capitulo 15:Corazones en Conflicto

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Se quedaron abrazadas, disfrutando del calor y la intimidad que compartían. La respiración de Xochitl se volvió más tranquila, y Claudia la acarició suavemente, dibujando círculos en su espalda.

"—¿Estás bien?" susurró Claudia, sus labios rozando la frente de Xochitl.

"—Sí," respondió Xochitl, con una sonrisa en sus labios. "—Nunca me había sentido tan en paz."

Claudia asintió, sintiendo lo mismo. Se quedaron así un rato, disfrutando de la cercanía y la seguridad que solo podían encontrar en los brazos de la otra.

Después de un rato, Xochitl rompió el silencio. "—Claudia, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Qué significa todo esto para nosotras?"

Claudia suspiró, comprendiendo la incertidumbre en la voz de Xochitl. "—Creo que es hora de dejar de lado nuestras dudas y miedos. Hemos pasado por tanto para llegar aquí. No podemos dejar que el miedo nos detenga ahora."

Xochitl asintió, pero su mirada reflejaba conflicto. "—Es solo que... a veces no sé qué pensar. Cuando asientes con la cabeza, pero luego dices que no... Me confunde."

Claudia se apartó ligeramente para mirarla a los ojos. "—Sé que he sido indecisa en el pasado, Xochitl. Pero quiero que sepas que estar contigo es lo que realmente quiero. No quiero que esto termine."

"—A veces parece que estamos bien, y otras veces parece que estamos discutiendo todo el tiempo," dijo Xochitl con un suspiro. "—No quiero que terminemos donde empezamos."

Claudia le acarició la mejilla suavemente. "—Lo sé. A veces quiero ir a la izquierda y luego a la derecha. Quiero discutir todo el día y hacer el amor toda la noche. Es confuso, lo sé."

Xochitl cerró los ojos y asintió. "—Primero estás bien, después mal, y luego en el medio. No sé cómo manejarlo."

Claudia tomó sus manos entre las suyas. "—Vamos a encontrar un equilibrio. Tenemos que ser honestas y directas con nosotras mismas y con los demás. No podemos vivir con miedo a lo que piensen. Nuestro amor es lo más importante."

"—Eres sobreprotectora cuando me voy," dijo Xochitl, recordando momentos pasados. "—Intento llegar a un acuerdo, pero no puedo ganar."

Claudia asintió, sintiendo la verdad en sus palabras. "—Lo entiendo. Y estoy dispuesta a cambiar. Quiero hacer esto bien."

"—Quiero ser más abierta y honesta contigo," respondió Claudia con determinación. "—Quiero comprometerme, no solo en palabras, sino en acciones."

"—¿Cómo podemos empezar?" preguntó Xochitl, su voz llena de esperanza y miedo.

Claudia tomó una profunda respiración. "—Lo primero que tenemos que hacer es ser honestas con nosotras mismas y con los demás. Hablar abiertamente de nuestros sentimientos y planes."

Xochitl asintió, sintiendo una nueva determinación crecer en su interior. "—Sí, pero tenemos que hacerlo juntas. No puedo hacerlo sola."

"—Juntas," acordó Claudia, sonriendo. "—Siempre juntas."

Decidieron salir juntas esa tarde, alejándose del bullicio de la ciudad para encontrar un lugar tranquilo donde pudieran hablar. Condujeron hasta un parque en las afueras, uno de sus lugares favoritos, lleno de árboles frondosos y senderos tranquilos.

Mientras caminaban de la mano, Claudia rompió el silencio. "—Este lugar siempre me ha dado paz. Es el sitio perfecto para hablar de nosotras, sin distracciones."

Xochitl sonrió, apretando la mano de Claudia. "—Sí, aquí siempre me siento conectada contigo, sin importar lo que pase."

Se sentaron en un banco bajo un gran roble, el sonido de las hojas susurrando en el viento las envolvía. Claudia miró a Xochitl, su rostro reflejaba determinación y amor. "—Quiero que sepas que estoy dispuesta a luchar por esto, por nosotras. No dejaré que los miedos ni las dudas nos detengan."

"—Yo también, Claudia," respondió Xochitl, sus ojos llenos de emoción. "—Quiero construir un futuro contigo. Quiero ser valiente, aunque a veces me asuste."

"—Nos apoyaremos mutuamente," dijo Claudia, acariciando la mejilla de Xochitl. "—Vamos a enfrentarlo todo juntas. Empezaremos por ser honestas con las personas que nos rodean. Poco a poco, pero con firmeza."

Xochitl asintió, una sonrisa suave iluminaba su rostro. "—Paso a paso. Juntas podemos con todo."

Se quedaron en el parque hasta que el sol comenzó a ponerse, disfrutando de la tranquilidad y el amor que compartían. Hablaron de sus sueños, de sus miedos y de cómo enfrentarán el futuro. Cada palabra reforzaba su determinación y su compromiso mutuo.

Esa noche, cuando regresaron a casa, se acostaron juntas, abrazadas. Claudia susurró en la oscuridad, "—Lo lograremos, Xochitl. Pase lo que pase, lo haremos juntas."

"—Sí, Claudia," respondió Xochitl, sintiendo una profunda paz. "—Juntas, podemos con todo."

Holaaaa volví :)
tuve un bloqueo de ideas
Perdón por la inactividad

El Rostro de la ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora