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Los meses habían pasado desde la gran noticia. La boda se iba a hacer en la mansión de Sanemi a petición mía, ya que me había ofrecido para planearla y cómo el peliblanco no me dejaba salir, no quedaba de otra.

- No, la tarta tiene que tener dos pisos, no tres. ¡Claro que te dije que dos! ¿como? ¿con que esas tenemos no? Si, eso pensé. - Finalicé la llamada y entré a la gran casa.

Llevaba una tablet en la mano en la cual tenía todo los preparativos para la gran boda.

Entré al despacho de Sanemi dejando la tablet a un lado

- ¿Aún nada? - Pregunté y este negó.

Llevabamos meses sin saber de Muzan, nada no sabíamos nada, ni la mínima cosa, es como si la tierra se lo hubiese tragado. Ni un movimiento raro, nada.

- ¿Como llevas lo de la boda? - Me preguntó poniendose de pie.

- Bien... me preguntaba si, digo bueno. Mitsuri hoy irá a escoger el vestido de novia y me preguntaba si podía ir con ella.

- Si claro, pero lleva a Kiiromaru contigo.

- No, iré con Mitsuri así que sus hombres estaran con nosotras, Kiiromaru se quedará aquí cuidando de Ichigo

El se puso de pie y me tomó de la cintura.

- ¿Y yo estoy pintado? puedo cuidar a mi hijo - Besó mi cuello

- No, tu tienes una reunión con unos coreanos en media hora, estan interesados en tus... ahh - solté un jadeo al sentir los dientes de Sanemi morder mi cuello.

- Eres increíble - me pegó a él y susurró en mi oído - No sabes lo mucho que me exitas cuando actúas como una secretaria.

Me puso de espalda y me recostó contra el escritorio, levantó mi falda y comenzó a embestirme con fuerza.

- Ahh Sanemi~ gemía.

- Eso Tenchi, quiero escucharte gritar mi nombre mientras te corres.

《《¤~¤》》

- ¿Que opinas de éste? - Mitsuri modelaba un largo vestido blanco

- Mmm no se, no va contigo.

suspiró un "que difícil es esto" y volvió a entrar con otro vestido, después de 20 minutos salió y mi boca se abrió con sorpresa.

Llevaba un vestido blanco ajustado a su cuerpo hasta la parte de los muslos donde se separaba de ella en pequeños vuelos.

- Éste es perdecto, te queda genial, resalta tu figura y tu.... personalidad

Mitsuri cubrió su rostro sonrojada y al final compró el vestido.

Fuimos a un café a por algo de comer mientras platicabamls algunas cosas de la boda.

- Hablar tanto de bodas no te da ganas de casarte T/n? - Preguntó con una sonrisa

- Yo ya estoy casada Mitsuri - reí un poco

- no, no - Negó - Casarte de verdad, por amor

- Pero yo ya

- creo que deberías divorciarte de Tanjiro

- ¿Cómo dices?

- Si, ¿de que sirve seguir casa con él? ninguno de los dos se aman, a él ni le interesa encontrarte y tú tienes un hijo con otro hombre - le dió un trago a su bebida - No le veo sentido a seguir con eso

- Yo si, todo ese matrimonio se hizo por algo Mitsuri, mi familia necesita la protección de los Kamado.

- T/n, tu familia ahora tendrá la protección de Sanemi que créeme, es mejor que la del Kamado.

Me quedé en silencio pensando sus palabras

- Habla com Sanemi, explicale todo estoy segura de que te entenderá.

《《¤~¤》》

Coloqué en la mesa los ohagi que había cocinado.

Cuando llegué de mi encuentro con Mitsuri alimenté a mi pequeño Ichigo y me dispuse a preparar el platillo favorito de Sanemi en lo que esté cuidaba al bebé

- Ya está dormido, me dijo llegando a mi lado, mm que es ésto tan delicioso que huelo.

- Sanemi... quiero pedirte algo.

