mi, pero... creo que después de la boda me voy a ir de este país a iniciar una nueva vida sola. Quiero enfocarme en mi, reconstruirme y poder encontrarme conmigo misma-dije y Monserrat me miró.
-¿Estas segura que vas a dejar todo?-dijo ella y asentí.
-Acá no tengo nada, y yo sé que Celeste estará bien con ustedes-dije y Monserrat me miró.
-Pero nos harás mucha falta, en especial a mi. Eres en la única persona que puedo contarle mis cosas y no me juzga ni me señala-dijo Monserrat.
-Me harás llorar, mira que ando muy sensible-dije y ambas nos abrazamos.
-Adara, puedo decirte algo-dijo Adara sosteniendo mis manos.
-Claro-dije y ella me miró.
-Noto un brillo diferente en ti, no sé cómo explicarte-dijo ella y la miré.
-¿Hablas en serio?-pregunté y ella se levantó y me llevó hasta el espejo.
-Mírate, no sé, te ves como llena de vida. Es algo que no logro explicarte. Por cierto, Ares me comentó que estabas teniendo episodios de mareos y vómitos. ¿Cómo sigues?-preguntó Monserrat.
-Ya se me alivió pero si tengo mucho apetito. Últimamente mi cuerpo me pide comer muchas cosas agridulces. Los otros días fui a la gasolinera por unas galletas saladas y mermelada de fresa-dije y Monserrat me miró.
-Sabes que a mí también me dio ese antojo. Ahora hace dos días Ares tuvo que salir a media noche a comprarme un helado de oreo-dijo Monserrat.
-Oh por Dios, ya se me antojó-dije y Monserrat levantó una ceja.
-Tu estás rara, sigo insistiendo que algo debes de tener-dijo Monserrat.
-Me siento normal, aunque si es subido de peso-dije mirando mi vientre y ella miró mi vientre.
-Adara, ¿tú haz estado protegiéndote?-preguntó Monserrat.
-No, ¿porque preguntas eso?-dije y ella me miró.
-Adara esa barriga no es de gordura. Mírate-dijo Monserrat y volví a mirar mi vientre.
-No te entiendo, ¿qué es lo que tratas de decirme?-pregunté y ella me miró.
-Sospecho que aquí adentro hay una personita-dijo llevando su mano a mi vientre.
-Eso es imposible, muy bien sabes que jamás podré tener bebés. Y si es gordura, okey-dije y Monserrat me miró.
-Aja-dijo sarcásticamente.
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Cruce de Caminos
RomanceSiempre e leído, visto novelas, películas en donde las secretaria se enamora de su jefe o viceversa y siempre e considerado que son un mito. Pero cuando lo vives, te das cuenta que no son realmente un mito o un fetiche. Es más allá de eso, es una si...