CROSSING A LINE «Felinette AU» тяα∂υccισи єѕραи̃σʟ

Capítulo 2

Félix miró fijamente la montaña de mantas que tenía delante, sin impresionarse.

—Adrien —dijo bruscamente, tomando una almohada y golpeando la montaña de mantas con ella—. Levántate.

La pila se movió y la cabeza de Adrien salió, murmurando frases incoherentes: ¿algo sobre Ladybug y... hámsters? Tenía los sueños más extraños.

Félix resopló y agarró el borde de la manta.

—Todo este asunto de la escuela —arrancó las mantas— fue idea tuya. ¡Levántate!

Adrien se estremeció ante la repentina pérdida de calor.

—Fe~ cinco minutos más~ —gimió su hermano pequeño, perezosamente agarrando el aire.

Félix se burló. Ya han pasado cuatro días desde que comenzaron la escuela. ¡Ya debería estar acostumbrado al nuevo horario de sueño!

Tirando las mantas a un lado, frunció el ceño y se subió a la cama. Adrien apenas tuvo tiempo de mirarlo antes de que Félix lo empujara fuera de la cama.

Adrien gritó, dejándose caer al suelo.

—Levántate —Félix siseó.

—Fe... —comenzó Adrien, con la voz apagada por haber aterrizado de cara en el suelo—. Aún no has tomado tu café, ¿verdad?

—¡Y qué pasa si no lo he hecho!

Adrien gruñó mientras se levantaba del suelo.

—Sí, lo imaginé. Voy a ir a prepararme.

—Ya era hora —Félix puso los ojos en blanco.

El rubio rió entre dientes, palmeándolo en el hombro.

—Ve a buscarte un poco de café para que pueda aguantar tus mañanas de mal humor.

Entrecerró los ojos, aunque no discutió, simplemente giró sobre sus talones y salió por la puerta. Su adicción a la cafeína le picaba de todos modos, y ya podía oler el delicioso aroma del café molido recién hecho.

Félix llegó al final de las escaleras y echó un vistazo a la oficina de su padre. Nathalie montaba guardia frente a la puerta, inmóvil como una estatua. La habían atribuido a esperarlos por la mañana, pero Félix lo sabía mejor. Solía poder entrar a la oficina de Gabriel cuando quisiera, hasta que vio ese agujero el otro día. De repente, su padre estaba "demasiado ocupado" o "trabajando en un proyecto especial que era ultrasecreto".

Estaban escondiendo algo, y estaba decidido a averiguar qué era ese algo. Por ahora, sin embargo, el café.

-

El vapor nubló el aire cuando el líquido oscuro se derramó en el termo plateado. Felix giró la tapa, asegurándose de que se mantuviera muy caliente, y volvió a colocar la jarra de vidrio en la cafetera. Esta marca en particular era una mezcla especial de canela que había decidido probar.

—¡Estoy listo! —Adrien anunció desde la puerta. Llevaba su camiseta negra habitual junto con su chaqueta blanca de manga casi corta y jeans. Su ondulado cabello dorado peinado hacia un lado y su sonrisa probablemente podría iluminar un árbol de Navidad.

Felix entrecerró los ojos, levantando burlonamente la mano como si estuviera tratando de protegerse los ojos de la luz del sol.

—¿Cómo haces eso?

¡Ni siquiera se había despertado hasta hace cinco minutos! ¿Cómo se veía tan lleno de energía?

—No sé qué quieres decir, Fe —el modelo respondió con inocencia.