Narra Adara
-De ninguna manera dejaré que te vayas sola, yo te llevaré-dijo Erick.
-Voy a estar bien Erick, siempre encaminado hasta mi casa y nada me a pasado-dije y él se acercó a mí.
-Déjame llevarte y así me quedo más tranquilo-dijo él y le regalé media sonrisa.
-¿No que debíamos ser cautelosos Sr. Wilson?-pregunté acomodando su chaqueta y el sonríe.
-Pero no haremos nada, solo te llevaré a tu casa. Pero bueno, si quieres que haga algo más no me molesta para nada-dijo de una manera sensual.
-Eso suena muy tentador, pero... en mi casa está mamá y Ares-dije y el sonríe.
-Pero, ¿quién dijo que podía ser en tu casa? Conozco un motel muy cerca de aquí-dijo él y dejó un corto beso sobre mis labios.
-A veces pienso que eres un adicto al sexo-dije y él soltó una carcajada.
-El sexo es muy bueno, y más cuando es contigo. Amo meterme entre medio de tus piernas, y hacerte gritar del placer-dijo él y volvió a besar mi labio pero esta vez de una manera muy deliciosa.
De repente escuchamos unos pasos y nos separamos.
-Debe ser el guardia de seguridad-dijo Erick.
-Oh, pensé que no había nadie aquí-dijo Adrián.
-Si, estamos por salir-dijo Erick.
-Oh, fue que se me quedaron las llaves de mi departamento-dijo Adrián entrando a su oficina y Erick me miró.
-Es mejor que nos vayamos-dijo él y asentí.
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-Tu y Erick se traen algo-dijo Ares mirándome.
-¿Porque lo dices?-dije y él me miró.
-Adara te conozco, ¿verdad?-dijo Ares y lo miré.
-Erick y yo solo somos amigos-dije y Ares se acercó a mí.
-Un amigo no te hace esto-dijo señalando mi cuello y veo que tenía un chupeton.
-Ares, lo que yo haga con mi vida privada es mi asunto-dije levantándome y acercándome al espejo a mirarme.
-Mira Adara, puedes enamorarte del hombre que tú quieras pero Erick lamentablemente no es para ti. El solo te quiere para pasar el rato, tú no le importas realmente-dijo Ares y lo miré a través del espejo.
-Ares, deja de ser tan paranoico. Todo está bien si, yo estoy bien-dije acercándome a él.
-Solo quiero que no sufras-dijo Ares.
-Lo sé, pero Erick no es así. Él es un hombre maravilloso-dije sentándome en la silla de mi escritorio.
-Adara, bájate de esa nube. Cuando se canse de ti va a dejarte. Se está aprovechando de tu inocencia y de tu belleza-dijo Ares.
-Ares, ya basta-dije y él me miró.
-Solo te estoy protegiendo. Y si sé que él es una buena persona, y es el padrino de mi hijo. Eso no le quita que sea buena persona, solo te digo que como pareja no lo mires. Conozco a los de su tipo-dijo Ares y puse mis ojos en blancos.
-Esta bien Ares-dije y mi celular comenzó a sonar. Cuando veo era Erick.
-Buenas noches-dije.
-Buenas noches-lo noté extraño.
-¿Ocurre algo?-pregunté.
-Mamá y papá se enteraron que Monserrat estaba embarazada pues el médico que le realizó la prueba se lo dijo a mamá cuando fue a una visita de rutina y pues... Monserrat se fue de la casa y está conmigo. ¿Crees que tú y Ares puedan venir?-dijo Erick y miré a Ares.
-Claro que si, gracias por decirme. Ahora mismo iremos-dije y colgué.
-¿Qué pasó?-preguntó Ares.
-El Sr. Wilson y la Sra. Wilson ya saben que Monserrat estaba embarazada y al parecer todo salió mal y Monserrat se fue de la casa de sus padres y está con Erick-dije y Ares se lavantó de la cama.
Narra Erick
-Hey, ya no llores eso no le hace bien al bebé-dijo Adara secando las lágrimas de mi hermana.
-Ellos son unos egoístas, no piensan en mi felicidad y en lo que realmente yo quiero-susurró Monserrat.
-Pero recuerden que ustedes no están solos, tienen mi apoyo y el de Adara-dije y Ares me miró.
-Erick, podemos hablar afuera-dijo Ares y asentí. Ambos nos alejamos de la habitación.
-¿Gustas algún trago?-pregunté y él negó.
-Te agradezco todo esto que estás haciendo por mí y por Monserrat. Pero no quiero hablar precisamente de eso en estos momentos sino de Adara-dijo Ares y lo miré.
-¿Qué tiene que ver Adara en todo esto?-pregunté y él me miró.
-No soy ningún tonto, yo sé que tú y Adara están juntos y solo quiero pedirte que no la lastimes. Adara es una mujer maravillosa, tiene un corazón enorme. Y... no soportaría verla sufrir, ella para mí lo es todo-dijo Ares y lo miré.
-Se lo que estás jugando, y solo quiero que si estás haciendo lo que pienso te alejes de ella. No la ilusiones y mucho menos rompas su corazón-dijo Ares y la puerta se abre y veo a Adara.
-Monserrat se quedó dormida-dijo Adara.
-Quedas advertido-dijo Ares y entró a la habitación y Adara me miró.
-¿Qué ocurre?-preguntó ella y la miré.
-¿Quieres quedarte conmigo?-pregunté.
-¿Ares se quedará aquí?-preguntó ella.
-Si-dije y ella me miró.
-Esta bien-dijo ella.
Ambos fuimos a mi habitación y busqué en mi gaveta una de mis camisas.
-Creo que esta te quedará bien-dije y ella tomó la camisa y sonríe.
-Gracias-dijo ella y se dio la vuelta. Se quitó su camisa quedando solo en sostenes e hizo lo mismo con sus pantalones y se quitó el sostén. Luego se puso la camisa.
-Ya está-dijo ella y la abracé por detrás.
-Mis camisas te quedan tan bien-dije y aspiré su aroma a Coco. Miramos nuestro reflejo a través del espejo e inconscientemente mis manos estaban en su vientre. Pude notar como ella tenía su mirada fija en mis manos.
-Es mejor que nos acostemos-dije y ella sólo asiente y me separé de ella. Me senté en la cama y pude notar como ella secó sus lágrimas.
-Voy un momento al baño-dijo ella y asiento.
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Cruce de Caminos
RomanceSiempre e leído, visto novelas, películas en donde las secretaria se enamora de su jefe o viceversa y siempre e considerado que son un mito. Pero cuando lo vives, te das cuenta que no son realmente un mito o un fetiche. Es más allá de eso, es una si...