4 - Bollos de Mantequilla

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4 años antes

Todo en la vida de Martin y Juanjo parecía fluir con una energía vibrante y positiva. Sus días estaban llenos de actividades y compromisos: entrevistas, podcasts, sesiones de grabación y, para Martín, los intensos ensayos de la nueva serie de Mariliendre.

Los días previos a la gira estaban llenos de emoción y preparativos. Ensayos, pruebas de sonidos, reuniones con sponsors y delegados de la Universal. No podían despertar ni un rato.

Martín, por su parte, tenía que sumergirse también en los ensayos de la serie. El proyecto que lo apasionaba profundamente. Ver a los Javis trabajar era una inspiración constante para él, y sentía que estaba viviendo un sueño. Sin embargo, grabar una serie no es fácil, sobre todo cuando las grabaciones eran casi siempre nocturnas.

—¿Te imaginas? ¡Nos vamos de gira! —exclamó Martín, con una sonrisa que iluminaba toda la habitación. Acababan de despertarse en su único día libre de la semana, el domingo.

Juanjo, sentado en la cama revisando su teléfono, levantó la vista y sonrió también, pero sin mucho entusiasmo —Jo, no me lo creo. —

Martin se acercó y se sentó a su lado, tomando su mano. —¿Todo bien, amor? —

Juanjo suspiró, dejando entrever una leve preocupación en sus ojos. — Que si, que si. Es que me asusta la idea de exponerme tanto. En plan, estoy bien, eh, super feliz por esta oportunidad — suspiró suavemente — pero cuando estábamos en la academia me sentía como... protegido. Ahora no es así. —

Martín lo miró con ternura y apretó su mano. —No tienes que hacerlo todo de golpe, amor. Tómalo a tu ritmo. Yo estaré aquí, a tu lado, apoyándote en cada paso.

—Juanjo, sé que puede ser difícil, pero quiero que sepas que no tienes que hacer nada que no quieras realmente hacer. —

Juanjo asintió, agradecido por las palabras de Martín. —Es solo que... a veces me siento presionado. Quiero ser auténtico, pero también tengo miedo de no ser suficiente.Y no estoy acostumbrado... a toda esta exposición. —

Martin sabía a lo que se refería el mayor. Su relación había empezado en el modo más natural del mundo, conociéndose primero como amigos, descubriendo luego que había claramente algo más. Pero enamorarse dentro de una academia, con las cámaras grabando todo lo que dices y haces, pues no fue fácil. Sobre todo si tus padres no saben nada sobre tu orientación sexual, y nunca has hablado con ellos sobre el tema.

Martín se inclinó hacia adelante y le dio un beso en la frente. —Eres más que suficiente. Eres increíble tal como eres. Y no estás solo en esto. — se levantó para dirigirse a la cocina. — Amor, ¿te apetece un bollo de mantequilla? Mi madre nos ha dejado algunos en la nevera. —

— Ay, si por favor, me muero de hambre. — contestó el mayor, con una larga sonrisa.

Los días pasaban rápidamente, y la gira de Operación Triunfo estaba a la vuelta de la esquina. Las primeras fechas en varias ciudades de España se acercaban, y ambos sentían la mezcla de nervios y emoción. Cada concierto sería una nueva oportunidad para conectarse con sus fans y compartir su música.

Con cada paso que daban, construían una historia única y poderosa. Una historia que no solo les pertenecía a ellos, sino también a todos aquellos que los seguían y apoyaban. Era el comienzo de un nuevo capítulo, lleno de promesas y posibilidades, donde el amor y la música se entrelazaban de una manera mágica.

Y así, con el corazón lleno de esperanza y determinación, Martín y Juanjo se prepararon para enfrentar el futuro, sabiendo que, pase lo que pase, siempre se tendrían el uno al otro.

The time I spent without youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora