16

221 23 0
                                    

- WoW - Se limitó a decir Sanemi cuándo me vio entrando a la habitación.

Llevaba puesto un uniforme similar al de Sanemi, solo que con una falda en vez de un pantalón.

- ¿Me queda bien?

- Te queda genial - Susurró Sanemi.

Sus ojos estaban hinchados de llorar, eso me partió el corazón, nunca lo había visto así, tan vulnerable. Hace unos días de la muerte de Masachika, y ambos estabamos destrozados aún. Pero él, él estaba muy mal.

Tenía una reunión con los Hashiras, y le pedí que me dejara ir con él, había sido su representante en las reuniones con sus trabajadores ya que el no quería ni levantarse de la cama.

- Sanemi, ¿no quieres que te represente en esa reunión? Te vez mal, deberías descansar.

Sanemi me miró a los ojos y inmediatamente se le llenaron de lágrimas, lo abracé.

- Tranquilo, no tienes que preocuparte, no meteré la pata. - Le sonreí

Sanemi abrió una gaveta y de ahí saco un teléfono, me lo dio. Desde que estaba aquí me había quitado mi teléfono para no comunicarme con Tanjiro, era primera vez que tenía uno.

- Tómalo, si crees que necesitas ayuda para tomar una decisión, para la reunión y me llamas. - Puso el teléfono en mi mano - Tiene mi número agendado y algunos contactos importantes para casos de emergencia.

- ¿No me diran nada por parar la reunión?

- No, pero solo si es una decisión que se deba pensar, no la pares en vano. Confío en ti.

Le besé la mejilla

- No te voy a defraudar.

- A las 6 van a pasar por ti

- Bien, tengo 4 horas aún, voy a ir a la tienda por unas cosas, quiero prepararte una sopa.

Él peliblanco soltó una sonrisa tierna por un mini segundo pero enseguida la borró.

- Ve con Kiiromaru.

- Por supuesto

Me despedí con un corto beso en los labios y salí de la habitación.

Ahora que tenía este uniforme ningun pandillero estúpido o ladron novato se metería conmigo, estaba a salvo en este barrio, pero nunca estaba de más tener precaución.

Kiiromaru caminaba conmigo por las calles mientras llevaba las bolsas.

Ya había comprado todo los ingredientes que necesitaba.

- ¿Necesitas ayuda con eso? - una voz detrás de mi me hizo pegar un pequeño brinco, y Kiiromaru inmediatamente se puso a gruñir - wow wow - Se alejó un poco

- Genya me asustaste, tranquilo Kiiro, es amigo - El can se tranquilizó.

- Veo que estás ya libre - dijo tomando una de las bolsas de mi mano sin mi permiso, pero no me negué

- ¿Libre? nunca eh estado prisionera Genya - Sonreí de forma amistosa y el me miró extraño.

- ¿Estas bien?

Y ahí es cuando se dió cuenta, me miró de arriba hacía abajo y se sorprendió.

- Ya veo... así que eres parte de los Hashiras. - Pude notar como ponía una de sus manos en la espalda y sujetaba algo, un arma.

Kiiromaru también lo notó y comenzó a gruñir en su dirección.

- Eso se considera traición hacia los Kamado

- Genya, yo tu no haría algo tan estúpido como eso - Comencé a caminar como si nada, pero Kiiromaru lo seguía mirando esperando mi orden para atacar.

Me detuve y lo miré.

- Estás en mi territorio y con un perro capaz de asesinar a una persona frente a si, sólo necesito una palabra para que te destroce.

Me acerqué a él y le susurré en el oído

- también tengo un francotirador ahora mismo apuntandote en el entrecejo - Señalé con mi cabeza a un lugar sobre un edificio donde se vio un resplandor.

El Shinazugawa menor suspiró y soltó el arma, yo sonreí y continúe caminando.

- ¿Por qué hiciste eso T/n? ¿Por qué traicionaste a Tanjiro.?

- Escucha imbécil, me caías bien, pero si vuelves a soltar una estupidez como esa voy a tener que matarte. Estoy en mi derecho de hacer lo que me da la gana, si quiero pertenecer a la familia Hashira, lo hago y nadie puede detenerme.

- Escucha T/n, se que eso no es mi problema, pero sólo quiero que te des cuenta que te están manipulando.

Lo miré con una ceja levantada.

- Me acabas de decir que nunca estuviste atrapada, cuando esa noche que te conocí estabas aterrada, solo escuchar su voz te hacía temblar, y nisiquiera podías abrir la pierta

- No se de que hablas - Me límite a decir.

Claro que sabía de que hablaba, pero no quería que se metiera en mis asusntos.

- T/n, te está manipulando. Hablé con Tanjiro de ti, me dijo que estabas desaparecida así que supuse que Sanemi te había secuestrado, todo empezó a unirse como piezas de puzle, aquella noche no me quisiste decir que hacías en ese lugar, día después voy con Tanjiro y me dice que tu habías sido secuestrada, se veia tan mal, tan dolido.

- ¿Si? ¿dolido? Pues no tardó mucho en estar con otra chica - Entrecerre los ojos.

- T/n escucha, todo fue un mal entendido. Le conté a Tanjiro que me pareció haberte visto por Shinjuku, con un Hashira, obviamente no le dije quien, porque a pesar de todo es mi hermano. Pero te veías tan mal esa noche que quería rescatarte.

Le metí una bofetada y Kiiromaru gruñó pero lo detuve con una orden.

- ¿Quien te da derecho a decirle a Tanjiro donde estoy? ¿Quién?

- T/n escuchate ¡Tienes sindrome de Estocolmo!

- Imbécil no tengo nada, sólo me di cuenta de cosas, y definitivamente una es que no quiero saber nada de Tanjiro.

Y sin más que decir me di vuelta para irme pero Genya me detuvo.

- T/n, lo siento por todo de verdad, no debí meterme

- No, no debiste

- Es solo que pensé que necesitabas ayuda.

- pensaste mal

Genya se llevó la mano al rostro con frustración.

- Escucha, quería ir a hablar con mi hermano, pero no se si sea buena idea.

- Definitivamente no lo es.

- Pero ahora que te veo así - Me señalo de pies a cabeza refiriéndose al uniforme - veo que tu puedes convencerlo

- ¿Convencerlo de que?

- No se si lo sabes, pero los Oni están en Tokio.

- Si, lo se - Aprete los puños al recordar que uno de ellos mató a Masachika

- Los Kamado y los Hashiras tienen ese enemigo en común, pero los Hashiras no quieres unir fuerza con nosotros.

- ¿Y que quieres que haga? Yo no puedo hacer nada, esas ordenes vienen de arriba.

- Si, vienen de Sanemi, Iguro, Tokito, Mitsuri y los demás

- Exacto

- Pero se que tu puedes

- ¿Que yo puedo que?

- Se que puedes convencer a Sanemi de que haga alianza con nosotros.

- No creo que pueda, su odio hacia los Kamado va por encima de mi.

- No lo creo T/n, solo inténtalo por favor. Si ambos bandos unen fuerzas, podremos derrotar a Muzan.

Es solo... venganza //Sanemi Shinazugawa x lectora\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora