Siempre e leído, visto novelas, películas en donde las secretaria se enamora de su jefe o viceversa y siempre e considerado que son un mito. Pero cuando lo vives, te das cuenta que no son realmente un mito o un fetiche. Es más allá de eso, es una si...
El amor duele, y más cuando la persona que creíamos que siempre iba a estar a tu lado ya no está. Impartió su camino a otros brazos, encontró otro refugio, y encontró otro hogar que le agradó más que el primero.
Me paré frente al espejo y fijé mi mirada en mi vientre.
-No puedo creerlo-susurré estallando en llanto y con una sonrisa.
-Voy a ser tu mamá-susurré llevando mis manos a mi vientre y sonreí.
-Pero qué regalo tan lindo me dio la vida-dije emocionada. Y me senté en el borde de la cama.
-Aún no te conozco, y ya te amo con todas mis fuerzas. Y eres el amor de mi vida, el único amor bonito que la vida me a regalado-susurré.
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-Tengo algo que decirles-dije mirando a Ares y a Monserrat. Ellos me miraron.
-¿Sucedió algo pequeña?-dijo Ares preocupándose y negué.
-No, no pasó nada malo-dije y él me miró.
-¿Entonces?-preguntó Monserrat.
-El sueño que creí que jamás se me iba a cumplir, se me cumplió-dije y Monserrat llevó ambas manos a su boca.
-¡Lo sabía!-dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-No me digas que...-Ares miró mi vientre y asentí.
-¡Ay Dios mío felicidades!-chilló Monserrat y me abrazó.
-Dios mío, no sabes lo feliz que estoy de saber que estás embarazada. Te lo dije y no quisiste hacerme caso-dijo Monserrat y Ares me miró.
-¿Erick lo sabe?-preguntó Ares y negué.
-No, y nececito que ustedes me guarden este secreto-dije y Ares me miró.
-Adara, yo...-lo interrumpí.
-Es mi desicion, voy a tener al bebé y yo sola velaré por el. No le va a faltar nada-dije y Ares me miró.
-No estás sola-dijo Monserrat.
-Voy a irme a vivir fuera del país ya lo decidí. Quiero iniciar una nueva vida en donde solo seamos mi bebé y yo-dije y Ares negó.
-No estoy de acuerdo, quiero tenerte cerca para poder cuidarte-dijo Ares y Monserrat lo miró.
-Ares, Adara ya puede tomar las desiciones por ella misma. Debemos respetar su desicion-dijo Monserrat .
-Pero es mi hermana y me preocupo por ella-dijo Ares y lo miré.
-Te prometo que voy a estar bien-dije y Ares me abrazo.
Narra Erick
-Buenos días Sr. Wilson-dijo Adara y me levanté y la miré.
-Buenos días-dije y le sonreí.
-Vengo a entregarle mi carta de renuncia-dijo ella acercándose a mí y dándome la carta.
-Adara, no tienes que irte. Por favor quédate-dije y los ojos de Adara se llenaron de lágrimas.
-Eso quisiera pero creo que es momento de alejarme, yo no puedo quedarme aquí y observando al hombre que amé con otra mujer. Eso es humillante para mí y ya no quiero seguir haciéndome daño-dijo Adara y me acerqué a ella.
-Mi Adara-susurré llevando mi mano a su mejilla y la acaricié.
-No hagas esto por favor-dijo ella y sus lágrimas no tardaron en salir.
-No te vayas, te lo suplico-dije con mis ojos llenos de lágrimas.
-Debo hacerlo, sé que encontrarás un remplazo muy rápido-dijo ella y negué.
-Tu no tienes remplazo, nadie va a remplazarte. Nada será lo mismo sin ti Adara-dije y mis lágrimas no tardaron en salir.
-Ya debo irme, el vuelo va a salir-dijo ella y la miré.
-¿Vuelo?-dije y ella asiente.
-Me voy muy lejos, está va a ser la última vez que vas a saber de mí-dijo ella y sentí como mi mundo se caía poco a poco.
-Ten esto-dije entregándole la tarjeta de crédito y ella negó.
-Yo no nececito nada de usted Sr. Wilson-dijo ella y junte mi frente con la suya.
-Al menos déjame besar tus labios por una última vez-susurré y ella sólo asiente y nos besamos. Yo no quería separarme, pero nos separamos y la abracé y no quería soltarla. Pero la tuve que soltar y ella caminó hasta la puerta y me miró.
-Te deseo toda la felicidad del mundo Erick, gracias por todo-dijo ella y salió. Estalle en llanto y tiré todo lo que estaba sobre mi escritorio.
La perdí para siempre...
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