Capitulo 16: Contacto Cero

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Narra Erick

Llegué a la empresa, y veo el escritorio de Adara vacío.

Rápidamente entré a mi oficina y mis ojos se llenaron de lágrimas.

¿Cómo estará Adara?

Me senté en mi escritorio y no podía de sacar de mi mente Adara. Escuché unos toques en la puerta.

-Adelante-dije secando mis lágrimas.

-Hola-dijo Monserrat.

-Hola, ¿cómo estás?-dije y ella se sentó frente a mí.

-Bien-dijo Monserrat y la noté extraña.

-¿Pasa algo?-pregunté.

-Adara no vendrá a trabajar hoy, no se encuentra bien-dijo Monserrat y la miré.

-¿Pudiste hablar con ella?-pregunté y ella me miró.

-Si, jamás la había visto así. Ayer no durmió nada, tampoco quería comer. La está pasando muy mal-dijo Monserrat y me sentí peor aún.

-Vine a decirte que... bueno vine a entregarte la invitación de la revelación de sexo personalmente-dijo ella.

-Trataré de estar-dije y ella me miró.

-Eso espero-dijo Monserrat levantándose y saliendo de mi oficina.

Mi Adara...

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-¿Porque quieres hacer esto?-preguntó Adrián.

-Porque si, quiero que Adara tenga un lugar seguro. Y que tenga una fuente de ingreso. Quiero que hables con el abogado y pongas lo que te dije a su nombre. Después quiero que tú se lo entregues personalmente-dije y Adrián me miró.

-Si crees que así vas a reparar el daño que haz echo estás muy equivocado. Adara no va a querer aceptar nada de esto que le vas a dar-dijo Adrián y lo miré.

-Hablas como si la conocieras mejor que yo-dije y Adrián me miró.

-Pues puedo decir que si, Adara es una mujer maravillosa y desde que llegó a la empresa se a ganado mi admiración y mi respeto. Ella tiene un gran corazón, es lo más bonito que existe. Con solo ver su sonrisa, me siento satisfecho-dijo Adrián y lo miré.

-¿Estas enamorado de ella?-pregunté.

-Si, llevo desde hace mucho tiempo enamorado de Adara pero siempre ella no me a correspondido. Y sabes que es lo más que me molesta, que tuviste una gran oportunidad y no la supiste aprovechar. Solo la arruinaste, apagaste esa luz y ese brillo que ella solo tenía-dijo Adrián.

Él tenía razón...

-¿Sabes cuánto hubiese dado porque Adara me mirara como te miraba a ti? Que estuviese conmigo, que me aceptara y a sola salida-dijo Adrián con sus ojos llenos de lágrimas.

-Pero el problema fue que Adara te quedó grande, ella no se merece a un hijo de puta como tú en su vida-dijo Adrián y sin pensarlo le di un puñetazo y él me dio otro puñetazo. Los dos comenzamos a pelearnos.

-¡Ayúdenme!-escuche la voz de Michelle y los guardias de seguridad nos separaron.

-¡Hijo de puta!-dijo Adrián.

-Si lo sé, soy un hijo de puta pero yo también estoy sufriendo carajo. A mí también me duele-dije muy molesto.

-Que chiste, pareciera como sino. Deja tu teatrito ya se te vio tu verdadera careta. Eres un asco de hombre, ninguna mujer se merece a un cabron como tú-dijo Adrián. Él salió de la oficina.

-¿Se encuentra bien señor?-dijo Michelle y la miré.

-Necesito que me hagas un favor-dije y Michelle asiente.

Narra Adara

-Buenos días princesa-dijo Ares acostándose a mi lado.

-Tienes que bajar a desayunar algo, te preparé tu desayuno favorito-dijo Ares y me di la vuelta a mirarlo.

-Te lo agradezco pero... no quiero levantarme de la cama-susurré.

-Debes de hacer un esfuerzo, por favor. Hazlo por mí-dijo Ares y lo miré.

-Bajo ya mismo-susurré y el sonríe victorioso.

-Te tengo una sorpresa-dijo Ares y sacó de la chaqueta de su abrigo una invitación.

-Esta es la invitación para la revelación de sexo-dijo Ares y sonreí.

-El tiempo pasa demasiado de rápido-susurré.

-Estoy nervioso, lo que venga está bien. Pero siento que va a ser una niña-dijo Ares y sonreí.

-Si es niña va a ser la luz de tus ojos-dije y Ares sonríe.

-Si-dijo Ares.

-Voy a traerte el desayuno-dijo Ares y asentí. Me senté en la cama y me puse a observar la invitación.

-Sea lo que sea que venga con bien-susurré y Ares apareció con una bandeja llena de comida.

Tome la bandeja y vi la comida.

Era mi desayuno favorito, tostadas francesas con huevos revueltos y frutas.

Rápidamente llevé un trozo de sandía a mi boca, luego llevé un pedazo de fresa pero está fresa me supo muy pero muy extraña. Al instante sentí una sensación en mi estómago, que me hizo levantarme y correr al baño. Y comencé a vomitar. Termine de vomitar y me limpié, me miré en el espejo, me eche agua en la cara.

-Las fresas están dañadas-dije y Ares llevo un trozo de fresa a su boca.

-A mi me sabe bien-dijo Ares.

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-Gracias a todos por estar aquí, para mí es muy importante poder compartir este momento tan especial con todos ustedes-dijo Monserrat.

-Me uno a las palabras de mi esposa, me siento feliz de que todos estén aquí en este momento tan importante. Hoy sabremos el sexo de nuestro bebé y salga lo que salga lo vamos a amar, proteger y cuidar-dijo Ares y veo que Erick llegó.

-Queremos que los padrinos pasen al frente a dar unas palabras, por favor ven Adara-dijo Ares y me acerqué a Ares y Erick hizo contacto visual conmigo.

-Yo... yo estoy muy feliz de poder estar en este momento tan especial. Y quiero felicitarlos a ustedes dos porque sé que están emocionados al igual que yo. Yo no soy ningún team. Lo único que quiero es que mi sobrino esté bien y salga sano y salvo. Los quiero mucho-dije y los abracé. Erick se acercó y yo me escondí detrás de Ares.

-Bueno no vine preparado para hablar, pero, solo me resta por decirle que me siento feliz por ustedes, de ver lo que juntos han logrado. Y tampoco tengo un team, después que venga con bien eso es lo que importa. Y siempre van a contar con mi apoyo-dijo Erick y los presentes aplaudieron y Erick se paró a mi lado y mi mirada seguía fija en el suelo.

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