Después de contarle al Shinazugawa mi conversación con Mitsuri, el aceptó sin ningún problema cosa que me sorprendió y ahora me enconrraba camino a Akihabara con algunos hombres de Sanemi y Kiiromaru a mi lado.

Suspiré tratándo de relajarme, estaba parada en la puerta, la puerta de la que considere mi hogar por 4 años. Toque suave y esperé unos dos minutos cuando el pelirrojo abrió.

- ¿T/n? ¿Eres tú? Oh por dios T/n

Tanjiro me estrechó en un fuerte abrazo al cuál yo no correspondí.

- ¿Estas bien? Entra rápido.

Entramos y nos sentamos en la gran sala, todo estaba como lo dejé.

- No sabes todo lo que ha pasado, logramos poner a los Hashira de nuestro lado, estamos planeando como atacar a Muzan y viene en camino un camión de mercancía que hará que nuestras ganancias suban un-

- Quiero el divorcio - Interrumpí todo lo que me decía y me miró confundido

- ¿De que hablas mi querida T/n? - Fue a acercarse a mi pero Kiiromaru comenzó a gruñir

- Cuidado con lo que haces Kamado, un paso en falso y te devora. - Saqué unos papeles bajo la mirada confusa de Tanjiro - Ya todo está listo, solo tienes que firmar y oficialmente estamos divorsiados, no tienes que darme ni un centavo así que no es algo que tengas que pensar mucho, pero te dejaré los papeles para que los leas y firmes. Mañana mandaré a uno de mis hombres por él. - Me di la vuelta pero la voz de Tanjiro me detuvo

- ¿Uno de tus hombres? ¿de que hablas T/n? ¡No puedes divorciarte de mi! Tu familia no puede perder la protección que tiene con los Kamado. - comenzó a alzar la voz, pero cada vez que se iba a acercar a mi Kiiromaru se lo impedía.

- No te preocupes por eso Tanjiro, Sanemi me advirtió que dirías eso asi que hablé con mi padre, y después de unas cuantas reuniones y papeleos - Saqué otro papel - Los Takahashi oficialmente cancelamos el trato, ahora mi familia estará bajo la protección de Shinazugawa Sanemi.

- ¿Shinazugawa Sanemi? Debí suponerlo ¡maldita sea! ese mal perdedor me las pagará - Comenzó a dar vueltas peinando su cabellera rojisa - Te secuestró y ahora te obliga a hacer esto, que estupidez.

- Nadie me está obligando a nada. - respondí con seriedad

- No puede ser, no pensé que esa estupidez del síndrome de estocolmo existiera.

- Puta mierda ¡que yo no tengo nada!

- Escucha T/n, hablemos ¿si?, yo puedo ayudarte, ya estas aquí volvamos a nuestra vida de antes.

- ¿Para que quieres eso Kamado? Ahora puedes salir a cenar con la chica pelinegra - Su cuerpo se tensó - Se que en todos estos meses no me buscaste ni una vez, ¿por qué debería quedarme contigo?

- T/n escucha todo tiene una explicación.

Un hombre se paró en la puerta y me hizo una seña

- Pero no quiero escucharla, mi abogado se pondrá en contacto contigo ya que tú y yo no podremos llegar a un acuerdo. Hasta pronto Kamado

El ojirojo fue a tomar mi mano pero el can comenzó a ladrar.

Y así puse fin a uno de los ciclos de mi vida y ahora comenzaría una vida nueva junto a mi pequeño Ichigo y Sanemi. ¿Sanemi?

¿Quería que Sanemi formara parte de mi vida? no, el era mi secuestrador.

Despues de llegar a la casa entré directo a la habitación de mi hijo él cuál dormía, me pareció tan tierno verlo con una pequeña gota de saliva corriendo por su boca. Besé su frente y salí de la habitación.

Me di una ducha y me preparaba para acostarme.

Sanemi era mi secuestrador, pero también quien me dió la libertad que necesitaba.

Es solo... venganza //Sanemi Shinazugawa x lectora\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora