Es solo... venganza //Sanemi Shinazugawa x lectora\\

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Gracias a dios Sanemi no se había puesto a preguntarme acerca de que pasó con Genya o algo así.

En cuánto llego de su reunión se encerró en su despachó con sus trabajadores, como siempre hacía. Sólo que está vez cuando todos salieron lucían alterados y preocupados.

Tomaban armas y salían y entraban de la casa, la seguridad había aumentado casi el triple y Sanemi parecía todo el tiempo preocupado.

Un día mientras leía en mi habitación el manga que me había comprado Sanemi, él entró si3 llamar antes y se acerco a mí sentándose en él borde de la cama.

- ¿Sucede algo? - Le pregunté levantando una ceja, el solo negó

Aparté el manga y lo miré sospechoso

- Shinazugawa no me mientas, e notado la tensión en el ambiente, es más que obvio que algo sucede.

- ¿Que lees? ¿ese esa cosa rara que te traje? - Preguntó ignorando completamente mi pregunta de antes.

Suspiré sin más remedio y tomé el manga.

- Si, y justo ahora, iba a salir mi personaje favorito, así que si me disculpas - Hice una pequeña seña indicandole que se fuera, pero obviamente no se movió

- ¿De que trata?

- ¿Quieres saber?

- por algo pregunté ¿no?

- Pues... - lo tomé y empecé a hablar emocionada - es de un chico cazador de demonios que viaja con su hermana demonio para buscar una cura para esta.

- Que cosa más absurda, si es un cazador de demonios ¿como va a viajar con uno? - Dijo y solte una pequeña risa

- justo por la parte que voy, mi personaje favorito quiere demostrar que es una estupidez, que es un demonio y puede salirse de control en cualquier momento y atacar a un humano.

- Lo ves, estoy de acuerdo con ese sujeto, me agrada. ¿Que van a hacer con él otro tipo? el del demonio

Preguntó y reí.

- Justo iba a descubrirlo antes de que interrumpieras mi lectura.

- Deberían matarlo, es prácticamente un traidor.

- Si, deberían... oh podrían darle una oportunidad a demostrar que en verdad es una buena persona que no se comería a ningún humano

Dije claramente refiriendome a Genya

- Una vez que pruebas un humano, no creo que haya vuelta atrás - Apretó los puños, sabía que el también pensaba en Genya - La única solución a eso es matarlo y acabar con el problema antes de que se vuelva uno mayor.

- Dime algo Sanemi - Me miró - ¿Tú crees en los demonios?

- Claro Tenshi - Lo miré extrañada. - No es que crea en ellos, es que claramente existen y frente a ti hay uno.

lo miré sorprendida y algo aterrada

- Un demonio no tiene que ser alguien que volvió de entre los muertos, o que vive en el infierno. Un demonio es alguien que hace actos horribles solo por placer, alguien que puede matar sin sentir miedo, alguien que puede secuestrar solo por egoísmo, alguien que puede vender mujer, manipular, amenazar con total facilidad.

Me quede mirándolo fijamente mientras él con cada palabra que decía iba dando un paso hacía mi hasta quedar frente a frente a mi y susurrar lo último cerca de mis labios.

Su aliento mentolado me volvía loca.

- Sanemi yo... por favor quiero pedirte algo... hace tiempo lo estuve pensando y quiero... quiero volver con Tanjiro

Su mirada se oscureció, sus pupilas se hicieron diminutas y las venas se marcaron por sus brazos y cara.

- ¿Por que Tenchi? ¿Por que quieres dejarme?

Su tono oscuro me causó un escalofrío.

- Tanjiro... Tanjiro es mi esposo, yo... yo quiero verlo

- ¿¡Por qué mierda?! ¿Por que quieres ir con el y alejarte de mi?

- Sanemi, Tanjiro es mi esposo yo... yo lo extraño

Sanemi me miró con furia, creí que era el momento perfecto para decircelo ya que nos estabamos llevando ¿bien?

Pero al parecer me había equivocado por completo.

- Dime algo Tenchi... ¿él te hace sentir como yo? - abrí los ojos de golpe - Con un solo toque hace que todo tu cuerpo se erice?

Tocó suavemente mi piel acariciando cada parte de mi cuerpo

- ¿Hace que con un susurro te vuelvas loca? - Susurró en mi oído y mordió mi lóbulo.

Cerraba los ojos intentando mantenerme firme ante mis ganas de ver a Tanjiro. Pero el sexy peliblanco frente a mi me lo dificultaba todo.

- ¿Te hace gemir como yo lo hago?

Cuando su voz ronca susurró eso contra mi y todo mi cuerpo se entregó a el uniendo nuestros labios en un beso.

Sanemi me pegó a él con fuerza cogiendome por la nuca me levantó los pies y los enganché en su cintura.

Sus dedos jugaro con mi entrada y solté un gemido entre el beso.

Introdujo un dedo en mi y mi espalda se encurvó

Caminó conmigo hasta la cama y me depositó en ella suavemente para luego subirse encima de mi.

Metió dos dedos dentro de mi y los movió con rapidez.

Mis pies se puntiaban y mis manos sujetaban la sábana con fuerza.

Sabemi sacó sus dedos de mi y los llevó a su boca, relamio sus labios y se acercó a mi oído.

- Sabes muy bien Tenchi, ya quiero estar dentro de ti.

Comenzó a apretar su miembro contra mi zona íntima y reaccioné.

- Sanemi detente - Intenté empujarlo pero sujetó mis manos sobre mi cabeza.

Sus ojos llenos de lujuria me miraban fijamente mientras se apretaba más contra mi

- Sanemi por favor para - Supliqué

- ¿Por qué T/n? ¿Por qué no quieres? - Me miró fijamente y sentí que podía matarme con la mirada

- ¡Porqué lo amo! - Grite y el se detuvo - Amo a Tanjiro lo amo

Sanemi se aparto de mi y me miró a los ojos

- ¿En serio crees que eso es amor T/n?

- Claro que si, yo lo amo y el me ama.

- T/n, ¿por qué piensas que el te ama?

- Porqué me lo ha demostrado, me ha hecho regalos, me protege, siempre intenta que me sienta bien.

- ¿Si T/n? ¿eso crees? ¿te protege? como la noche en la que te secuestré

Aush

- ¿Siempre intenta que te sientas bien? como cuando te obligó a prácticamente desnudarte sólo para que yo te viera y así pudiera él ganar el combate

doble auch

- ¿Cómo...?

- ¿Cómo lo se? tengo mis métodos. Y por dios T/n, tiene dinero, claro que te va a dar regalos, pero dime ¿algún regalo era algo que tú de verdad querias?

triple aush

Sanemi tenía razón, Tanjiro no me amaba, solo me hacía creer eso, manipulandome para que pensara que me demostraba su amor con pequeñeces.

- Vístete elegante, iremos a un lugar - Dijo y se acomodó la ropa para caminar a la puerta

me levanté, ¿a dónde carajos me quería llevar ahora.

- Lo de ustedes sólo es un matrimonio por conveniencia T/n, no lo olvides.

- Y lo tuyo sólo es venganza, tampoco lo olvides