Marinette subió los escalones delanteros de la mansión Agreste, con una sonrisa brillante en sus labios. Ella no se molestó en llamar a las grandes puertas de madera antes de abrirlas. Esa formalidad había sido arrojada por la ventana desde hace un tiempo.
—Buenas tardes, Mlle. Marinette —una mujer en la recepción la saludó mientras entraba.
—Hola, Mlle. Marie —Marinette le sonrió a la morena—. ¿Cómo está hoy?
Marie le devolvió la sonrisa.
—Oh, ocupada como siempre. Le informaré a Felix que ya ha llegado.
Marinette asintió.
—Gracias, se lo agradezco.
Poco después del arresto de Nathalie y Gabriel, contrataron a una nueva secretaria para ayudar a administrar el negocio de los Agreste. Era una mujer joven de unos veinte años y extremadamente dulce. A Marinette le gustaba considerarla una amiga.
—Marinette.
Al escuchar su nombre Marinette miró hacia la biblioteca al otro lado del piso principal, donde Felix acababa de salir.
—Perdón por hacerte esperar —se disculpó mientras cerraba el espacio entre ellos—. Estaba terminando de leer un capítulo de mi libro.
Marinette se rió.
—¿Así que tu libro es más importante que yo?
—Por supuesto que no —Felix se rió. Envolvió sus brazos alrededor de su cintura y la atrajo hacia él—. Eres mi mayor prioridad.
Marinette tarareó.
—¿De verdad? No sé si creerte.
Felix resopló y se inclinó hacia ella, dándole un suave beso en sus labios. Marinette, por supuesto, le correspondió, hundiéndose en el beso y envolvió sus brazos alrededor de su cuello. No importaba la frecuencia con la que se besaban hoy en día, todavía se sentía como la primera vez, con su corazón saltando y derritiéndose en su interior.
Se separaron, aunque solo fue por no incomodar a Marie, pero Felix se mantuvo lo suficientemente cerca como para que ella todavía pudiera sentir su aliento en sus labios mientras él decía:
—¿Me crees ahora?
Marinette se rió, juntando sus frentes. Esperaba que ese calor que inundaba su pecho nunca desapareciera.
—No lo sé... Puede que tengas que esforzarte más para convencerme.
Una suave risa pasó por los labios de Felix, pero antes de que pudiera volver a besarla, otra voz sonó a través de la mansión.
—¡Hola, Bugaboo! No sabía que vendrías hoy.
Marinette se giró hacia Adrien para brindarle una sonrisa.
—Felix me invitó. Dice que últimamente no hemos pasado mucho tiempo juntos.
—¿No dijo eso cuando lo visitaste hace dos días? —Adrien respondió, con una sonrisa consciente en sus labios.
Marinette asintió.
—Y la noche después que visitó mi casa.
—Y sigue siendo cierto —Felix se defendió, colocando su mano detrás de la espalda de Marinette para mantenerla cerca de él—. Cualquier momento que pase sin ti es demasiado.
Un rubor floreció en las mejillas de Marinette, y se preguntó si su sonrisa podría crecer.
—¿Es mi futura nuera a quién escucho?
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CROSSING A LINE «Felinette AU» тяα∂υccισи єѕραи̃σʟ
أدب الهواةLlorar la pérdida de tu madre era algo difícil. Que un supervillano apareciera en tu ciudad natal era sin duda un poco más difícil. ¿Pero descubrir que tu padre es el supervillano y que lo hace por tu madre que nunca estuvo realmente perdida? Eso es...