26 - Jugar

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Martin sentía el peso de la noche sobre sus hombros mientras se alejaba del bullicio de las entrevistas. Había pasado horas bajo los focos, respondiendo preguntas que a menudo parecían triviales, repitiendo las mismas respuestas una y otra vez junto a sus compañeros de set. Aunque estaba acostumbrado a la atención mediática, esa noche todo parecía más agotador. Sentía la presión en cada músculo, en cada palabra que salía de su boca.

Finalmente, logró excusarse de la última entrevista, sintiendo un alivio momentáneo al alejarse de los periodistas. Se dirigió hacia el open bar, buscando desesperadamente un respiro, un momento de paz en medio de aquel caos. El ruido de la multitud y la música de fondo resonaban en sus oídos, mientras sus pasos lo llevaban hacia la barra. Solo necesitaba un trago, algo fuerte que lo ayudara a despejar la mente, o al menos a calmar la tormenta que se desataba en su interior.


Mientras caminaba, su mirada se desvió, casi involuntariamente, hacia la figura de Juanjo. Estaba ahí, a unos metros de distancia, con esa mujer de la que no sabía nada. El brillo de las luces caía sobre ellos, resaltando cada gesto, cada sonrisa que compartían. Juanjo estaba impecable, como siempre, pero había algo en su postura, en la forma en que sus ojos se movían, que lo hacía sentir extraño. Esa imagen le resultaba difícil de ignorar, como un pinchazo en su pecho que no desaparecía.


Al llegar al bar, pidió un cóctel, algo fuerte que pudiera adormecer sus sentidos. Mientras el barman preparaba la bebida, Martin sintió que su garganta se cerraba. No era solo el cansancio acumulado de la noche; era esa sensación de estar fuera de lugar, de ser un espectador en una escena que no quería ver. No podía evitarlo, cada vez que miraba a Juanjo con esa mujer, una mezcla de celos, confusión y tristeza lo invadía.

El barman le entregó el cóctel, y Martin lo tomó con manos temblorosas. Dio un sorbo, sintiendo el líquido ardiente descender por su garganta, dejando una sensación cálida y adormecedora. Se recostó contra la barra, intentando encontrar consuelo en la bebida, en la soledad momentánea que le ofrecía ese rincón del evento. Pero su mente no dejaba de girar en torno a la misma idea: Juanjo estaba allí, con otra persona, alguien que no conocía y que no podía evitar asociar con todo lo que había perdido.

Martin se tomó otro trago, esta vez más largo, esperando que el alcohol lo ayudara a bloquear esos pensamientos. Pero en lugar de eso, lo que sentía parecía intensificarse. La presencia de Juanjo en el mismo lugar, en la misma fiesta, con esa mujer a su lado, lo hacía sentirse más vulnerable de lo que estaba dispuesto a admitir. Quería olvidarse de todo, ignorar la realidad que tenía frente a él, pero la imagen de Juanjo, tan cercana y a la vez tan lejana, se repetía una y otra vez en su mente.


Con cada sorbo, el alcohol parecía aflojar un poco el nudo en su estómago, pero no lo suficiente como para liberarlo completamente. No podía dejar de preguntarse quién era esa mujer, qué significaba para Juanjo, y por qué todo esto le afectaba tanto. En el fondo, sabía que el problema no era solo esa mujer, sino todo lo que ella representaba: la distancia que se había creado entre él y Juanjo, la vida que habían llevado separados durante cuatro largos años, y el hecho de que, por mucho que intentara, no podía ignorar lo que seguía sintiendo por él.


Martin dio otro sorbo, esta vez más largo, y cerró los ojos, intentando concentrarse solo en el sabor del alcohol y en la sensación de entumecimiento que empezaba a invadir su cuerpo. Quería olvidarse de todo, al menos por esa noche. Pero sabía que, por mucho que bebiera, nada cambiaría la realidad que tenía frente a él.


El cóctel le quemaba la garganta, y con cada trago, sentía que la barrera entre él y sus emociones se volvía más frágil. No podía evitarlo, cada vez que cerraba los ojos, veía a Juanjo, recordaba cómo era su vida juntos, y cómo todo eso había cambiado. Aunque estaba rodeado de gente, se sentía increíblemente solo.

The time I spent without youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora